Ricardo García: sería “un profundo error” derogar Ley de Pesca

Chile: El gerente general de Camanchaca, Ricardo García, entrevistado por La Tercera, ve con preocupación la moción que busca anular la norma. Dice que sería "un profundo error" avanzar en la medida, pues la ley ha permitido mejorar las condiciones de las principales pesquerías. En salmones espera que se agilicen los cambios regulatorios y que no sean medidas parches.

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“Una medida a la que cuesta encontrarle la razón o el sentido común”. Así califica Ricardo García, gerente general de Camanchaca, una de las principales pesqueras del país, controlada por la familia Fernández y con presencia en el negocio pesquero y salmonero, la decisión que el martes tomó el presidente de la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez (PPD), cuando declaró admisible el proyecto que impulsa el Partido Comunista y que busca derogar la Ley de Pesca y Acuicultura.

El caso de cohecho por el que está imputado el senador Jaime Orpis (UDI) con Corpesca, la mayor pesquera del país, controlada por el grupo Angelini, es un hecho aislado para García, y no se debe vincular con la discusión que por casi dos años se dio en el Congreso y donde 94 senadores y diputados votaron a favor de la iniciativa.

“¿Van a cuestionarse las 94 personas, entre senadores y diputados, por dos o tres casos posibles? Si las personas acusadas o cuestionadas de irregularidades no hubiesen votado o lo hubiesen hecho desfavorablemente, tendríamos la misma ley perfectamente aprobada. Entonces, ¿cuál es el sentido de derogar la Ley de Pesca? No parece encontrarse en la razón o en el sentido común”, dijo.

¿Cómo recibió la decisión respecto de anular la Ley de Pesca y Acuicultura?

Mi opinión es que, si se aprobase la anulación de la actual Ley de Pesca y Acuicultura, eso sería objetivamente un profundo error y un gran daño para Chile. Es un profundo error no solamente por el proceso democrático que se siguió en su momento y que fue robusto y con amplia mayoría, sino que me parece un profundo error porque la ley que tenemos es una muy buena ley.

¿La relación entre Jaime Orpis y Corpesca agravó las críticas que siempre ha despertado esta industria?

Evidentemente no son buenas noticias y todo lo que no es una buena noticia afecta negativamente. Pero no confundamos las cosas. La Ley de Pesca fue fruto de un proceso que tuvo mucho debate y participación de distintos sectores. Fue un proceso legislativo largo que recogió la mejor experiencia que había en las pesquerías del mundo y, finalmente, se llevó al parlamento una ley que fue votada y aprobada no por uno o dos votos, sino por 71 votos a favor en la Cámara de Diputados y 23 senadores en la Cámara Alta, es decir, 94 parlamentarios votaron a favor. ¿Van a cuestionarse las 94 personas, entre senadores y diputados, por dos o tres casos posibles? Si las personas acusadas o cuestionadas de irregularidades no hubiesen votado o lo hubiesen hecho desfavorablemente, tendríamos la misma ley perfectamente aprobada. Entonces, ¿cuál es el sentido?

¿Si se abre el espacio se podría dar una tramitación aún más polémica que la anterior debido a los nuevos acontecimientos?

Históricamente esta ley tenía que ser revisada cada cierto tiempo (10 años) y debatida cada cierto tiempo y obviamente eso hacía que fuera objeto de mucha discusión. La ley pesquera es importante porque regula a un sector importante para la economía, pero no sé si será mucho o poco debatido. Lo que sé es que sería un tremendo error albergar el espacio para poder derogar una ley. Esto es algo bastante inaudito, no visto en Chile en su historia republicana, pero me imagino que estarán los expertos para resolver esto.

¿Cómo lo enfrentará el sector?

La imagen de la industria pasa por trabajar con la verdad y de manera correcta y creo que eso mayoritariamente se está haciendo. La misma ley pesquera, el aumento de las fiscalizaciones tanto en el sector industrial como artesanal, hace que todos trabajemos de manera más ordenada y creo que hay que transmitirle y contarle al país la verdad sobre el aporte y la contribución del sector pesquero a la economía, al empleo, al progreso y al desarrollo de las regiones.

Entonces, ¿siente que esto no los afecta, que es solamente un tema político?

