Marcelo Canobra dijo que la formación de nuevos proveedores para la acuicultura ha sido lenta hasta ahora. Foto: Corfo Magallanes.

La ruta para lograr entregar alimento patagónico a la salmonicultura magallánica

Chile: En Corfo Magallanes, además, están trabajando en el surgimiento de nuevos proveedores acuícolas 100% regionales para la industria salmonicultora austral, lo cual todavía es un punto pendiente. 

Publicado Actualizado

“Soñar con tener un alimento patagónico para salmones, va a ser un trabajo muy interesante, con un objetivo que va a ser revolucionario para nuestro sector”, así calificó Marcelo Canobra, director regional Corfo Magallanes, en conversación con SalmonExpert, la eventual producción regional de insumos para la fabricación de alimentos para salmones, en el marco del Programa Estratégico Mesoregional (PEM) Salmón Más Sustentable de Corfo.

La iniciativa busca promover un cambio en el modelo asociado a la producción local de insumos nutricionales para la salmonicultura, utilizando fuentes vegetales de cultivo, que integraría alrededor de 250 mil nuevas hectáreas agrícolas de las regiones de La Araucanía, Los Lagos, Aysén y Magallanes. “Tiene que darse un todo para que empecemos a tener producciones que, complementariamente, permitan el funcionamiento de una fábrica de alimentos de salmones, en base a materias primas patagónicas”, explica la Autoridad de Gobierno.

Canobra asegura que la salmonicultura en su región austral, aún no es una actividad significativa para los proveedores, pero que en el corto plazo debería serlo. “¿Y como se logra? Trabajando en programas de proveedores muy potente. Lo que necesitamos es que la prestación de servicios, que es parte significativa de los costos de la industria salmonicultora, quede en Magallanes y no tengan que seguir dependiendo de proveedores especializados de la región de Los Lagos”.

Usted habla que el proyecto de alimento patagónico para salmones “va a ser revolucionario” para el sector. ¿A qué se refiere?

En este momento, las importaciones de materia prima e ingredientes para alimento de salmón bordea los US$2.300 a US$2.500 millones. Estaríamos hablando de un programa que sustituiría importaciones por un monto muy significativo y que tendría un impacto productivo y económico sobre cuatro regiones del país.

En el marco de esta iniciativa, ¿qué implican los cultivos complementarios por región?

Que cada región se especializará en sus propios cultivos de forma complementaria. En Aysén se trabajará con granos de cereales, ejemplo, trigo o cebada, también, leguminosas como lupino y arveja. En Los Lagos, se realizará el cultivo de oleaginosa, mientras que La Araucanía, se pueden abarcar todos los cultivos anteriores, pero la gracia de incorporar a las tres regiones sur australes es que se incorporan nuevas zonas de cultivo.

¿Y en el caso de la región de Magallanes?

En donde estamos 100% seguros que tenemos ventajas comparativas, es en el cultivo de alfalfa y de trébol rosado, ambas leguminosas sirven para obtener concentrado proteico. Ya es una materia prima incorporada en la fabricación de alimentos de salmones, por lo tanto, si sabemos que nosotros tenemos condiciones comparativas que nos benefician, podríamos crear toda una base de producción de gran envergadura en base a estos cultivos de alfalfa.

¿Cómo se proyecta el uso de las tierras para este tipo de cultivos en Magallanes?

Magallanes tiene 3.300.000 hectáreas de uso ganadero, de las que hicimos un levantamiento, para saber cuáles eran los terrenos de mayor capacidad productiva para estos cultivos y llegamos a 500 mil hectáreas. De esas 500 mil hectáreas, hicimos una segunda derivada para saber cuáles tenían mejores condiciones. Por ejemplo, cuáles estaban más cerca de los caminos, que tenían cursos fluviales, y de ese modo, llegamos a 150 mil hectáreas de cultivo para alfalfa y parte de ella para trébol rosado.  

Eso significa que nosotros podríamos estar produciendo 8 mil kilos de materia fija por hectárea (alfalfa), de las cuales 4 mil kilos son hojas, que es lo que se utiliza para el concentrado proteico, de tal manera que podríamos obtener 2 mil kilos de concentrado proteico por hectárea, y multiplicado por las 150 mil hectáreas ya son 300 mil toneladas de concentrado proteico. Estamos hablando que en Estados Unidos el valor del concentrado proteico de alfalfa es de US$1.000 a US$1.200 por tonelada, por lo que consideramos ingresos de hasta los US$360 millones para una actividad nueva.

¿Con qué ojos ven esta iniciativa los propietarios de los predios?

No afecta a la producción ovina que tenemos acá, porque esas 150 mil hectáreas que estas cultivando, el 50% del cultivo de alfalfa: son tallos -que no se usan como base proteica- y es un muy buen alimento para los ovinos. Con lo que queda en el predio, se podría aumentar la producción ovina de las 0,8 unidades ovinas por hectárea, a 5 unidades ovinas en la superficie donde se están haciendo estos cultivos extensivos. Por lo tanto, para el ganadero, más allá que va a obtener un nuevo producto, que será comercializado, también podrá aumentar su producción ovina, eso es muy interesante.

¿Cómo va la formación de nuevos proveedores acuícolas a través de Corfo?

Vamos bastante lento. Hicimos un programa especial de reconversión de personas que tenían competencias profesionales especiales y que querían convertirse en proveedores de salmones, pero fue muy acotado. Tenemos que aumentar la velocidad y el impacto y eso significa que este año debemos tener un programa de desarrolladores de proveedores bien potente y de mayor envergadura. Todavía seguimos como Magallanes trayendo servicios desde la región de Los Lagos, y eso no es bueno para nadie.

¿A qué se refiere con eso?

Mientras no se note un arraigo de la población sobre la acuicultura y un impacto sobre la economía regional, habrá hasta cierto punto un desapego a nivel regional respecto a la salmonicultura. Un programa de proveedores potente donde se vea que se están integrando empresas locales o se están conformando nuevas empresas para prestar servicios a la salmonicultura es importante, entendiendo además que en Magallanes tenemos 160 mil toneladas de cosecha de peces y que estamos dependiendo de muchos servicios de Puerto Montt, donde esa dependencia hace que la actividad no sea sostenible a largo plazo.