Imagen referencial de centro de cultivo de salmones. Foto: Daniella Balin, Salmonexpert.

Caracterizan cepas de virus IPN en Chile

Chile: “Caracterización molecular de las cepas del virus de la necrosis pancreática infecciosa aisladas de los tres tipos de salmónidos cultivados en Chile”, es el título del nuevo estudio realizado en conjunto por la Universidad Austral de Chile y el Incar en Valdivia.

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El virus de la Necrosis Pancreática Infecciosa (IPNv) pertenece al serogrupo A de los birnavirus acuáticos, el cual contiene nueve serotipos (A1 a A9). Sumado a lo anterior, según análisis filogenéticos, es posible identificar siete genogrupos (G1 a G7), que generalmente se correlacionan con el origen geográfico del virus.

IPNv causa importantes pérdidas económicas en la producción de salmón en Chile. Para realizar una gestión sanitaria eficaz, es necesario que las distintas cepas del virus sean estudiadas, caracterizadas y actualizadas constantemente a nivel molecular.

Para cumplir con este objetivo, los científicos recolectaron a lo largo de seis años (2006-2011), 36 cepas del virus obtenidas desde salmón Atlántico (Salmo salar), trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) y salmón coho (Oncorhynchus kisutch) en agua dulce, estuario y agua de mar desde el centro, sur y extremo sur de Chile (35°a 53°S). Estas 36 cepas fueron cultivadas, para luego secuenciar y analizar la composición de aminoácidos de algunos genes relacionados con su virulencia (VP2 y VP5 entre otros); y además, realizar un análisis filogenético que permita su clasificación.

Los resultados determinaron que diez de las 36 cepas chilenas pertenecen al G1 (que también incluye aislados de Estados Unidos y Canadá), y en su mayoría provienen de la región de Los Lagos; y que las 26 restantes pertenecen al G5 (que también incluye aislados de Europa y Asia). Los análisis también indicaron una relación entre el salmón Atlántico, y la infección por aislados del G5.

Quince cepas del G5 y nueve del G1, presentaron secuencias del gen VP2 asociados con una alta virulencia. Modificaciones del mismo gen ligadas a la capacidad del virus de producir la infección clínica, se encontraron solo en el G5. En contraste, los aislados del G1 presentaron secuencias asociadas mayoritariamente con las infecciones subclínicas (peces portadores del virus o con una infección persistente en el tiempo).

El análisis del gen VP5 mostró que cuatro cepas del G5 tenían secuencias de aminoácidos inusualmente largas, pero no fue posible establecer alguna relación con la virulencia o patogenia del IPNV.

Este trabajo aporta importantes avances en la actualización de la caracterización de las cepas de IPNv presentes en Chile, los cuales ayudarán a identificar vínculos epidemiológicos entre distintos brotes y generar herramientas biotecnológicas específicas para el control de la enfermedad; así como también para comprender los patrones de propagación viral entre los centros de cultivo.

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