Manuel Barange, director de Acuicultura y Pesquería de la FAO, editor del informe sobre cambio climático.

FAO: Chile y Noruega son los países acuícolas más vulnerables al cambio climático

Italia: Según el organismo, los impactos a corto plazo en la salmonicultura pueden incluir pérdidas de producción e infraestructura derivadas de eventos extremos como inundaciones, aumento del riesgo de enfermedades, parásitos y proliferación de algas nocivas.

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Recientemente, la FAO dio a conocer su informe “Impactos del cambio climático en las pesquerías y la acuicultura: Síntesis de las opciones actuales de conocimiento, adaptación y mitigación”, y reveló conclusiones que la industria chilena de productos del mar debe tener en cuenta.

Es así como, en el caso de la acuicultura marina, la FAO identificó a Chile y Noruega como los países más vulnerables al cambio climático, lo que, a su juicio, tal vez no sea sorprendente debido al gran tamaño relativo de sus respectivas industrias, principalmente las salmonicultoras.

Curiosamente, según el organismo, en términos de producción acuícola per cápita y contribución al PIB, las Islas Feroe están significativamente por encima de Chile y Noruega, pero en esta ocasión no pudieron incluirse en la evaluación debido a la falta de datos.

“Los impactos del cambio climático a corto plazo en la acuicultura pueden incluir pérdidas de producción e infraestructura derivadas de eventos extremos como inundaciones, aumento del riesgo de enfermedades, parásitos y proliferación de algas nocivas. Los impactos a largo plazo pueden incluir una menor disponibilidad de semillas silvestres y una reducción de las precipitaciones que conducen a una competencia cada vez mayor por el agua dulce”, advirtió la entidad.

Para la FAO, los bloom de algas del 2015 y 2016 “tuvieron un impacto muy fuerte en la industria del salmón chilena, afectando también al cultivo de mejillones y la pesca costera. Las pérdidas en la producción, el empleo y los medios de vida locales revelaron la vulnerabilidad del sector de ese país a las variabilidades del cambio climático”.

Proyecciones y propuestas

Las previsiones del organismo indican que el norte de la Patagonia, donde el cultivo de salmón se lleva a cabo en Chile, será sometido a un aumento de temperatura, especialmente durante el período de verano, en los próximos 50 años, “pero lo más importante, una disminución en la precipitación pronosticada resultará en menos agua dulce que ingresa a los fiordos y canales”. Asimismo, “se espera que los aumentos de temperatura sean menos pronunciados en la parte sur de la Patagonia”.  

En tanto, la entidad manifestó que la capacidad de adaptación al cambio climático por parte de la acuicultura chilena tendrá que ver con la presencia y calidad de una serie de condiciones y servicios, incluyendo la educación, la infraestructura, seguros, asistencia sanitaria, vigilancia del medio ambiente y la alerta temprana, la aplicación de la planificación basada en los riesgos, medios de vida alternativos, capacidad de trabajo conjunto institucional y adopción de mejores prácticas. El punto débil identificado fue la falta de coordinación del sector a nivel de centros de cultivo y nacional.

La FAO igualmente sugirió para Chile una mejor coordinación de las estrategias de prevención y respuesta del sector, sistemas de monitoreo y alerta transparentes y accesibles, zonificación acuícola basada en el riesgo, una mejor gestión incluyendo medidas de bioseguridad y manteniendo la producción dentro de la capacidad de carga de las unidades del ecosistema (fiordos y canales). Además del clave aumento de la diversificación de las especies más allá del cultivo de salmón.

Y también, materiales más sólidos y mejores diseños de sistemas junto con el desarrollo y la implementación de directrices técnicas rigurosas, contribuyen a reducir la vulnerabilidad al cambio climático en el subsector de la acuicultura marina de países Chile y Noruega. Tales tecnologías, sin embargo, pueden ser costosas, de acuerdo con el organismo.

Además, se propone la acuicultura en tierra y el empleo de tecnologías de sistemas de recirculación como un medio para reducir la exposición a extremos climáticos. Allí, destacó la entidad, la calidad del agua puede controlarse para satisfacer las necesidades de las especies. Sin embargo, sigue siendo comparativamente costoso y requiere altos niveles de experiencia técnica, agregando que este método necesita todavía demostrar su confiabilidad a largo plazo.

Entre otras propuestas, la FAO expone a la acuaponía como un medio para producir alimentos en áreas donde el agua dulce es limitada. Con todo, “ninguno de los sistemas es probable que sea 100% inmune a los eventos climáticos extremos”.

Alicia Gallardo, directora (s) nacional de Sernapesca.

Visión de la autoridad

Frente a esto, desde Roma, Italia, por estar en reunión de la FAO, la directora (s) nacional de Sernapesca, Alicia Gallardo, expresó a Salmonexpert su valoración al informe, “ya que es de mucha utilidad para nosotros al identificar los efectos del cambio climático en acuicultura y pesca a nivel global, estableciendo propuestas de medidas de prevención y mitigación”.

Para Chile, recalcó Gallardo, es muy importante lo anterior, “porque reconoce nuestros esfuerzos de prevención y coordinación en el ámbito de eventos ambientales relevantes como las Floraciones Algales Nocivas en el sur. Es interesante la recomendación de la FAO sobre no depender de pocas especies en la acuicultura para mitigar efectos ambientales, lo cual da bastante valor a nuestros programas de diversificación que son liderados por la Corfo”.