Salmón del Atlántico (Salmo salar). Corazón (H&E, 100X). Se observa oclusión del lumen de la arteria por la presencia de un trombo, formado por trama friable de plaquetas, fibrina, eritrocitos y leucocitos en degeneración. A la izquierda de la imagen se puede apreciar laminaciones correspondientes a las líneas de Zahn. Imagen: Dr. Marcos Godoy.

Caracterizan trombosis coronaria en salmón Atlántico

Chile: La hemostasia y la trombosis implican tres componentes: la pared vascular (sobre todo el endotelio), las plaquetas y la cascada de la coagulación, afirma el Dr. Marcos Godoy.

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La hemostasia normal es consecuencia de un proceso estrechamente regulado que mantiene la sangre en estado líquido dentro de los vasos normales, pero permite la formación rápida de un coágulo hemostático en el lugar de una lesión vascular. El equivalente patológico de la hemostasia es la trombosis, que implica la formación de un coágulo de sangre (trombo) en los vasos intactos, de acuerdo con lo señalado por el Dr. Marcos Godoy en su sitio web.

La hemostasia y la trombosis en salmón Atlántico implican tres componentes: la pared vascular (sobre todo el endotelio), las plaquetas y la cascada de la coagulación. Este comentario empieza con la descripción de la vía hemostática normal y su regulación. Tras analizar los elementos de la hemostasia normal, vamos a centrarnos en las tres alteraciones primarias que ocasionan la formación de trombos (la denominada tríada de Virchow): 1) lesión endotelial; 2) estasis o flujo turbulento de la sangre, y 3) hipercoagulabilidad de la sangre (Kumar et al., 2010).

“Los trombos pueden desarrollarse a cualquier nivel del aparato cardiovascular (p. ej., en las cámaras cardíacas, en las válvulas o en las arterias, venas o capilares). El tamaño y la forma de los trombos dependen de su lugar de origen y la causa. Los trombos arteriales o cardíacos suelen aparecer en focos de lesión endotelial o turbulencia, mientras que los venosos se localizan en lugares con estasis. Los trombos se unen de forma focal a la superficie vascular subyacente; los trombos arteriales suelen crecer de forma retrógrada desde el punto de inserción, mientras que los venosos se extienden en la dirección del flujo (ambos se propagan hacia el corazón). La parte del trombo que crece suele estar mal anclada y muestra tendencia a la fragmentación y embolización (Kumar et al., 2010)”, según el Dr. Godoy.

Morfología

Los trombos presentan con frecuencia unas laminaciones macro-y microscópicas llamadas líneas de Zahn; estas líneas se corresponden con depósitos de plaquetas y fibrina pálidos, que alternan con otras capas más oscuras ricas en eritrocitos. Estas laminaciones indican que el trombo se ha formado en sangre que fluía y su presencia permite distinguir los trombos previos a la muerte de los coágulos no laminados que se forman tras la muerte. Los trombos que se localizan en las cámaras cardíacas o la luz de la aorta se llaman trombos murales.

Los trombos arteriales son con frecuencia oclusivos y su localización por orden decreciente de frecuencia es la arteria coronaria, cerebral y femoral. Se corresponden con una trama friable de plaquetas, fibrina, eritrocitos y leucocitos en degeneración. Aunque se suelen superponer sobre placas de aterosclerosis rotas, otras lesiones vasculares (vasculitis, traumatismos) también pueden ser el origen de los mismos (Kumar et al., 2010), afirma el Dr. Godoy.