Detectan impacto del lavado de redes y desparasitación en branquias de peces

Liv Østevik.

Noruega: Un estudio de doctorado muestra que los procesos operativos, como el lavado de redes y la eliminación de piojos, pueden provocar daños en las branquias del salmón.

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La estudiante de doctorado de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida (NMBU), Liv Østevik, defendió su tesis titulada "Infecciones branquiales, patología branquial y mortalidad relacionada con las branquias en salmón Atlántico de cultivo", en la que evaluó justamente el impacto de distintos manejos productivos en este órgano.

“Las investigaciones anteriores sobre los trastornos branquiales se han centrado en gran medida en la importancia de los agentes infecciosos, es decir, bacterias, virus y parásitos. Todavía se necesita mayor conocimiento sobre la importancia de estos, pero también es importante comprender si los procesos operativos, como el lavado de redes y los métodos no farmacológicos de eliminación de piojos, pueden afectar la salud de las branquias y si la cantidad de plancton en el mar tiene algo que decir”, señala Østevik.

Así, su estudio mostró que los procesos operativos como el lavado de redes y la eliminación térmica y mecánica de piojos pueden afectar negativamente la salud de las branquias. Østevik realizó tres estudios de campo diferentes con muestreos antes y después del lavado de redes y las desparasitaciones.

Su hipótesis era que el lavado de la red puede dañar las branquias porque una gran cantidad de partículas ingresan al agua cuando el foulling se desprende de la red.

“El primer día después del lavado de redes con foulling moderado, vimos que hubo un aumento en el número de peces con daño branquial”, comenta Østevik.

También hubo un aumento en la extensión del daño branquial después de la desparasitación mecánica y térmica, aunque la cantidad de tejido branquial dañado fue relativamente baja.

“Después de ambos métodos de tratamiento, vimos un aumento en el número de peces con varios microorganismos en sus branquias. Después de la desparasitación térmica, encontramos un aumento en la cantidad de Candidatus Branchiomonas cysticola detectada por PCR, y encontramos más actividad en los genes implicados en el estrés, inflamación, reparación y proliferación celular. Además, murieron más peces diariamente durante el período de desparasitación que en el mes anterior a la desparasitación”, explica la candidata a doctorado.