De acuerdo a los desarrolladores las cepas bacterianas no necesitan reactivación, o algún manejo especial, ya que son probióticos “listos para usar”. Foto: AllerAqua.

Nuevo probiótico de origen marino ingresa al mercado salmonicultor chileno

Chile: AKWAbiotic es un consorcio único de bacterias marinas beneficiosas, encapsuladas en algas pensadas para la acuicultura, que en pruebas experimentales mostró efecto positivo en crecimiento de peces.

La empresa chilena Feeding Latinoamerica, que desde 2018 ha implementado alianzas con distintas empresas europeas para apoyar la sostenibilidad de industria acuícola nacional, ha llegado a un acuerdo para representar a Marine Akwa.

Marine Akwa es una compañía francesa que trabaja con materias primas de origen marino 100% naturales para desarrollar productos bajo el concepto de economía circular, que en esta oportunidad busca entrar a la salmonicultura chilena con un nuevo probiótico.

El probiótico llamado AKWAbiotic posee la particularidad de ser de origen marino y encapsulado en algas, lo que según los desarrolladores, “permite una liberación en el tracto digestivo de los peces con el fin de maximizar sus efectos sobre su salud y nutrición”.

María Lorena Sotomayor, gerente general de Feeding Latinoamerica, señala a Salmonexpert que con la incorporación de este producto buscan apoyar a los acuicultores en su desafío diario, “aportando con nuestra solución innovadora, eficaz y 100% marina, y además brindar el asesoramiento técnico para la correcta utilización del probiótico y maximizando su efecto durante el ciclo productivo”.

“Probiótico 2.0”

En cuando a las características del producto, la gerenta describe que se trata de un consorcio único de bacterias marinas beneficiosas encapsuladas en algas pensadas para la acuicultura y listas para utilizar.

“Marine Akwa desarrolló un proceso industrial único de encapsulación en algas para garantizar la apetencia del producto y tener una liberación digerida de las bacterias maximizando la eficacia de las cepas marinas. AKWAbiotic es único porque existe una sinergia entre el consorcio de probioticos marinos y las algas (prebióticos, inmunoestimulante) para tener un probiótico 2.0 con los mejores efectos”, recalca la ejecutiva.

Según Sotomayor, el desarrollo además se adapta a las condiciones de cultivo y las cepas no necesitan reactivación, o algún manejo especial, ya que son probióticos “listos para usar”.

“En efecto, los probióticos de origen marino son perfectamente adaptados a las condiciones de cultivo para colonizar, multiplicarse en la microbiota de los animales acuáticos y dar lo mejor de su eficacia secretando sustancias activas de alto interés. Son endémicos, nativos del entorno acuático y sus usos no tienen ningún impacto sobre el entorno natural”, agrega la especialista. 

Pruebas experimentales

La eficacia del producto fue evaluada en truchas arcoíris donde demostró una disminución significativa del FCA, de 15 hasta 22% y un aumento significativo de los pesos, de 14 hasta 33% en ambas fases de alevines y de juveniles. Además, frente a un desafío de infección experimental por Vibrio anguillarum, los peces alimentados con el probiótico mostraron un mejor porcentaje de sobrevivencia, activando genes relacionados con inmunidad y digestión. 

En Chile, la gerente general de Feeding Latinoamerica da a conocer que han realizado pruebas en una estación experimental donde los peces mostraron “un mejor crecimiento significativo en talla a las pocas semanas y una mejor homogeneidad en los grupos alimentados con el producto”.

“En un desafío frente a un estrés abiótico (disminución del oxígeno y aumento de la densidad), se observó que se redujeron los biomarcador del estrés en el salmón (como cortisol y la glucosa). Actualmente, nos encontramos haciendo el análisis de metagenómica de este estudio para observar la modulación positiva de la microbiota de los salmones”, sostiene María Lorena Sotomayor.

Los planes de la empresa en nuestro país, que actualmente está trabajando en estrecha colaboración con Vitapro, es seguir creciendo y apoyar a la industria del salmón a alcanzar la meta de una reducción del 50% en el uso de los antibióticos para el 2025 y a su vez impulsar la transición hacia una acuicultura más sostenible y más responsable.