Cristóbal de la Maza, superintendente del Medio Ambiente. Foto: SMA.

“La lógica de inspección en terreno a la salmonicultura comenzó a quedar atrás”

Chile: El superintendente del Medio Ambiente, Cristóbal de la Maza, afirma que la nueva realidad es la fiscalización remota a centros de cultivo, potenciada por algoritmos para detectar de forma temprana desviaciones. 

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Si se mira 10 años atrás, el superintendente del Medio Ambiente, Cristóbal de la Maza, manifiesta que la fiscalización históricamente ha sido una actividad presencial, no obstante, “ésta presenta desafíos no sólo por la lejanía de las instalaciones, sino también el recurso humano disponible y la logística que se requiere. La lógica de inspección en terreno a la salmonicultura comenzó a quedar atrás, para ser reemplazada por la fiscalización remota, potenciada por algoritmos para detectar de manera temprana desviaciones, previniendo impactos ambientales”. 

“Si bien hace algún tiempo existía monitoreo de variables ambientales, principalmente asociadas a floración de algas tenemos que profundizar la fiscalización remota. Uno de los pilares de la gestión actual de la SMA es integrar información de centros de cultivo y establecer protocolos para su conexión en línea. Nuestra motivación es instaurar un seguimiento ambiental más intensivo, con monitoreo en tiempo real, que facilitará la toma de decisiones de la autoridad y del sector. Apuntamos hacia una cultura de mayor transparencia, lo que es esencial para los tiempos de hoy, donde el acceso a la información ambiental es un derecho”, asegura de la Maza, en un extracto de su entrevista a revista Salmonexpert, que puede ver completa haciendo click aquí (páginas 32 y 33).

¿Cómo deberían evolucionar los procesos de monitoreo, fiscalización y sanción a la salmonicultura chilena?
La evolución de estos sistemas es un desafío tanto para las autoridades como para el sector privado. El norte es generar un sistema de cumplimiento basado en la reportabilidad y fiscalización remota en tiempo real. El adecuado seguimiento de variables ambientales relevantes permitirá una evaluación sistemática y oportuna del comportamiento ambiental de la industria construyendo la infraestructura necesaria para prevenir incumplimientos.

La SMA en su Estrategia de Inteligencia Ambiental propone incorporar estos sistemas con la gradualidad adecuada para aumentar sostenidamente el estándar ambiental del sector. Como país debemos incorporar el uso de mayor tecnología para profesionalizar procesos de fiscalización que darán soporte robusto para la prevención y cuidado del medio ambiente.

Nos enfocamos, entonces, hacia una fiscalización que abarcará la mayor cantidad de herramientas tecnológicas disponibles, y que sitúe a las personas y al medio ambiente en el centro de atención de nuestra gestión.

El 11 de agosto de este año, aprobamos la “Instrucción General para la Implementación de un Sistema de Monitoreo Continuo en Centros de Engorda de Salmones (CES)”. Así y a partir de la entrega de estos datos contaremos con información en tiempo real de manera expedita, para enfrentar posibles contingencias.

Esto dará cuenta sobre tres indicadores: oxígeno disuelto en columna de agua (mgOD/L), temperatura (°C) y salinidad (unidades prácticas de salinidad, PSU).

Debemos notar que las contingencias han aumentado, y, por lo tanto, nuestro rol es contar con información completa, en coordinación con la recopilada por la autoridad marítima y Sernapesca.

¿Qué avances permitirá concretar en la fiscalización el que existan Estaciones de Calidad para cada centro de cultivo de salmón? ¿Con esa información, se podrán por ejemplo predecir escapes, usando Inteligencia artificial?
La reportabilidad vía sensores remotos permitirá, en primer lugar, capturar variables ambientales de interés, las que podrán ser analizadas con la finalidad de observar comportamientos y establecer tendencias respecto de éstas. En segundo lugar, esta data permitirá -cuando sea necesario-, establecer mecanismos de corrección temprana si se identifica alguna desviación relevante.

La predicción de escapes se aleja de esta finalidad por cuanto las posibles causas de éstos no dicen relación con variables que puedan monitorearse fácilmente en el tiempo, sino que más bien, son datos puntuales y cualitativos. Este ámbito de preocupación debiera instalarse dentro de la lógica de gestión de riesgo y planes de mantención que cada operador deba realizar. Sin embargo, también se requiere la supervisión de estos estándares por parte de Sernapesca y su verificación por terceros independientes para asegurar su cumplimiento.

¿Cómo se materializará la coordinación entre los distintos organismos fiscalizadores para monitorear a la industria del salmón?
La coordinación entre los distintos organismos sectoriales es un trabajo permanente para los servicios públicos del sector, como lo son Sernapesca, Directemar, Subpesca, SMA, y el Ministerio del Medio Ambiente. Nuestra coordinación no sólo se basa en la adecuada generación del programa de fiscalización anual, sino que también en la participación de mesas de trabajo específicas, como la de “contingencias ambientales”. Mas allá de esto, los esfuerzos en el último tiempo han estado dirigidos a la creación de un sistema de información compartido, que nos permita realizar articuladamente un seguimiento oportuno del sector.

¿Cuántos de los procesos iniciados en la salmonicultura terminan con detección de irregularidades y cuáles son las prácticas más comunes?
Entre los hallazgos más recurrentes se pueden mencionar la sobreproducción y manejo inadecuado de mortalidad. En definitiva, todo lo que dice relación con incumplimientos a su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en materia de seguridad y planes de contingencia, posicionamiento de Centros de Engorda de Salmones (CES) fuera del área de concesión y generación de residuos. La gran mayoría de los incumplimientos detectados deriva en un proceso sancionatorio.