Alcaldesa de Ancud: “No cumplieron protocolos de vertimiento de mortalidad”

Chile: En entrevista con Salmonexpert, Soledad Moreno, alcaldesa de Ancud, una de las comunas en que los pescadores artesanales afectados por la marea roja aún no deponen las tomas de caminos y manifestaciones, comentó acerca de las demandas interpuestas contra Sernapesca y la Armada de Chile por la autorización del vertimiento de más de cuatro mil toneladas de salmones muertos al mar.

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Desde enero de este año, el sur del país ha sido testigo de las devastadoras Floraciones Algales Nocivas (FANs), que causaron la muerte de 39 mil toneladas de salmón, de las cuales, según lo informado por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y la Armada de Chile, cerca de 4.639 fueron arrojadas al mar, acción amparada por el Protocolo de Londres. Al mismo tiempo, la presencia de Veneno Paralizante del Marisco (VPM), asociado con el dinoflagelado Alexandrium catenella, está afectando la fuente laboral de miles de pescadores artesanales.

Aunque desde las autoridades gubernamentales y el mundo científico han descartado la posibilidad de la relación entre el vertimiento de la mortalidad de salmones al mar y la profundización del fenómeno de marea roja, los dirigentes sociales y algunos científicos insisten en la posibilidad que ambos eventos sí estén conectados.

Paralización de Los Lagos

Frente al rechazo del actuar del Gobierno para paliar la crisis social y medio ambiental, y a la necesidad de realizar estudios medio ambientales en la zona sobre el impacto de la actividad salmonicultora, hace más de dos semanas, los pescadores artesanales de la Región de Los Lagos se tomaron las vías de acceso a Chiloé, además de varios puntos de la Ruta 5, desde la altura de Maullín hacia Pargua, aislando gran parte de la región.

En Chiloé, las comunas de Ancud, Quellón y Quemchi aún no llegan a un acuerdo con las autoridades, mientras que las siete comunas restantes de la isla sí lo hicieron, aceptando un bono de $ 750 mil, entre otros compromisos asumidos por el Gobierno.

Ancud

La alcaldesa de Ancud, Soledad Moreno interpuso acciones legales contra las autoridades, con el fin de esclarecer responsabilidades en el vertimiento de salmones muertos al mar y exigir compensaciones para los habitantes de la isla de Chiloé.

“Nosotros abordamos este tema en tres áreas: mediante una querella interpuesta en la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, otra querella criminal en Ancud, ambas contra el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura y la Armada de Chile, y también una presentación ante el Tribunal Ambiental de Valdivia, donde pedimos la reparación del daño ambiental”, afirmó la alcaldesa.

¿Cómo se configuran estas querellas?

Está totalmente instalado en la comuna que el vertido de salmones incidió fuertemente en esta marea roja. Lo que se reclama es la vulneración al derecho de vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Pero también es una garantía constitucional, que las autoridades tienen la obligación de resguardar, por eso que la primera querella tiene como objeto saber cómo se hizo el vertido. Existen rigurosos protocolos a seguir que a nuestro juicio no se cumplieron.

Las autoridades han declarado que ampararon su decisión en base al Protocolo de Londres, ¿no está de acuerdo con lo establecido por el Derecho Internacional?

Quienes llevan adelante todo esto tienen claridad de que el protocolo no se cumplió. Nosotros vamos tras esas responsabilidades primero. La información que tenemos, y que es un sentir arraigado en la piel de nuestra gente, es que hay muchos aspectos que no se cumplieron.

Día a día se veían los barcos que vinieron a verter los salmones, no estaban dentro de las millas que se dicen. Si uno empieza a analizar tenemos mucha información sobre el no cumplimiento de los protocolos, y ahí está nuestro derecho, de decir que deberían haberse cumplido.

Desde el día en que se anuncia la marea roja en la comuna de Ancud, la preocupación de los trabajadores radicar en un reclamo unánime por la contaminación que se ha ejercido por muchos años.

¿A qué apunta la demanda interpuesta en el Tribunal Ambiental?

Esta demanda apela a la protección del ecosistema marino, a nuestro sistema socio económico y a la pérdida de fuentes laborales, es algo tremendo. Pero también hacia la disminución de calidad de vida de los habitantes de la isla. La demanda pide la reparación del daño al medio ambiente, pero también la reparación de los ingresos económicos de los pescadores afectados, de sus familias y de toda la comunidad. 

¿Han establecido diálogos con las salmonicultoras presentes en la isla?

No. Yo creo que es muy probable que todas las empresas salmonicultoras hayan cumplido con lo que está establecido, pero el problema es que no existen normas rigurosas para proteger el medio ambiente. Nosotros vamos tras el derecho que tienen los ciudadanos de vivir en un lugar no contaminado, y también que ojalá haya reparación.

¿Tiene algún llamado para la industria salmonicultora?

Sí: asumir ante este desastre ecológico, social y económico. Si en este minuto las reglas del juego no están muy claras, toda empresa debiera asumir un compromiso mayor respecto de lo que nos está pasando.

Este desastre nos debe impulsar a todos, mi misión y que la he asumido con los costos que tenga es justamente plasmar el sentir de mi gente en los tribunales y tal vez con esto, recuperemos un poco de credibilidad y confianza. Yo creo que las cosas se han hecho mal, y si uno no tiene encima el deber de cumplir, se debe tener consciencia de cuidar el medio ambiente y en ese sentido nadie está exento de responsabilidad.

¿Cómo van las conversaciones entre los dirigentes sociales de Ancud y el Ministro de Economía? Recientemente anunciaron que su retiro de la mesa regional de negociación.  

El viernes pasado terminaron abruptamente, y no fue con él, sino con su equipo. Lamentablemente, hay algunos puntos que serán muy complejos de superar, pero tengo la impresión que hay un nuevo planteamiento de la mesa de marea roja. Nuestros dirigentes cada vez se van ajustando un poco más.

Debo reiterar que la situación de Ancud es muy distinta a la de otras comunas, debido a su extensa ruralidad, tenemos mucha gente que vive del mar y la tierra de manera informal, por lo que cuesta que el beneficio del Gobierno también les llegue.

Por un tema de escolaridad, la gran mayoría de los buzos de mi comuna son recolectores de orilla porque no tienen octavo básico, requisito para obtener su carnet para ser buzos. Tenemos una complejidad tremenda de informalidad, y eso también es difícil para los dirigentes, bajar una movilización como esta sin tener respuesta a esta enorme cantidad de gente que está abogando para tener un pequeño apoyo en esta catástrofe.