Es un tema enteramente político. Pero nos afectó. Esta situación afecta, evidentemente. Si alguien habla mal de la industria, si alguien busca derogar la ley y la institucionalidad que regula un determinado sector económico, evidentemente que afecta. Esto es muy preocupante. Cómo uno va a poder pensar en los próximos 10 años. Cómo uno va a poder hacer inversiones, investigación o desarrollo. Cómo se va a pensar en capacitar y tener trabajadores más talentosos si finalmente se está cuestionando todo. Evidentemente que con esto uno queda paralizado.

¿Harán una acción como industria para defender la imagen?

Creo que eso se está haciendo. La Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca) y la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), están haciendo las contribuciones y las aclaraciones que correspondan. Acá hay que hablar con la verdad, nada más, y la verdad se va a imponer.

Recuperación de la industria

Ya se hizo la primera licitación contemplada en la Ley de Pesca, ¿qué evaluación hace del proceso?

Funcionó tal cual como la ley lo establecía. En el caso de la sardina, que es un recurso que se ha estado cuidando al alero de esta ley y que ha ido mostrando avances y mejoras en su estado, alcanzó su Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) y se aplicó lo que la ley establecía, que era que el 15% de la fracción industrial se licitará y eso sucedió con un elemento que no estaba originalmente, que el 40% de ese 15% industrial fuera reservado para la pesca artesanal.

Entonces, ¿es una buena ley?

La ley está recién mostrando sus frutos. Hemos visto mejoras en el estado de la biomasa del jurel, en langostinos, camarones y la sardina. Estamos viendo mejoras también en la anchoveta y es posible que el gobierno, este o el próximo año, la quiera incluir dentro de las pesquerías que han alcanzado su RMS, y, por lo tanto, hacer una licitación. ¿Es perfectible?, lo es. En ese sentido, me parece muy positivo que la FAO, que es un organismo técnico y cuya preocupación es que la extracción pesquera sea sustentable en el tiempo, la esté revisando.

¿Se está recuperando la industria?

Pienso que la administración pesquera que estamos haciendo es responsable.

¿Cuándo volverán a la estabilidad?

Si perseveramos en la buena administración pesquera que esta ley permite, puede ser luego, pero el resto lo hace la naturaleza y la tierra y ahí no sé cuánto se pueda demorar. La recuperación de la merluza, por ejemplo, es importante para Chile, pero la recuperación tiene que ver con la pesca ilegal. El jurel es una pesquería transnacional donde Chile es miembro del ORP y se ha consolidado que el país tiene el 65% de las cuotas asignadas al área regional del Pacífico Sur, eso va por buen camino. Por lo tanto, creo que estamos mucho mejor, porque hemos sentado las bases para que la administración pesquera sea la adecuada y ahora hay que esperar que la naturaleza nos dé sus frutos.

Salmones: “hay mucho trabajo que hacer”

El precio del salmón cayó cerca de 30% el 2015, ¿qué expectativas hay sobre cómo evolucionará la industria en 2016?

Para 2016 esperamos un crecimiento nulo en la oferta y demanda mundial y también esperamos que haya una mayor estabilidad cambiaria que la vista el año pasado. Esta situación de demanda y oferta debería ir mostrando una tendencia ascendente de los precios hasta acercase al nivel de tendencia (US$ 4,5 la libra, en Estados Unidos) durante el 2017. Por lo tanto, este año estará marcado por un primer semestre sin mayor gracia y un segundo con una recuperación mayor cuando esta nulidad de crecimiento en la demanda se exprese.

Pero en las primeras semanas de enero el precio mostró una recuperación, ¿eso sorprendió?

Esperábamos una tendencia positiva durante el año, pero personalmente esperaba una situación más bien plana durante el primer semestre. Este repunte me tiene contento. Es una buena noticia.

¿Por qué hoy se vuelven a cuestionar los reglamentos del sector? Después del ISA se trabajó mucho en esto y hoy vuelve a ser relevante para la sustentabilidad del sector.

