Nuevo sistema rompeolas permitiría mejor uso de zonas expuestas
Noruega: La empresa Kaventa, junto con su fundador Vyacheslav Rumyantsev, quien cuenta con una larga experiencia en el sector petrolero, está desarrollando un nuevo sistema rompeolas, tecnología que facilitaría el traslado de la producción acuícola a zonas más expuestas, al reducir hasta en la mitad el efecto del oleaje oceánico.
La empresa Kaventa fue establecida en Stavanger en 2015 para solucionar desafíos relacionados con el transporte de fluidos en tuberías verticales en la industria del petróleo.
“Pero debido a los malos tiempo en el sector petrolero, vemos que las innovaciones tecnológicas pueden orientarse a otros rubros, como la industria acuícola”, dijo el gerente general y fundador, Vyacheslav Rumyantsev.
El cultivo de peces debería moverse a zonas más expuestas
El empresario comentó a nuestro medio asociado Kyst.no que esta tecnología tiene como trasfondo el escaso acceso a áreas aptas para la producción acuícola.
“Para expandir la producción y descongestionar los fiordos, hay una concepción general de que las localidades más lejanas del borde costero deberían empezar a usarse. Esto quiere decir que el cultivo de peces debería moverse a zonas más expuestas”.
El ejecutivo apunta, además a las mejores condiciones de cultivo en zonas expuestas, junto con un menor impacto medioambiental.
“Pero el cultivo en localidades expuestas presenta desafíos relacionados con la operación, infraestructura y equipamiento, debido a los fuertes y cambiantes vientos, olas de gran tamaño y corrientes más fuertes”.
Mejora en condiciones de trabajo
El rompeolas, según Rumyantsev, podría reducir el desgaste de las jaulas, los daños producidos por tormentas y el riesgo de escapes, además de permitir un ambiente de trabajo más seguro en los centros de cultivo, evitando accidentes de los trabajadores.
Asimismo, pone énfasis en problemas que se producen especialmente durante las operaciones manuales en los centros con gran movimiento.
“En localidades expuestas a grandes olas, el trabajo en el agua es el mayor desafío. El viento y las olas son un gran problema en varios aspectos durante la operación en las jaulas”.
Rumyantsev explicó que hay un fenómeno puramente físico detrás de la tecnología que han desarrollado.
En su opinión, los rompeolas flotantes existentes son construcciones pesadas y relativamente caras.
“Funcionan bien contra olas cortas generadas por el tráfico de embarcaciones, pero son menos efectivas contra olas largas, como el oleaje oceánico”.
“La ventaja de nuestro rompeolas es que no sólo funciona contra olas cortas, sino también contra el oleaje oceánico y los fuertes vientos marinos”.
Reducción del efecto de oleaje a la mitad
La empresa ha realizado pruebas del efecto del rompeolas en el mar y en piscinas de simulación. Según el empresario, los resultados son muy prometedores.
“Es muy emocionante ver que la teoría funciona en la práctica”.
En la fase de desarrollo han recibido el apoyo de un doctor en matemáticas de la Universidad Estatal de Moscú.
“Él nos ayudó a desarrollar un modelo matemático para optimizar el diseño y la construcción de un rompeolas según el tamaño, forma y efecto reductor deseado”.
El sistema extrae la energía de las olas con la ayuda de mecanismos físicos como la tensión superficial, adhesión, fricción, refracción de la energía de las olas y separación de las capas de agua.
“Podemos diseñar el sistema a medida para reducir el efecto de las olas en un 30, 40 o 50 por ciento”.
En busca de un socio industrial
El fundador comentó que aún están en una fase temprana, pero que tienen como meta iniciar la comercialización a fines del 2017.
“En este momento, estamos en busca de un partner industrial que pueda acompañarnos en la siguiente fase de desarrollo del producto. Estamos en una fase temprana de desarrollo y aún no tenemos a ninguna empresa salmonicultora como cliente directo”.
Kaventa cuenta con once colaboradores y ya están en contacto con un proveedor del sector acuícola.
