Foto: FCh.

Definen niveles de transmisión de Caligus entre salmón Atlántico y róbalo

Chile: Científicos del IFOP evidenciaron que la transmisión de parásitos desde el róbalo al salmón fue menor que del salmón al róbalo y que variables ambientales estimulan la capacidad reproductiva de Caligus.

Además de la pérdida de sensibilidad de Caligus a los antiparasitarios, la amplia gama de peces nativos y endémicos que pueden ser hospedadores del parásito es otro de los factores que complican el control del patógeno.

Entre los peces comparten hábitat e interactúan con la salmonicultura se encuentra el róbalo (Eleginops maclovinus), un animal que también es susceptible de ser parasitado por Caligus y otros tipos de copépodos.

Por estas razones, se ha postulado que el róbalo jugar un rol fundamental en la dinámica parasitaria tanto del salmón de cultivo como de otros peces nativos, actuando como un reservorio y fuente de transmisión, por lo que estudiar y conocer los componentes de esta interacción es fundamental para el control del parásito.

Con esto en mente, científicos del Departamento de Salud Hidrobiológica y del Centro de Maricultura Hueihue, ambos pertenecientes al IFOP, realizaron un estudio de transmisión horizontal mediante cohabitación de distintas especies de parásitos entre el róbalo y salmón Atlántico para definir los niveles de transmisión e infestación entre los peces en condiciones de laboratorio.

Para ello establecieron cuatro grupos experimentales: Grupo 1: transmisión entre róbalos; Grupo 2: transmisión de róbalos infestados a salmón no infestado; Grupos 3 y 4: desde salmón infestado a róbalos no infectados.

Distintos niveles de transmisión

Entre sus resultados, los expertos definieron que la abundancia de transmisión fue baja y similar para la mayoría de los grupos, excepto para los troyanos del salmón Atlántico, quienes presentaron altas cargas parasitarias. Sin embargo, las diferentes cargas en los cohabitantes indicaron que las transmisiones no fueron las mismas entre los distintos grupos.

La transmisión de parásitos del róbalo al salmón fue menor que del salmón al róbalo. Además, la transmisión entre róbalos fue mayor que la transmisión observada entre róbalos y salmones, sugiriendo que C. rogercresseyi tiene la capacidad de moverse más fácilmente entre hospedadores de la misma especie que entre diferentes especies, independientemente de las diferentes abundancias de transmisión.

“En el presente estudio se comprobó la transmisión de calígidos adultos entre diferentes especies de peces, aunque esta transmisión se consideró baja. C. rogercresseyi fue el principal parásito que se transmitió entre el róbalo y el salmón Atlántico, lo que sugiere que Caligus tiene una mayor capacidad migratoria entre peces de la misma especie, al menos entre los ejemplares de róbalo”, explicaron los investigadores.

En el estudio también se identificaron la transmisión de otras especies de piojos, entre las que se encontraron otros Caligus (distintos de C. rogercresseyi) y Lepeophtheirus spp (principalmente L. mugiloides).

Sobre estos últimos, los individuos de Lepeophtheirus sp. pudieron transmitirse desde el róbalo al salmón Atlántico, pero no pueden reproducirse en esta especie de pez.

Sumado a lo anterior, los científicos señalaron que al final de los experimentos “se desarrollaron cohortes exitosas de C. rogercresseyi en diferentes especies de peces, a pesar de la baja abundancia de individuos adultos inmediatamente después de la transmisión, evidenciando el gran potencial reproductivo de este parásito”.

Finalmente, los especialistas evidenciaron que un aumento de variables ambientales como la temperatura del agua y el oxígeno “puede apoyar o estimular la capacidad reproductiva de C. rogercresseyi, junto con el desarrollo de una gran abundancia de juveniles que pueden acelerar el desarrollo de la cohorte”, concluyeron.

Revise el estudio completo titulado “Experimental transmission of Caligus rogercresseyi between two different fish species”, aquí.