La región de Aysén es un polo de desarrollo para emprendimientos con foco en la sostenibilidad de la industria salmonicultora. Foto: Atria Innovation.

Donde otros ven basura, ellos ven una mina de oro: economía circular en Aysén

Chile: Más que sólo residuos, la materia prima en desuso de la industria salmonicultora está siendo reutilizada para desarrollar productos de valor, ya sea por empresas nacionales o emprendimientos locales.

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Donde otros ven basura, ellos ven una mina de oro. Esa fue la premisa de los expositores que se presentaron hoy en el webinar “Economía circular acuícola: ¿Residuos o materia prima?, actividad organizada por el PTI Fiordos y Canales de Aysén de Corfo, en conjunto con SalmonChile, Consejo del Salmón y Acuiprov, donde Salmonexpert fue media partner. En la oportunidad se presentaron casos de éxito internacional, nacional y local, de empresas y emprendimientos que desarrollan proyectos de economía circular con los residuos inorgánicos de la acuicultura.

Mark Kruger, gerente de Ventas de Aquafil Group, empresa internacional que inició operaciones en Chile el 2021, destacó que la compañía ha hecho de la innovación y la economía circular el núcleo de los valores de la empresa, el motor del crecimiento de su negocio textil y la clave para la mitigación de riesgos. “Aquafil es líder en la producción de polímeros y fibra de nylon 6, siendo pioneros en la economía circular. Nuestro producto estrella es el nylon ECONYL, que revoluciona el mundo de las fibras sintéticas a través de un modelo de circuito cerrado”.

ECONYL es nylon 100% reciclado y se elabora a partir de residuos plásticos, como redes de pesca de acuicultura, telas y restos de tejidos o moquetas y alfombras usadas. “Además, a través de nuestro proceso de regeneración, jamás pierde sus cualidades intrínsecas. Esto significa que se puede reciclar una infinidad de veces, convirtiéndose así en una solución sostenible para las industrias que usan el nylon como material”, recalcó Kruger.

Luego se presentó Alejandro Sánchez, representante de Good Wood, empresa puertomontina que nació hace dos años al alero de Forza. Su objetivo es darle un mejor uso al plástico y al tetra pack a través de la generación de un nuevo material denominado “madera plástica”. Ello, a través del reciclaje y la reutilización de todo tipo de plástico para generar productos innovadores y resistentes que hoy son utilizados en la industria salmonicultora, alimentaria y decoración.

Presentación de Aquafil, Good Wood y Atando Cabos.

“Basados en el modelo circular, fabricamos productos 100% de plástico y tetra pack reciclado, olvidando el uso de los recursos naturales para crear productos de alto valor social. Nuestra madera plástica ayuda a la limpieza de playas de Chile, es un resultado tangible, su superficie altamente rugosa que mejora adherencia, es reciclable y reutilizable, con más de 80 años de vida útil, tiene una variada gama de usos, no absorbe agua, no se astilla, es un producto inocuo, se puede lavar y desinfectar y se puede utilizar en variadas industrias productoras como la ganadera, construcción, agricultura y acuicultura”, indicó Sánchez.

“Limpiar el mundo usando el plástico como herramienta” es el propósito de Atando Cabos, Clean Tech Company que desarrolla soluciones tecnológicas colaborativas para convertir desechos plásticos masivos en nuevas materias primas y productos, buscando resolver problemas medio ambientales. Su fundador, Michele Compagnon se refirió a que hace 30 años nos encontrábamos en un contexto de economía lineal, es decir, tomar, usar y botar. “Actualmente, estamos en un contexto de Economía Circular + Industria 4.0 que aplica todo tipo de tecnologías disponibles”.

Consorcio

Finalizado el seminario, Ismael Infante, gestor del PTI Fiordos y Canales de Aysén recalcó que uno de los objetivos específicos del programa es articular y velar por una industria más sustentable.

“Bajo este objetivo específico y luego de varias conversaciones con la industria, los proveedores y la academia, existe una visión compartida de que la Región de Aysén debiese ser pionera en desarrollo tecnológicos para soluciones de la industria y desarrollo sustentable, tratamiento y transformación de residuos. En base a esto, una de las visiones que tiene el PTI es conformar un Consorcio que vele por el desarrollo sustentable de la industria”, manifestó Infante.

Prontos a concluir el año dos de ejecución, el programa invita a las empresas productoras, proveedoras, proyectos de economía circular, a administradores de vertederos existentes, autoridades de Gobierno, universidades y liceos técnicos y a toda persona que esté interesada, a conformar el Consorcio, “donde se puedan debatir y analizar los principales desafíos, dificultades, necesidades y poisbles sinergias, y escuchemos testimonios de quienes están transformando los residuos. Para ello, realizaremos una primera reunión de trabajo el martes 21 de junio”, indicó el gestor del PTI.

 

Compagnon comentó que se estima que en la Patagonia chilena hay entre 200 y 300 mil toneladas de residuos plásticos de la industria salmonicultora, mitilicultora y la pesca artesanal, particularmente redes, cabos y cuerdas. “¿Cómo trasladar esta gran cantidad de residuos a nuestra planta en Santiago? Era un desafío logístico importante, pero hicimos un trabajo colaborativo con la industria y sindicatos de pescadores artesanales, quienes nos ayudan en la recolección. Un ejemplo, es que el año pasado hicimos un total de 2.500 toneladas de reciclaje provenientes de la Patagonia”.

Emprendimientos regionales

El EPS o plumavit es un insumo muy utilizado en el proceso de producción del salmón. Pero a la vez, se presenta como un gran desafío el poder reciclarlo y darle un nuevo uso. EPS Aysén es una empresa regional que se encuentra en período de pilotaje de sus servicios y analizando las oportunidades que hay para este material.

“Estimamos que actualmente se utilizan 60 mil m3 de EPS, que apoyan las operaciones de los centros de cultivo, entre flotadores y boyas. Sin embargo, este producto tiene un espacio dentro de la economía circular, ya que es un excelente aislante y tiene una larga vida útil”, comentó Fernando Soto, fundador de EPS Aysén.

El HDPE es un plástico muy utilizado en la industria salmonicultora y también hay iniciativas para darles un nuevo uso luego de que son desechadas. Es así como en el 2020 nace Cisne Verde, emprendimiento de un grupo de jóvenes de Puerto Cisnes, que buscan entregar soluciones innovadoras y sustentables para el reciclaje de residuos plásticos HDPE, utilizando tecnología, para elaborar productos de valor a través de la impresión 3D.

Presentación de EPS Aysén, Cisne Verde y Pescaysén.

“Dentro de nuestros principales desafíos está cuidar el medio ambiente local, porque es nuestro compromiso. Queremos participar en todo tipo de iniciativas que generen un impacto medio ambiental y social. Además, queremos educar e integrar a la comunidad en el reciclaje local, generar productos de valor, desarrollar alianzas con actores comprometidos con el cuidado medioambiental, llevar a cabo innovación eficiente y generar economía circular”, manifestó Martín Luco, socio fundador de Cisne Verde.

En un trabajo articulado con la pesca artesanal y la industria salmonicultora, nació Pescaysén, empresa dedicada a la limpieza de playas, acopio, disposición y separación de los residuos.

“Todo lo que recolectamos en el litoral de nuestra región es materia prima, porque es un negocio incipiente y con un gran potencial que debemos aprovechar. Para desarrollar nuestro trabajo contamos con embarcaciones que son apoyadas por otras de los habitantes de las localidades donde vamos a limpiar las playas”, expresó Katia Inostroza, co fundadora de Pescaysén, quien agrega que actualmente están recolectando 400 m3 de residuos.