Microalgas como inmunoestimulantes en dietas para salmones

Chile: La investigación ejecutada desde el año 2013 por Austral Biotech y financiada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura de Chile, se gestó con el objetivo de buscar complementos para disminuir el volumen de antibióticos y vacunas usadas para prevenir las enfermedades de los peces en cultivo. El estudio tuvo un costo total de $212.392.400.

Generar un nuevo y mejor producto inmunoestimulante basado en microalgas, para fortalecer el desempeño de salmones y otros animales de alta producción, frente a enfermedades patógenas y manejo de estrés, fue el objetivo que guió el desarrollo del proyecto “Inmunoestimulantes para la industria salmonera a partir de cultivos sustentables de microalgas”, cuyos resultados fueron presentados recientemente en Puerto Montt, por la Dra. Nicole Ehrenfeld, del Centro de Investigación Austral Biotech de la Universidad Santo Tomás de Santiago.

“Una de las problemáticas actuales de la industria salmonicultora se relaciona con la búsqueda de alternativas que permitan mejorar el estado sanitario de los salmones. Una de las alternativas que se usan hoy en día son los probióticos e inmunoestimulantes, ya que las dietas para peces en general se están suplementando con estas sustancias. Uno de los compuestos descritos por su capacidad de estimular el sistema inmune innato de los peces y que es actualmente utilizado en la industria acuícola es el beta-glucano extraído de la levadura del pan Saccharomyces cerevisiae. Las microalgas acumulan beta-glucano, además de vitaminas, antioxidantes y otras moléculas beneficiosas para la salud. Por lo tanto, la idea del proyecto fue incluir microalgas en la dieta de los peces y estudiar si tenían un efecto inmunoestimulante”, explicó la Dra. Ehrenfeld, directora del proyecto.

Selección

La iniciativa comenzó con la selección de 20 especies de microalgas (altamente productivas) acumuladoras de beta-glucanos y se estandarizaron las condiciones de cultivo para optimizar el rendimiento en biomasa y beta-glucano.

Luego, se ensayaron cultivos masivos para evaluar el rendimiento real y los costos de la producción de las microalgas. Además, se realizaron ensayos en laboratorio utilizando el modelo de pez cebra y, posteriormente, pruebas en alevines de trucha y de salmón atlántico, evaluando la capacidad inmunoestimulante de estos productos.

“Se seleccionaron las especies de microalgas que mejor dieron resultado en pez cebra a nivel de respuesta estomacal y menor mortalidad frente a patógenos. Luego, las dos especies que mejor dieron resultado se evaluaron en trucha y salmón Atlántico, en peces de 100 gr. Evaluamos que la dieta que incluía estas microalgas no tuviera un efecto en el rendimiento de biomasa del pez y si presentaban cambios en los parámetros inmunológicos, medidos a través de la expresión de genes por qPCR”, afirmó la investigadora.

Agregó que los resultados obtenidos identificaron una especie de microalga, cuya respuesta inmunitaria mostró una tendencia similar o superior a la observada utilizando el beta-glucano comercial obtenido desde levadura de cerveza. A su vez, la dieta que contenía esta microalga no afectó el proceso de engorda y factor de conversión de los peces evaluados. Sin embargo, al realizar en alevines de salmón atlántico un ensayo de desafío con la bacteria intracelular Piscirickettsia salmonis, se obtuvo igual mortalidad que el control sin microalga.

“Según los resultados, los desafíos que presenta la producción de estas microalgas, son los costos, ya que no son competitivos con lo que actualmente se utiliza. Por lo anterior, es necesario indagar en otros parámetros de inmunología que produzcan una respuesta mejorada en el pez y, además, buscar soluciones tecnológicas que permitan bajar los costos de producción de biomasa de las microalgas”, puntualizó la Dra. Ehrenfeld

Cabe destacar que el desarrollo de la tecnología de producción de las microalgas se llevó a cabo con el apoyo de la Universidad de Antofagasta, con amplia experiencia en la producción de microalgas. También participó en este proyecto la empresa Salmones Antártica, que ha producido salmones a gran escala sin uso de antibióticos, basándose principalmente en mejores manejos de los cultivos y la incorporación de aditivos nutricionales en toda la vida del pez.