Larvas de insectos como reemplazo proteico

El uso de la harina de insectos en las dietas de los animales es prometedor. Pero ¿cuál es el valor nutricional de esta proteína? y ¿puede servir como buen reemplazo para la harina de pescado en las dietas para peces? Una reciente investigación aporta bastantes datos al respecto.

Publicado Actualizado

Las elaboradoras de alimento para peces están transformándose desde un sector dependiente de la harina y aceite de pescado, a una industria que produce dietas que están en parte, o incluso completamente, libres de estos ingredientes marinos.

De acuerdo con lo explicado en el artículo científico “Estado del arte en el uso de insectos como alimento animal”, de Harinder Makkar, de la FAO y publicado en el Journal of Animal Feed Science and Technology, se pueden encontrar alternativas a la harina de pescado en las proteínas de algas y vegetales. Asimismo, el uso de harina de insectos está ganando mucho interés como una valiosa opción. Por ejemplo, las larvas de la mosca soldado negra pueden ser utilizadas como un ingrediente para la formulación de dietas en diferentes formas (vivas, picadas, o secadas y molidas).

Las larvas pueden alimentarse rápidamente, desde 25 a 500 mg de materia fresca/larva/día, y en una amplia gama de materiales orgánicos en descomposición y estiércol. Ha habido intentos de crear una proteína desgrasada, realizando cortes en las larvas para permitir la filtración de grasa intracelular y luego transferir el material a una prensa. Las larvas de mosca soldado negra son una fuente de alimento de alto valor, rica en proteínas y grasas. Contienen cerca de 40-44% de proteína cruda. En tanto, la cantidad de grasa es extremadamente variable y depende del tipo de dieta que reciban. Varios experimentos han demostrado que las larvas de mosca soldado negra podrían sustituir parcial o totalmente la harina de pescado en las dieta de peces. Sin embargo, se requiere de ensayos adicionales y análisis económicos, pues en algunos casos se ha observado menor desempeño, mientras el tipo de sustrato y método de procesamiento afectan la utilización de las larvas por parte de los peces.

Entre otras experiencias, se mencionan ensayos con trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss), salmón Atlántico (Salmo salar), Bagre de canal (Ictalurus punctatus), Tilapia azul (Oreochromis aureus), Rodaballo (Psetta maxima) y Langostino de río (Macrobrachium rosenbergii).

Experiencias en salmónidos

En el caso de trucha arcoíris, se utilizaron prepupas secadas y molidas de mosca soldado negra, criadas en estiércol de ganado lechero enriquecido con 25-50% de descartes/desechos de truchas, las que podrían utilizarse para sustituir hasta un 50% de la harina de pescado en la dieta de trucha, durante ocho semanas, sin afectar significativamente el crecimiento de los peces o la calidad sensorial de los filetes de trucha, aunque se observó una ligera reducción (pero no significativa) en el crecimiento (Sealey et al., 2011). En un estudio de nueve semanas, ocupando harina de prepupas de mosca soldado negra (criadas en estiércol de cerdo) en sustitución de un 25% de la harina de pescado en la dieta de trucha arcoíris, esto no afectó la ganancia de peso ni la conversión alimenticia (St-Hilaire et al., 2007a).

A su vez, en salmón Atlántico, una dieta control que contenía 200 g/kg de harina de pescado (FM) fue sustituida en etapas con harina de larvas de mosca soldado negra al 25%, 50% y 100% de reemplazo. En las dietas que incluían harina de insectos se observó un desempeño igualmente bueno como el grupo FM, así como una mayor eficiencia en la conversión de alimento. En términos histológicos, no se observaron diferencias entre ninguno de los grupos de dietas, mientras las pruebas sensoriales de filetes no revelaron ninguna divergencia significativa (Lock et al., 2014). No obstante, los autores advirtieron que el método de preparación de la harina de insectos podría afectar al rendimiento.

Puede revisar el trabajo completo en el siguiente enlace.