Mark Stengel, director ejecutivo de Cultivos Pelícano. Foto: Cultivos Pelícano.

“Es grave desafectar del cultivo intensivo de salmón entre Tomé y Arauco”

Chile: El director ejecutivo de Cultivos Pelícano, Mark Stengel, admite a Salmonexpert que en regiones como las del Biobío y Ñuble “hay agrupaciones ambientalistas que se muestran contrarias a todo tipo de desarrollo acuícola”.

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Actualmente, Cultivos Pelícano es una empresa que no tiene operaciones acuícolas, pero su modelo de trabajo, que incluye la salmonicultura como iniciativa a concretarse, se basa en el desarrollo offshore, principalmente en la región de Ñuble, que cuenta con la posibilidad de utilizar varias pisciculturas y un potencial hídrico en la zona cordillerana “que beneficiará a nuestros proyectos de engorda”, afirma en entrevista a Salmonexpert el director ejecutivo de la compañía, Mark Stengel.

Si bien están enfocados en la acuicultura offshore, ¿evalúan desarrollar operaciones en tierra, como es el caso de proyectos como el presentado por Grupo Bordemar en la región del Biobío?

Esta es una iniciativa regional, cuyo modelo se fundamenta en la acuicultura offshore. En esta etapa del proyecto no contemplamos realizar cultivos en tierra, porque deseamos desarrollar alianzas con proveedores locales.

¿Qué planes de producción de salmón tienen como empresa? ¿Incluye solamente las regiones actuales o considera otras zonas?

En este momento, la iniciativa es netamente regional, y cada uno de nuestros proyectos contempla la generación de hasta 3.000 toneladas de salmón, 1.800 toneladas de cojinoba, y producciones variables de choritos y macroalgas, dependiendo del tipo de concesión.

¿La decisión de desistir a 3 de 11 centros de cultivo en la región de Ñuble, busca tomar en cuenta la presencia de loberías y de comunidades ligadas a pesca artesanal? Este punto continúa siendo un desafío para la industria chilena del salmón, que de a poco está abordando.

La decisión se tomó en base a las solicitudes surgidas durante la participación ciudadana, nuestro compromiso con el turismo y el principal patrimonio del sector, que es la lobería. Ahora bien, hay agrupaciones ambientalistas que se muestran contrarias a todo tipo de desarrollo y tratan de impedir la actividad en la zona, pero eso tampoco es posible ni compatible con el crecimiento de una región o comuna.

La idea es lograr un desarrollo sustentable, armónico y que beneficie a todos. Esperamos que la autoridad así lo entienda y no ceda a las presiones de ciertos grupos, que además hacen referencia a prácticas de antaño de la industria, de hace 20 o 30 años cuando ésta inició sus actividades en nuestro país. La normativa ambiental chilena es más estricta que la Noruega, pero hay grupos que se anclan al pasado y tratan de sacar dividendos de esto.

¿Qué opina de la normativa de Subpesca que desafecta desde Tomé a Arauco, en la región del Biobío, el cultivo intensivo de salmónidos?

Lo consideramos grave por cuanto se afecta a la principal actividad de reconversión que tiene el sector pesquero artesanal. Un sector como el acuícola necesita de zonas aptas para que otras compañías se puedan instalar y que se desarrolle una industria alrededor. Esto permite el nacimiento de proveedores, microempresarios y otras fuentes de expansión local.

Es necesaria una visión país de largo plazo y últimamente estamos viendo una serie de medidas cortoplacistas que en nada ayudan a potenciar la región. Las industrias, y más aún la acuicultura, es un área productiva que requiere certezas, reglas claras y de largo aliento.