Agua fría: ¿nuevo tratamiento para el piojo de mar?
Noruega: Científicos de Noruega y Australia evidenciaron un efecto positivo en la eliminación de piojos del salmón, pero negativo en el bienestar animal a raíz del tratamiento térmico con agua fría.
El tratamiento térmico con agua tibia es uno de los distintos métodos para el control del piojo de mar. Sin embargo, este tipo de tratamiento no es completamente efectivo para eliminar todos los estadios del piojo, pero se estima que puede eliminar entre el 75% y 100% de los piojos móviles.
Una gran desventaja de este método es que puede ocasionar diferentes consecuencias que atentan contra el bienestar de los peces después del tratamiento. Si bien el tratamiento térmico con agua tibia es frecuentemente utilizado en Noruega, no se ha investigado el enfoque opuesto; el tratamiento con agua fría.
El rango térmico óptimo para los piojos de mar es desconocido, no obstante, se sabe que requieren temperaturas > 4°C para completar con éxito su ciclo de vida, y que bajo esta temperatura, las hembras maduras, huevos y larvas, no logran alcanzar la etapa infectiva.
A pesar de lo anterior, poco se sabe sobre cómo los piojos enfrentan una rápida disminución de la temperatura y si esto podría causar mortalidad o reducir su capacidad para permanecer anclado al salmón.
Con estos antecedentes, investigadores de la Universidad de Melbourne, Australia, y el Instituto de Investigaciónes Marinas, Noruega, analizaron si el tratamiento térmico con agua fría es una estrategia viable como método antiparasitario.
Efectivo hasta cierto punto
Para ello, expusieron peces infectados con Lepeophtheirus salmonis a una transferencia rápida desde los 15°C a varias temperaturas bajas de tratamiento para diferentes duraciones y en conjunto analizaron si se producía algún daño en los peces que atentara en contra del bienestar animal.
Así, probaron los efectos del tratamiento con agua fría a corto plazo (0,5 y 10 min) y a largo plazo (30 y 240 min) a temperaturas de -1, 1 o 5°C divididos en 8 grupos.
“Los tratamientos con agua a -1°C durante 10 minutos y 1°C durante 240 minutos redujeron las cargas de piojos móviles, pero crearon más daño en la piel y los ojos que los tratamientos controles”, señalaron los autores en cuanto a sus resultados.
Sin embargo, también plantearon que a pesar de tener un posible potencial como método de control, los efectos a largo plazo en el bienestar de los peces y los posibles impactos evolutivos en las tolerancias térmicas de los piojos deben considerarse junto con su uso.
“Nuestros resultados sobre el efecto antiparasitario y de bienestar requieren una investigación detallada a escala industrial, ya que la aglomeración, el bombeo y el paso de peces a través de unidades de tratamiento añaden efectos adicionales y posiblemente sinérgicos en la eliminación de los piojos y plantean más riesgos de bienestar animal”, concluyeron.
Lea el abstract atículo titulado “Thermal delousing with cold water: Effects on salmon lice removal and salmon welfare“ aquí.
