Pez afectado por Tenacibaculosis. Foto: MSD Animal Health.

La habituación previa del salmón al agua de mar produce menos Tenacibaculosis

Noruega: Un estudio realizado por la Universidad de Bergen da a conocer que la resistencia del salmón a T. finnmarkense depende tanto de la temperatura como de la salinidad del agua.

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La Universidad de Bergen anunció que ha completado un proyecto de tres años financiado por FHF (Fondo de Investigación de la Industria Pesquera y Acuícola de Noruega) en el que han estudiado la bacteria que causa la Tenacibaculosis.

FHF escribe en su sitio web que las úlceras cutáneas son relativamente comunes en el salmón de cultivo y pueden ser causadas por varios factores.

“En los últimos años, las heridas causadas por la bacteria Tenacibaculum spp se han vuelto cada vez más comunes en Noruega, especialmente en las zonas del norte del país. Las bacterias reducen el crecimiento, generan úlceras en la piel y la boca, la mortalidad y la degradación del salmón después de la cosecha respectiva”, afirman desde FHF. 

Los resultados muestran, en tanto, que la diversidad de Tenacibaculum en Noruega es extensa, al igual que en Chile. Tanto T. finnmarkense, T. dicentrarchi y T. maritimum pueden causar enfermedades en el salmón. 

Desde FHF, escriben que la resistencia del salmón a T. finnmarkense depende tanto de la temperatura como de la salinidad del agua. Se requiere una dosis más alta de T. finnmarkense para causar enfermedad a 8°C que a 4°C. 

“Y si se mantiene el salmón a 26 por mil de agua salada durante cuatro semanas antes de ser liberado al mar, la susceptibilidad del salmón a la enfermedad de la bacteria se reduce considerablemente”, según FHF. 

En tanto, “si el salmón se mantiene a una salinidad diferente, la piel también se ve afectada de forma distinta, aunque no ha sido posible describir exactamente qué cambios estructurales en la piel pueden mejorar la protección. Los resultados indican que la industria puede reducir las consecuencias de la Tenacibaculosis al exponer el smolt a bajas salinidades antes del lanzamiento al mar”, añaden.

Por lo demás, en el proyecto se ha caracterizado todo el genoma de T. finnmarkense y se han estudiado los factores de virulencia. Otra observación interesante es cómo la bacteria usa el tejido conectivo del huésped para propagarse en los peces.

“El proyecto tiene como objetivo reducir los brotes de Tenacibaculosis, reducir las pérdidas en la producción relacionadas con las bacterias, mejorar el bienestar de los peces y la rentabilidad en la producción de salmón en Noruega, y con los resultados hemos llegado un poco más lejos”, dice Sven Martin Jørgensen, jefe de Salud de Peces de FHF.