Lo que se sabe y desconoce de la caligidosis fue el tema de la presentación que hizo la experta en el auditorio de la Universidad de Magallanes. Foto: Umag.

"Podemos bajar la cantidad de parásitos, pero a costa de usar productos químicos"

Chile: La investigadora Gladys Asencio afirmó que los estudios demuestran efectos tóxicos de los fármacos usados en la salmonicultura chilena, ello, tanto en centollas como en otros crustáceos.

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En torno al Caligus es más lo que desconocemos que lo que hemos aprendido después de años de estudios. Esto es lo que afirma la investigadora Gladys Asencio, ecóloga que ha dedicado 17 años de su trabajo a conocer a fondo esta parasitosis, sus efectos en los salmones criados por la industria nacional y los tratamientos para controlarla.

Fue en la Universidad de Magallanes (Umag) donde recientemente dictó una charla que tituló “Estado del conocimiento de la caligidosis en la salmonicultura chilena, a sus cuarenta años de actividad” y, precisamente, su mensaje a la comunidad estudiantil fue la necesidad de seguir profundizando las investigaciones.

Y es que hay varias áreas en las que el conocimiento científico todavía es escaso. Citó por ejemplo los pocos estudios sobre la diseminación de los parásitos o la efectividad de los tratamientos usados por la industria en los peces según su peso y tamaño.

Asimismo, hay todo un misterio por resolver en torno a la dispersión de las larvas de Caligus Rogercresseyi en los canales y los fiordos, que es donde se ubican los centros de cultivo. Al respecto dijo que únicamente hay modelos matemáticos de este fenómeno natural y que se deben estudiar sobre el terreno la influencia de las corrientes, las mareas, el viento, la temperatura y salinidad del agua, el tráfico de embarcaciones e incluso el movimiento de los peces silvestres y las aves marinas.

Otro tema que se debe analizar son los mecanismos genéticos tras la rápida adaptación a los cambios ambientales del parásito en las diferentes fases de su ciclo vital. Incluso, el estudio sobre las etapas de desarrollo del organismo sobre el que se basa toda la normativa en nuestro país data de 1998.

Y otra materia relevante pendiente de abordar por la ciencia son los efectos de los productos farmacológicos que usa la industria en el medio ambiente. Los primeros estudios, afirmó la experta, demuestran efectos tóxicos en centollas y otros crustáceos.

Gladys Asencio lleva 17 años estudiando al Caligus Rogercresseyi. Foto: Umag

“Llevamos trabajando cuarenta años con la caligidosis en el salmón y recién ahora estamos teniendo algunas respuestas para decir sí, podemos bajar la cantidad de parásitos, pero a costa de usar productos químicos”, explicó la experta.

Profundizó diciendo que entre los años 2009 y 2021 la industria ha usado en total diez productos antiparasitarios para eliminar al Caligus.

“Antes de la crisis del virus Isa había un sólo producto que se daba en el alimento a los peces y controlaba a los parásitos, pero a los cinco años de uso el Caligus se adaptó y empezó a sobrevivir”, señaló la experta.

Agregó que con los sucesivos productos farmacológicos que comenzó a usar la industria se desarrolló la resistencia de los peces, también en períodos de cinco a seis años.

La descripción de las enfermedades que puede transmitir el parásito a los peces es otra tarea pendiente para los científicos. Explicó Asencio que en cuarenta años se ha hecho sólo una investigación para identificar a los microorganismos que portan los parásitos que se adhieren a los peces.

La especialista dijo que la región de Magallanes en un territorio favorecido para avanzar en estudios sobre el Caligus y su ambiente debido a que la industria y los productos usados para su control se introdujeron más tarde que en las otras zonas productoras del país.