Foto: Blumar.

Clasificadora de riesgo asigna tendencia estable a las operaciones de Blumar

Chile: De acuerdo con el reporte de Humphreys, los últimos trimestres evidencian una reducción de las pérdidas en la empresa, manteniéndose un elevado indicador de liquidez corriente. 

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Humphreys decidió mantener en “Categoría A-“ y modificar la tendencia desde “En Observación” a “Estable” a la clasificación de las líneas de bonos de Blumar.

El cambio de la tendencia de clasificación, desde “En Observación” a “Estable”, se debe a la constatación, en los hechos, “que las eventuales disrupciones en el proceso productivo o en la cadena logística han sido enfrentados mediante la aplicación de severos protocolos sanitarios, lo que se ha traducido, más allá de pérdida de productividad transitorias o incremento de los costos, en una operación estable durante los meses de mayores restricciones a la movilidad durante 2020. Asimismo, los últimos trimestres evidencian una reducción de las pérdidas, manteniéndose un elevado indicador de liquidez corriente”.

La clasificación de riesgo de las líneas de bonos, en “Categoría A-“, se fundamenta “en el modelo de negocio desarrollado por la compañía el cual, al operar simultáneamente en los segmentos acuícola y pesquero, le permite disponer de una base de ingresos menos volátil (para los estándares de la industria), característica relevante para firmas que operan en industrias  procesadoras de activos biológicos con productos commodities, sujetas recurrentemente a shocks fitosanitarios, restricciones de captura y volatilidad de precios finales. En este contexto, se puede observar que no existe correlación significativa entre la industria pesquera y la acuícola; además, la producción de harina de pescado, que genera ingresos en el área pesquera y que constituye un insumo al segmento acuícola, permite atenuar parcialmente la variabilidad de los resultados finales de la empresa”.

La clasificación, según Humphreys, “también considera el explosivo aumento del volumen de exportaciones de salmón, que entre 2012 y 2018 tuvo un crecimiento promedio anual de 15,6%. Con posterioridad, no obstante, la oferta chilena ha mostrado un importante grado de estabilidad, la cual se estima se mantenga en el futuro, como resultado del nuevo marco normativo que rige a la industria, y que desincentiva incrementos abruptos de producción y, por ende, bajas pronunciadas en el nivel de precio (al menos por este factor, ya que, en sí, el precio de la harina de pescado y del salmón son variables). En el mismo sentido podría operar la posible consolidación del sector”.

Volatilidad acuícola

Según la clasificadora de riesgo, el segmento acuícola de Blumar muestra una importante volatilidad, asociado a las variaciones de precios del salmón, así como fluctuaciones en el nivel de toneladas cosechadas.

En el caso del segmento pesca, “más allá de los cuestionamientos al sector y las restricciones impuestas en el pasado a la pesca de jibia, se valora la estabilidad normativa asociada a esta actividad, y que dependen, en definitiva, de la cantidad de biomasa disponible para su captura, la cual, a su vez, está supeditada tanto de factores biológicos, como a la asignación de cuotas por país”.

Asimismo, dentro de los elementos que restringen la clasificación de riesgo de Blumar, “se consideran los riesgos biológicos asociados a la producción de peces, que sumado a los desastres naturales pueden traducirse en la pérdida de una parte o la totalidad de la biomasa de peces en engorda en mar (en el caso de los salmones) o restricciones a su captura (en el segmento de pesca), que podrían significar una caída abrupta en los ingresos de la compañía. En opinión de la clasificadora, para efectos de la clasificación de riesgo, esta característica conlleva a que la industria, tal como ya se ha señalado, deba administrarse con bajo endeudamiento y elevada liquidez”.

“También restringe la clasificación la exposición que tienen los ingresos a la volatilidad del precio de venta de sus productos, principalmente salmones y harina de pescado, variables que se encuentran fuera del control de Blumar. Con todo, cabe volver a señalar que, en el caso de la harina de pescado, este producto se utiliza como el principal insumo en la producción de salmones, razón por la cual la compañía presenta una suerte de hedge natural, aunque parcial, entre ambos segmentos ante cambios en el precio de este insumo”.

“La clasificación incorpora, además, la elevada concentración de los países de destino de las exportaciones, puesto que Estados Unidos representó aproximadamente el 26% de los ingresos totales de la compañía durante 2020”, de acuerdo con Humphreys.