Siri Storteig Horn ha estudiado la heredabilidad de los ácidos grasos en reproductores de “SalmoBreed”. Ella ha encontrado grandes diferencias. Foto: Nofima

La genética puede proporcionar mayor cantidad de omega-3 en el músculo del salmón

Noruega: Nuevos hallazgos de científicos del instituto de investigación noruego Nofima, reveladon diferencias en la heredabilidad de los ácidos grasos omega-3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) en salmón Atlántico.

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El limitado suministro mundial de harina de pescado y aceite de pescado significa que la alimentación del salmón hoy en día consiste en -aproximadamente el 70%- proteínas y aceites vegetales. Esto ha llevado a una disminución en el nivel de ácidos grasos omega-3 saludables en los peces.

El salmón puede aumentar la cantidad de ácidos grasos omega-3 en sus cuerpos, al convertir los ácidos grasos de cadena corta de las plantas, en ácidos grasos de cadena larga.

Probablemente, esta habilidad esté relacionada con el hecho de que pasan la primera parte de sus vidas en agua dulce. En agua dulce, el salmón silvestre necesita producir ácidos grasos omega-3 marinos, porque no tienen acceso a ellos en los alimentos que comen. En el cultivo de salmón, EPA y DHA se proporcionan en la alimentación a lo largo de todo el ciclo productivo.

Grandes diferencias

La variable que mas influye en la cantidad de omega-3 en el músculo es el alimento, sin embago, los rasgos hereditarios también influyen. Foto: Nofima

Investigaciones previas han demostrado que algunas familias de salmón tienen niveles más altos de ácidos grasos en su tejido muscular que otras. Este tipo de diferencias, se pueden utilizar en programas genéticos para cultivar salmones con una mayor capacidad de producción de ácidos grasos omega-3 marinos.

El salmón contiene muchos ácidos grasos omega-3 diferentes. Siri Storteig Horn, estudiante de doctorado de Nofima, ha estudiado la heredabilidad de cada ácido graso en la población de reproductores de la empresa productora de ovas Salmobreed, propiedad de Benchmark con sede en el Reino Unido. Ella ha encontrado grandes diferencias.

"Los principales ácidos grasos omega-3 en el salmón son el EPA y DHA. Nuestros hallazgos muestran que el contenido muscular de la EPA tiene baja heredabilidad, mientras que el DHA tiene una heredabilidad bastante alta, estimada en un 26%. En otras palabras, los genes determinan el 26% de la variación en el contenido de ácidos grasos en el tejido muscular, lo que significa que hay un gran potencial para aumentar este ácido graso a través de la reproducción selectiva. Los resultados también indicaron que un pez que tiene un alto nivel de EPA no necesariamente tiene un alto nivel de DHA ", explica Horn.

Consume tiempo y es costoso

Su investigación doctoral forma parte del proyecto "Genómica de omega-3 en salmón Atlántico". Este proyecto de cuatro años está financiado por el Consejo de Investigación de Noruega y tiene un presupuesto de NOK 10 millones (US$ 1,21 millones, aproximadamente). El proyecto es en colaboración con la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida (NMBU), la Universidad de Southampton y SalmoBreed.

Actualmente, medir la composición de ácidos grasos de la gran cantidad de individuos necesarios para la reproducción, es muy caro y consume mucho tiempo. Los científicos de Nofima están trabajando para desarrollar una técnica de medición nueva y más rápida.

"Un nuevo método de medición rápida beneficiará a las compañías salmonicultoras para seleccionar peces con mayores niveles de omega-3 marino", dice Horn.

Genética selectiva

El siguiente paso en el trabajo de doctorado, es determinar qué genes y variantes genéticas influyen en la composición de ácidos grasos presentes en el músculo del salmón. Esto revelará los procesos fisiológicos que afectan la composición de ácidos grasos en el músculo y contribuirá a una implementación más eficiente en los programas de mejoramiento genético.

"Sabemos que este es un rasgo hereditario, lo que significa que es posible aumentar el contenido de omega-3 a través de la selección genética. Para saber cómo se regula el contenido de omega-3, debemos estudiar qué genes están involucrados. Nuestros datos muestran que la producción de ácidos grasos omega-3 marinos y su deposición en el músculo, son dos características diferentes ", expuso Horn.