Autoridades investigan el homicidio. Foto: Armada de Chile.

Buzo mariscador de embarcación salmonicultora queda en prisión por homicidio

Chile: La tripulación de Siviano decidió asar medio cordero y compartir bebidas alcohólicas. La nave quedó a unos 10 metros de la orilla de isla Grande, en el seno Skyring, y allí ocurrió la lamentable situación.

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Por el delito de homicidio será investigado el buzo mariscador Luciano Osses, quien quedó recluido en la cárcel de Punta Arenas, región de Magallanes.

Esta persona fue formalizada el viernes por el crimen de Felipe Mancilla, de 30 años, también buzo mariscador, nacido en Osorno, pero con dirección Carelmapu, comuna de Maullín.

Frente a esto, el fiscal Sebastián González dio a conocer detalles del hecho ocurrido el martes 7 de diciembre, en el borde costero de isla Grande, en seno Skyring, comuna de Río Verde. Ese día la tripulación de la embarcación Siviano, que otorga servicios a la salmonicultura, decidió bajar a tierra a preparar un asado en la playa del lugar.

Según publica La Prensa Austral, “en medio de esta actividad, acompañada de mucho licor, surgió la agresión. Osses tenía un cuchillo que tomó en la embarcación y apuñaló de una certera estocada a quien ejercía el cargo de supervisor de la nave. La muerte vino rato después, cuando intentaban reanimarlo, debido a un “traumatismo torácico”, y fue llevado en la misma embarcación Siviano a Puerto Nuevo”.

Al arribo esperaba personal de la posta de Salud de Río Verde, que sólo se limitó a constatar el deceso, a las 21:45 horas. Pasadas la una de la mañana del miércoles, llegó la Brigada de Homicidios de la PDI a realizar los peritajes.

Seis personas conformaban la tripulación del Siviano, entre ellos buzos mariscadores, cocinero, supervisor, motorista y el capitán. Todos coincidieron en la declaración entregada a la PDI, en cuanto a que al mediodía decidieron asar medio cordero y compartir bebidas alcohólicas. La embarcación quedó a unos 10 metros de la orilla de isla Grande.

Cerca de las seis de la tarde, cuando terminaba el encuentro, vieron a Felipe conversar con Luciano. El primero, en calidad de supervisor, le manifestó que al día siguiente tendría que bucear. Nadie escuchó en ese momento alguna discusión o pelea entre ellos.

Sin embargo, Osses volvió a la embarcación por unos minutos, se presume a buscar el cuchillo con el que ultimó a su compañero de trabajo. El cocinero, otro de los testigos, vio cuando él se abalanzó sobre Felipe y estiró el brazo para propinarle una estocada.

Intentó impedirlo, pero no pudo ya que sólo alcanzó a golpearlo en la cara, escapando luego el imputado por la playa. El cuerpo de Felipe Mancilla viajó a Carelmapu, comuna de Maullín.