El ISA efectivamente marca un antes y un después en la preocupación por regular y normar adecuadamente al sector para darle sustentabilidad, pero como toda obra humana, se requiere aprendizaje y mejoras. Hoy día, la ejecución e implementación práctica, en terreno, de lo que se pensó conceptualmente no ha dado los resultados que se esperaba y hay que corregirlo y hay que hacerlo, porque si no es así, el sector no será sustentable.

¿Las cosas antes se hicieron mal? 

Lo que se hizo, se hizo en un momento de gran estrés para el país y para la industria y se hizo lo que, en ese momento, con la información que había en ese momento, se creyó mejor. Ahora lo que pasa es que han pasado siete años y hoy día sabemos más y somos más maduros, por lo tanto, hay que corregir las cosas que se hicieron mal. Eso no quiere decir que se hizo mal conscientemente. Hoy hay mucho trabajo que hacer, pero no hay ningún inconveniente en hacerlo, pero hay que corregir las cosas importantes sin dilatarlas.

¿Qué puntos no están resultando?

La simultaneidad en los descansos por barrios. Esta medida no ha cumplido su propósito original. Ha demostrado que no funciona, porque como todos tenemos que sembrar para cosechar en el mismo momento, en los tiempos en que los barrios se acercan a su descanso obligatorio, se producen cerros de biomasa y que están en zonas muy compactas geográficamente, y por lo tanto, se generan todas las condiciones para que haya problemas sanitarios. Eso hay que corregirlo porque es una fuente importante de costos para la industria.

¿Cómo se puede corregir?

Lo que hay que preservar de la regulación es la coordinación en los descansos, pero no la simultaneidad. Idealmente uno podría decir que en un barrio se van a sembrar de a poco cada mes. Y lo único que se debe cumplir es que todos tengan que descansar en algún período de tiempo, que podría ser tres o cuatro meses y para eso tiene que salir de sus concesiones y dejar que se limpien por un período de tiempo, pero eso no quiere decir que tus vecinos también tengan que hacerlo. Eso bajaría en forma considerable la biomasa promedio que hay en el barrio, porque el problema de la simultaneidad es que hacemos colapsar la capacidad de carga de un barrio, forzando a toda la gente a que alcance su peak de biomasa en el mismo momento y eso es grave desde el punto de vista sanitario.

Concesiones

¿Este podría ser el año en que finalmente se concrete la relocalización de las concesiones?

Eso se está pensando y se está discutiendo, pero finalmente no hay una solución eficiente, rápida y expedita como ha sido en el ordenamiento inmobiliario, como, por ejemplo, en la ley del mono, donde se estableció un tiempo estimado para corregir los problemas. Acá necesitamos que nos digan, señores, tienen un año para hacer los reordenamientos, para fusionar unas concesiones con otras y para dejar más separadas unas concesiones de otras. Presenten sus solicitudes, tenemos un mecanismo express y en un año se resuelve. Pero eso no ha pasado.

¿Y qué pasa con la medida que busca regular las producciones?

Hoy día el reglamento de densidades ha probado no ser eficiente ni eficaz para ordenar el modelo productivo chileno. Mi opinión es que debemos avanzar hacia un modelo de cargas máximas por zona biológica común. Eso significa hacer una zonificación que tiene que ver con el tema de los barrios, para establecer cuáles son las áreas comunes biológicamente, ver históricamente cuánto han sido las capacidades máximas de biomasa que uno puede poner en esas zonas y, en ese caso, establecer las restricciones de carga de biomasa.

¿Siente que el gobierno ha dejado de lado al sector en su sentido de urgencia?

Creo que la autoridad hoy tiene claro que este sector tiene una situación muy compleja, que no es sustentable de la manera en que se está regulando y ordenando. Y creo que tiene la intención de hacer las modificaciones para corregir esto. Mi aprensión es que la autoridad tenga la visión futura para embarcarse en los cambios estructurales que la industria necesita y que no sean parches, porque en este país ya tenemos una buena historia de parches que no funcionan. Esta materia es muy seria.

¿Cuánto tiempo más pueden aguantar las empresas salmoneras?

No lo sé.  Lo que sí sé es que no hay ninguna empresa que eternamente pueda perder plata. No entiendo un negocio que permanentemente no deja márgenes para poder hacer todo lo que una empresa tiene que hacer y, en ese sentido, se entiende que hoy la industria tiene un problema de sustentabilidad.