Centros de cultivos salmonicultores en parques o reservas nacionales vulneran derechos indígenas

Margarita Vargas, Convencional Constituyente Kawésqar afirma que no es partidaria de más concesiones en territorio Kawésqar, pero reconoce que la industria es una fuente laboral en una zona donde hoy no hay oportunidades para su pueblo.

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“Me parece que se debe parar este tipo de concesiones, tener un mayor control respecto a la cantidad, a la calidad y la forma cómo se está utilizando el recurso natural -en este caso el mar- para que se puedan instalar estas industrias invasivas”, dice la convencional constituyente Kawésqar, Margarita Vargas, respecto de la posibilidad de entrega de nuevas concesiones para la salmonicultura en los canales magallánicos.

“Es una industria invasiva que, si bien a corto plazo genera empleo, a largo plazo es un tremendo daño a la naturaleza, a la biodiversidad (…) a la salud”, recalca.

En entrevista con Salmonexpert la representante del pueblo Kawésqar aclara sin embargo que, en su rol de constituyente tiene que tener “una mirada mucho más transversal, amplia” y considerar que en su pueblo “existen trabajadores que están en la industria (…) también hay comunidades indígenas en Puerto Natales, que tienen convenios”, lo que atribuye a que en la zona hoy no hay otras fuentes laborales.

“Las personas Kawésqar que trabajan es porque no hay otras oportunidades y también tienen que preocuparse de su núcleo familiar, de llevar el sustento económico de la familia”, agrega.

“Yo en lo personal estoy en desacuerdo. Mi comunidad indígena no tiene convenio con la industria (salmonicultora)”, recalca y agrega que “lo que hay que hacer es revisar este modelo económico, esta industria y llevar a cabo una coadministración para aquellas personas o comunidades kawésqar que la están apoyando”.

Vargas plantea que la planificación estratégica, el modelo de desarrollo económico para la zona de los canales debe considerar la sustentabilidad. Y apunta al turismo, “como Kawésqar tenemos conocimiento amplio del territorio, de la biodiversidad y sería una oportunidad para poder desarrollar ahí emprendimientos y crear oportunidades laborales, que sean en una industria sustentable”.

La constituyente acusa además que en el caso de los centros de cultivos en parques o reservas nacionales “hay una vulneración de derechos del territorio Kawésqar”, “protegidos también por convenios internacionales, ratificados por Chile”, enfatiza citando el Convenio Nº169 de la ONU, para fundamentar sus dichos.  

“El Estado no está protegiendo, cuidando sectores que por miles de años han tenido aguas puras, prístinas”, como lo es Patagonia, “y se está generando tremendo daño que no visualiza a corto plazo”, apunta.

Y critica el control, “no funciona en forma adecuada”, “es nefasto”, “no apunta a mejorar la calidad de los procesos productivos. No hay seguimiento, no hay una tecnología tan bien implementada, la logística, el control de los residuos que muchas veces se tiran al mar, dañando a los peces, a la fauna, la flora”, detalla.

“Al identificar irregularidades, no se llevan a cabo las acciones correctivas. Tiene que haber una mayor responsabilidad, un control, un trabajo integral de todas las instituciones”, afirma como salud, legislación laboral, cuidado del medio ambiente y la protección de la biodiversidad o Sernapesca. Y también la Gobernación Marítima, agrega, “porque ellos controlan muy bien a pequeñas y medianas empresas de pescadores, por ejemplo, pero no así a grandes industrias porque tengo la sensación que ellos aseguran que esta industrias tienen procesos productivos de altos estándares de calidad y entonces se relajan y apunta a hacer intervenciones permanentemente a los pescadores, quienes han sido dañados por esta industria invasiva, por este modelo económico”, puntualiza.