Imagen referencial de alimento acuícola. Foto: Archivo Salmonexpert.

Empresas de alimentos evalúan tendencias del mercado salmonicultor chileno

Chile: Entre los principales desarrollos y desafíos de la industria, destacan las dietas funcionales y las dietas de alta energía como algo ya incorporado por los clientes.

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Salmonexpert contactó a las cuatro principales empresas productoras de alimentos para salmones (Biomar, Cargill, Salmofood y Skretting) con el objetivo de averiguar cuáles fueron las tendencias observadas durante el año 2018 en cuanto a nuevas dietas, cambios de las mismas y perspectivas futuras.

Consumo de dietas de alta energía, uso de dietas funcionales, reemplazo de materias primas que sean sustentables, reducción en el uso de alimento medicado y sistemas de control de pérdidas, fueron los tópicos destacados, evidenciándose una fuerte tendencia de la industria en general por adoptar estos cambios y así alcanzar mejores resultados productivos. 

Dietas de alta energía

Las dietas de alta energía están siendo ampliamente utilizadas por los productores chilenos ya que optimizan el rendimiento del pez.

“Estas dietas ya se han consolidado en la industria, contribuyendo a un mejor uso del alimento, una disminución del FCR, y por otra parte, a un mayor crecimiento de los peces, con mayores pesos de cosecha o favoreciendo la disminución en los tiempos de engorda. Hoy vemos que el uso de esta estrategia se ha validado en diferentes productores, especies y áreas de cultivo, por lo que se ha posicionado como un método costo-efectivo ampliamente utilizado, formando parte de la base de la estrategia productiva de la industria”, plantea Agustín Adasme, Product Manager de Dietas de Engorda de Skretting Chile.

Agustín Adasme, Product Manager de Dietas de Engorda de Skretting Chile. Foto: Skretting.

Sin embargo, las dietas de alta energía no eran algo común hace algunos años y la industria nacional ha tenido que ir incorporándolas de a poco junto con los desarrollos de las plantas elaboradoras de alimentos.

Según comenta Nicolás Seguel, analista comercial y de marketing de Salmofood, “hace un par de años atrás sólo unos cuantos productores utilizaban dietas alta energía. Junto con ellos, nos enfocamos en conocer los beneficios que generan este tipo de dietas. No fue un trabajo fácil, pero con el tiempo se han demostrado mejoras productivas considerables bajo condiciones reales de la salmonicultura chilena. Actualmente, gran parte de nuestros clientes utilizan estrategias nutricionales que contemplan el uso de alimentos con el concepto de alta energía en algún momento del ciclo productivo, con inclusiones de 38% o más de lípidos en las dietas”.

Nicolás Seguel, analista comercial y marketing de Salmofood. Foto: Linkedin.

En cuanto al futuro de estas dietas, Francisco Valdés, Gerente Comercial de BioMar Chile, señala que “actualmente, alrededor del 85% de nuestros clientes ha incorporado este tipo de dietas y ellos han sido testigos de sus beneficios en términos de crecimiento y resultados productivos. Con los desafíos que ello implica en términos productivos en la fabricación del alimento, creemos fuertemente que esta tendencia se está desarrollando, en colaboración con los clientes, y probablemente la demanda por este tipo de alimento será levemente mayor durante el 2019”.

Misma tendencia que observan en Cargill. “Actualmente, los niveles de energía de las dietas son equivalentes a los usados por los productores Noruegos. Esta tendencia se explica por la búsqueda de la optimización de los resultados productivos y maximización de la producción de biomasa. La tendencia a futuro es a seguir subiendo los niveles de energía de las dietas, sin embargo, este proceso debe ir acompañado de una evaluación del impacto de estas dietas sobre el bienestar de los peces y la calidad del producto final”, argumentan Rodrigo Solervicens, Strategy, marketing and Technology Director y Javier González, Technical Director de la empresa.

Dietas funcionales

Francisco Valdés, Gerente Comercial de BioMar. Foto: Biomar.

En tanto, las dietas funcionales tienen innumerables beneficios para distintas problemáticas enfocadas principalmente en la prevención, por lo que su utilización es un complemento a las estrategias productivas y sanitarias. Sin embargo, se deben utilizar en el momento adecuado.

Tal y como lo plantea el Product Manager de Dietas de Engorda de Skretting Chile, quién manifiesta que “hoy las dietas funcionales se han posicionado en la industria como un herramienta complementaria en las estrategias sanitarias de las diferentes compañías, siendo una ayuda indispensable en la disminución del uso de antibióticos en la industria, así como también en una mejora en el estatus sanitarios y bienestar de los peces”.

Para la solución de posibles fallas, el analista comercial y de marketing de Salmofood esclarece que “los alimentos funcionales se han transformado en una opción real al momento de requerir alternativas para problemas en la producción. Sin embargo, uno de los grandes problemas y fallas que se generan al utilizar este tipo de dietas es por el desconocimiento del momento exacto para su uso. Para anticiparse a estos problemas, utilizamos nuevos recursos de análisis tales como la Inteligencia Artificial, Machine Learning, análisis histopatológicos y moleculares de última generación, demostrando con pruebas concretas los cambios morfofuncionales que generan nuestras dietas y complementos nutricionales cuando son entregadas en los momentos propicios”.

Javier González, Technical Director de Cargill. Foto: Linkedin.

Como se planteó, estas dietas entregan soluciones integrales a varios problemas. Por lo mismo, el gerente Comercial de BioMar asegura que las dietas funcionales “comienzan a dejar de ser productos aislados, y donde como empresa, hemos podido avanzar en importantes desarrollos que hoy nos permiten, específicamente, apoyar en aspectos de calidad de carne del producto final, fortalecer el sistema inmunológico de los peces, mejorar la calidad de piel y fortalecer las branquias, por mencionar los más comunes”.

En la misma linea, los representantes de Cargill señalan que con la mejora del performance productivo observado en los últimos años, logrando bajas mortalidades y óptima conversión de alimento; el uso de dietas funcionales se hace más relevante en un escenario productivo cada vez más exigente, “donde el impacto de los virus (que no pueden ser controlados con antibióticos) y la presión del mercado para bajar el consumo de medicamentos, pasan a ser el centro de la discusión. Sumado a lo anterior, la necesidad de optimización del performance, no solo en el campo sanitario, sino también en otras áreas como la calidad de producto final, hacen que el uso de dietas funcionales aparezca como una alternativa viable para mejorar la rentabilidad”.