Gerardo Balbontín. Foto: Daniella Balin, Salmonexpert.

“Si damos predictibilidad al negocio del salmón los inversionistas recuperarán la confianza”

Chile: El gerente general de Blumar, Gerardo Balbontín, afirmó a Salmonexpert que la Bolsa de Santiago valoriza menos de lo esperado a las empresas del sector chileno pues significan una inversión de alto riesgo a causa de su inestabilidad en la última década.

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Cuentas alegres sigue reportando a Blumar su brazo acuícola. Es así como si se compara el tercer trimestre de 2017 con igual período de 2016, el EBIT de la empresa aumentó 244% y su Ebitda un 104%, mayor sanidad del negocio que fue aportada por los precios internacionales de su salmón que crecieron 28% a septiembre de este año avanzando de US$ 5,2 por kilo WFE a US$ 6,7 por kilo WFE y sus costos ex jaula que bajaron 6% pasando de US$ 3,94 por kilo WFW a US$3,69 por kilo WFE.

En entrevista con Salmonexpert, el gerente general de Blumar, Gerardo Balbontín, afirmó que una de las fórmulas para mantener la estabilidad del mercado nacional es concretar planes que respeten la actual regulación. Así que la compañía continuará con una producción de entre 30 mil toneladas y 35 mil toneladas, mientras que su entrada a la región de Magallanes será con un aterrizaje suave, a través de 21 mil toneladas de actividad a partir del 2020.

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“Los resultados positivos que hemos tenido como industria salmonicultora chilena en los últimos 12 meses no se habían dado en al menos una década, los que además se pueden proyectar en el tiempo para los actores del sector. Esta tendencia nueva hay que cuidarla entre todos”, afirmó Balbontín.

Tomando en cuenta esta nueva estabilidad de la salmonicultura chilena, ¿se avecina otra etapa de fusiones y adquisiciones para elevar las eficiencias operativas?

No conozco ninguna consolidación que esté ocurriendo actualmente y estos procesos se realizan cuando se encuentran las partes y hay un sentido de hacerlos. Y una de las razones que podría existir hoy es la diversificación de áreas de producción, pues la regulación restringe bastante ello.

Sin embargo, no hay más razones para que pudiera venir una ola de consolidación en la industria salmonicultora nacional, la que ocurre cuando predominan crisis que a la fecha no existen.

Otra muestra de la creciente confianza del mercado en la industria local es el anuncio de apertura en la Bolsa de Oslo por parte de Camanchaca, ¿Blumar seguirá estos pasos?

Estamos mirando, como muchas otras empresas del país, el proceso de Camanchaca que es novedoso, no considerando como Blumar entrar a la Bolsa de Oslo. Una vez que se concrete, se verá si es que el apetito por el negocio salmonicultor chileno realmente existe y si es que el hecho de que haya más analistas especializados en Noruega siguiendo las compañías agrega valor a la operación. Como industria vamos nacional a aprender bastante de esta transacción y se sabrá si hay mayor confianza respecto a nuestro sector.

Un informe del banco noruego ABG Sundall Collier afirma que las salmonicultoras chilenas no están conformes con el precio que la Bolsa de Comercio de Santiago otorga a sus acciones. ¿Esto es por falta de conocimiento de los inversionistas nacionales sobre el sector?

Más que falta de conocimiento sobre el sector, la realidad es que nuestra industria ha sufrido mucho por un largo período de tiempo, por lo tanto, los inversionistas quieren negocios que sean estables y donde el riesgo sea medible. Nuestro mercado, en la última década, no ha demostrado eso.

Así que muchos inversionistas hoy pueden tener temor a la alta volatilidad, al elevado riesgo que el sector tiene como antecedente, donde varias proyecciones no se cumplieron. Llevamos recién un año de resultados más estables y predecibles, de estimaciones más acotadas, y pienso que con el tiempo estos factores lograrán recuperar la confianza hacia la industria en Chile y el mundo.

Por tanto, si en el mediano y largo plazo logramos dar predictibilidad a un negocio que ha tenido mucha volatilidad, por supuesto que se valorizarán mejor las acciones de las empresas del sector. Por el momento, el salmón es una inversión de alto riesgo, por la inestabilidad y lo impredecible que ha sido la industria chilena en los últimos 10 años.

La valorización bursátil de las salmonicultoras noruegas es mayor a la de las chilenas, pese al buen momento que atraviesan las empresas nacionales abiertas al mercado de capitales local.

Es que, en los últimos 10 años, la industria noruega no ha perdido dinero, sus resultados son tremendamente predecibles, y cuando los analistas realizan sus estimaciones las variaciones son mínimas en el tiempo. Por lo cual, obviamente la valorización de esas empresas es mayor que la de las chilenas, porque la historia de las firmas nórdicas es de una muy baja volatilidad y se requiere efectuar un menor descuento al precio de sus acciones, al contrario de las compañías chilenas.

Lo que sí, el mercado chileno tiene menos profundidad que el noruego, y es sabido que hay más apetito en las acciones salmonicultoras donde existen más inversionistas dispuestos para el sector. Pero no hay que ser ilusos al pensar que los analistas nórdicos son muy distintos a los nacionales, porque finalmente los estudios financieros son los mismos.

Algo similar pasa con los bancos, donde los europeos se han mostrado más activos en el apoyo a la industria nacional que las entidades financieras chilenas.

El prisma que tienen bancos más especializados como DNB Bank y Rabobank es de más confianza hacia el futuro del salmón chileno, apostando a que la tendencia positiva actual se consolidará, que el cambio llegó para quedarse. Pero las entidades nacionales fueron las que financiaron a la industria y pasaron la crisis del virus ISA, teniendo que reestructurar pasivos de las firmas o en el caso de algunas compañías, hacer las pérdidas con las respectivas provisiones. Por lo tanto, son las más afectadas con los procesos del sector y deben comprobar que el buen momento de nuestro mercado se sostendrá en el tiempo, con menor volatilidad.