Centro de cultivo de salmón. Foto: AquaChile.

“El ingeniero naval abarca integralmente el desafío de certificar centros de salmón”

Chile: La Aicnach afirma que los ingenieros navales tienen mayor capacidad para abordar aspectos como informe de variables ambientales, descripción de estructuras de cultivo y memoria de cálculo.

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Para la Asociación de Ingenieros y Constructores Navales de Chile (Aicnach), la industria acuícola chilena está buscando mejorar sus estándares “en un esfuerzo público-privado por entregar una actividad sustentable a largo plazo. En este sentido, una normativa robusta y clara es indispensable para lograr este objetivo”.

“Sucesivos eventos de escapes de salmones dejaron en evidencia que existían aspectos relacionados con la infraestructura destinada a contener los recursos hidrobiológicos no estaban normadas y que generaban deficiencias operacionales. Esta problemática fue abordada por la división de Acuicultura de Subpesca, quedando plasmada en la resolución exenta N°1821 con fecha de publicación del 21 de agosto de 2020”, sostienen desde la Aicnach.  

En la nueva regulación, se establecen metodologías para la recopilación de cargas ambientales, memorias de cálculo, inspecciones y certificaciones de centros de cultivo. Esto genera una pregunta a la industria del salmón: ¿quién calificaría para ser certificador de estructuras, lo cual se efectuará de manera anual y obligatoria?

Tras ser consultada la Asociación por Salmonexpert, responde que el profesional que ingrese a los respectivos registros de certificadores de Subpesca debe tener:

1) Entendimiento del entorno marino y las cargas involucradas, incluyendo comprensión de datos meteorológicos/oceánicos y estadística relacionada. 
2) Conocimiento de las estructuras y su operación.
3) Conocimiento del medio y la industria.

“Dadas las competencias y la experiencia histórica en el desarrollo de los sistemas de los elementos de cultivo de salmón, el ingeniero naval es el profesional que abarca más integralmente el desafío que plantea esta nueva normativa”, aseguran desde la Aicnach.

La base formativa inicial de los ingenieros navales, de acuerdo con la Asociación, “es compartida con otras ingenierías, otorgando el grado académico de Licenciado en Ciencias de la Ingeniería, generando competencias en resistencia de materiales y calculo estructural. Sin embargo, es en la etapa de formación específica enfocada al diseño de naves y artefactos flotantes donde competencias en hidrostática e hidrodinámica de estructuras a flote son de natural comprensión para estos profesionales”.

“Esto se ha reflejado en la gradual introducción de estos en los últimos 20 años en la cadena operacional del ciclo productivo del salmón, desde el diseño y mantención de naves de apoyo a la industria acuícola, fabricación de balsas jaulas, servicio de fondeo y hasta una última etapa en el área de operaciones de las empresas productoras de salmón”, afirman desde la Aicnach.

Asimismo, la Asociación manifiesta que un ingeniero naval tiene la capacidad de abordar aspectos como informe de variables ambientales, descripción del centro de cultivo de salmón, memoria de cálculo y los reportes previos. El profesional participa transversalmente en la industria, muchas veces complementado por oceanógrafos, veterinarios, biólogos marinos y especialistas acuícolas en procesos aislados. Esto le permite tener un entendimiento global de los aspectos que afectan a las estructuras de contención de peces, incluyendo balsas jaula, fondeos, naves y artefactos navales”.