Rolando Ibarra, de Monterey Bay Aquarium, destacó la calidad de la información sobre el salmón cultivado en Chile. Foto: Salmonexpert.

Seafood Watch ya no sólo medirá impactos ambientales de la industria salmonicultora

Chile: El prestigioso programa internacional, que mide y califica la sustentabilidad de los alimentos de origen marino con un ranking, sumará nuevos factores al análisis que radican en el ámbito social.

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Ya llevan un par de años trabajando en esta iniciativa, pero aún no está claro cuándo comenzarán a aplicarla en sus análisis.

El programa Seafood Watch del Monterey Bay Aquarium elabora y publica reportes sobre la sustentabilidad de los alimentos capturados o cultivados en el mar a partir del análisis de los procesos productivos y sus efectos en el medio ambiente. Sus informes están destinados a orientar a los consumidores en su decisión de compra.

En el caso de la industria salmonicultora, sumarán en el futuro el impacto social de esta actividad para confeccionar sus rankings que categorizan a los productos según una lógica de semáforo: el rojo es para los que hay que evitar, el amarillo para los que se consideran buena alternativa y el verde para señalar a los consumidores que están ante la mejor elección.

“Tenemos ya algunas áreas de trabajo que tienen que ver con temas sociales y de derechos humanos que no están incorporados ahora en el estándar, pero estamos trabajando para sumarlas en un futuro, por ejemplo temas de esclavitud moderna, trabajo infantil o gobernanza”, explicó a Salmonexpert Rolando Ibarra, Senior Fellow en sustentabilidad de la acuicultura del Monterey Bay Aquarium.

Reconoció que se trata de un cambio de paradigma en el trabajo de Seafood Watch, porque hasta ahora sólo analizan los impactos ambientales, pero consideran que éstos no están separados de los efectos sociales de la industria.

Semáforo en Chile

El programa del Monterey Bay Aquarium asigna posiciones al salmón cultivado en una región geográfica en un ranking que va de uno a diez. En Chile, sus áreas de análisis son dos: en conjunto las regiones de Los Lagos y Aysén por un lado, y la de Magallanes por otro.

Su último reporte para nuestro país se publicó en diciembre del año pasado, con un ranking de 3,53 para Los Lagos-Aysén y de 4,1 para Magallanes, en el caso del salmón Atlántico.

Eso significó que Los Lagos-Aysén quedaron en rojo, con la recomendación de evitar, mientras que Magallanes ostenta un amarillo, es decir, buena alternativa de consumo aunque con ciertas preocupaciones.

Rolando Ibarra comentó que no es fácil escalar en el ranking de Seafood Watch dada su rigurosidad.

Para pasar al verde y calificar a un producto como mejor elección se necesita alcanzar un puntaje de 6,6. Sólo un salmón chinook de Nueva Zelanda lo consiguió superando apenas ese puntaje, comentó el especialista.

En el otro extremo la calificación más baja es de 2,8 que corresponde a un área productora de salmón Atlántico en Noruega.

Valor de la información

Un factor clave para el trabajo del programa es el acceso a la información sobre los parámetros medioambientales de la industria y para eso acuden a tantas fuentes como pueden.

Ibarra destacó la apertura de la industria en Chile a aportar datos de calidad y en forma oportuna, pero dice que se puede mejorar con más estudios sobre el impacto acumulativo de la industria en el ambiente.