Marcelo Campos, socio director de Acuasesorías. Imagen: Salmonexpert.

"La acuicultura está notablemente sobrerregulada y soportando alza de costos"

Chile: De acuerdo con lo expuesto por Marcelo Campos, la industria acuicultora nacional necesita saber qué ha hecho mal, pero no recibe adecuadas respuestas, sino cada vez más regulación.

Entre los días 29 de noviembre y el 3 de diciembre se llevó a cabo el VIII Congreso Nacional de Acuicultura, actividad en la cual Marcelo Campos, socio director de Acuasesorías, presentó una charla en donde analizó la actual regulación de la salmonicultura, enfocado en los desafíos y problemas a futuro.

A lo largo de su presentación, Campos fue enfático en aclarar que la actividad está fuertemente regula por varias entidades, entre las que se encuentran Subpesca, Sernapesca, Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, Servicio de Evaluación Ambiental y Dirección General del Territorio Marítimo.

Sobreregulación

Además, plantea que luego del virus ISA, las autoridades reforzaron el marco reglamentario diseñando y estableciendo mayores restricciones y controles para el desarrollo de la acuicultura en general y de la salmonicultura en particular.

“La acuicultura está notablemente sobrerregulada y soportando una significativa alza de los costos de producción debido a la aplicación de dichas normas, que además cambian periódicamente, modificando la estructura de costos de su implementación y generando incertidumbres al momento de seguir invirtiendo. Lo antes señalado es preocupante, porque se produce un masivo pánico por parte de la sociedad civil, incluidos entre muchos otros, inversionistas, productores, trabajadores y autoridades”, explico el socio director de Acuasesorías.

Según su punto de vista, la industria acuicultora nacional necesita saber qué ha hecho mal, pero no recibe adecuadas respuestas, sino cada vez más regulación. El problema detrás de esto, exhibe, es que no todos los productores pueden asumir tantos costos.

“Dada la connotación comercial de la acuicultura nacional, no todos los mayores costos, pueden ser traspasados al consumidor final. La acuicultura nacional no puede ni debe perder competitividad ante la competencia internacional debido al peso económico de las normativas y su complejidad”, argumenta el experto.

Propuestas

Como una solución o camino hacia el que se puede avanzar, de acuerdo con el especialista, es efectuar modificaciones tendientes a ordenar, coordinar y sistematizar la regulación actual. No obstante, el ideal sería efectuar una total reingeniería de la gobernanza.

“Es urgente la decisión política de crear una institucionalidad que cuente con un Ministerio de Acuicultura, Pesca y Ordenamiento del Territorio Marítimo; éste último término, conforme a los conceptos modernos debiera denominarse “Ordenamiento del Maritorio”. Asimismo, el orden planteado no responde a una ordenación alfabética, sino a la importancia relativa de cada actividad”, estima el también asesor técnico de Acotruch.

Así, Campos plantea que otras medidas a reevaluar podrían ir en la línea de normativas diferenciadas por región y especies en producción, tipificación de las infracciones y sanciones diferenciadas conforme a la gravedad de las transgresiones legales y reglamentarias, y efectuar fiscalizaciones conforme a pautas claras y conocidas por todos.

“La acuicultura nacional no es una actividad escasa o nulamente regulada, muy por el contrario, es una actividad sobrerregulada cuyo marco normativo tiene que ser debidamente difundido, revisado y modificado”, concluye Marcelo Campos.