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Investigan reducción de antibióticos en la acuicultura

Reino Unido: Científicos elaboraron una revisión sobre el monitoreo y analizaron la transferencia de resistencia antimicrobiana entre la comunidad microbiana, el ambiente y el producto producido.

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Dado el crecimiento exponencial de la población humana, existe un aumento en la dependencia de la acuicultura como suministro seguro, confiable y económico de alimentos. Aunque la producción de alimentos es esencial para una población sana, una mayor amenaza para la salud humana mundial es la resistencia a los antimicrobianos.

Actualmente se han detectado extensas cepas resistentes a los antibióticos y la propagación de estas cepas podría reducir, en gran medida, las opciones de tratamiento médico disponibles, aumentando las muertes por infecciones curables. La resistencia a los antibióticos se ha generalizado debido, en parte, al uso excesivo clínico y al mal uso, sin embargo, los procesos naturales de transferencia horizontal de genes y eventos de mutación que permiten el intercambio genético dentro de las poblaciones microbianas, han ocurrido desde la antigüedad.

Por su naturaleza, los sistemas acuícolas contienen un gran número de diversas bacterias, que existen en combinación con el uso actual y pasado de antibióticos, probióticos, prebióticos y otros regímenes de tratamiento, singular o combinados. Estos sistemas han sido designados como "hotspots genéticos" para la transferencia de genes.

Es por ello que a medida que crece la dependencia de la acuicultura, es esencial que se identifiquen las fuentes y los reservorios de la resistencia a los antimicrobianos. Por lo anterior, científicos de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) y de la Universidad de Maryland (EE.UU) elaboraron una revisión sobre el monitoreo y analizaron la transferencia de resistencia antimicrobiana entre la comunidad microbiana, el ambiente y el producto producido, con la finalidad de entender mejor las implicaciones para la salud humana y del ambiente.

A juicio de los investigadores, el uso de antimicrobianos en la acuicultura está gobernado por una variedad de factores que incluyen la legislación y la regulación por las respectivas organizaciones gubernamentales, los patógenos presentes, el tiempo de tratamiento, el estado de la enfermedad en el huésped, y los parámetros del sistema (salinidad, temperatura, fotoperiodo, etc.).

Soluciones alternativas

Dado que el uso de antibióticos para la inhibición de la enfermedad y como promotores del crecimiento ha sido prohibido en Europa y regulado en otros países, se han utilizado estrategias alternativas para aliviar la actividad de patógenos, lo que incluye vacunación, estimulación inmune utilizando factores nutricionales derivados de fuentes bacterianas, algales o animales (incluyendo hormonas y citoquinas), fagoterapia, y la interrupción de la detección del quórum (que afecta la virulencia). Además, la desinfección del agua del sistema puede ser manejada con la aplicación UV o, como sucede a menudo con sistemas intensivos, a través del tratamiento con ozono. Estas estrategias alternativas, combinadas con una mejor comprensión de los efectos sobre el microbioma del huésped cultivado, pueden proporcionar soluciones alternativas para mejorar la salud y la función de la acuicultura, al tiempo que reducen el potencial de propagación de la resistencia a los antimicrobianos.

“Los sistemas de acuicultura y los centros de cultivo han sido designados como "reactores genéticos" o "hotspots para genes de resistencia antimicrobiana", donde pueden producirse intercambios genéticos significativos y recombinación, lo que puede dar forma a la evolución de futuros perfiles de resistencia. Se ha estimado que el 90% de las bacterias originadas en el agua de mar son resistentes a uno o más antibióticos y hasta el 20% de las bacterias son resistentes a al menos cinco”, revelaron los investigadores.

Lea el paper de referencia abierta de la investigación