Heliotropio floridum. Foto: Flickr.

Vacuna en base a planta silvestre combatiría el SRS

Chile: El compuesto de la planta “Heliotropium”, existente en el desierto de Atacama, atacaría esta bacteria, causante del 90% de mortalidad de peces en la industria salmonicultora nacional.

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Con exportaciones que superan los US$ 4.000 millones, según el informe de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura del 2016, el salmón continúa ubicándose como uno de los principales productos más exportados del país.

Pese a los constantes virus y patógenos que han afectado a la industria, ésta ha logrado sobreponer su producción, sin perder competitividad. Sin embargo, después del virus ISA y la Necrosis Pancreática infecciosa, la bacteria Piscirickettsia Salmonis, es la responsable de aproximadamente el 90% de la mortandad de la especie.

La Dra. Brenda Modak, directora del departamento de Ciencias del Ambiente, de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago, dirigió un estudio que analizó la planta “Heliotropium”, la cual crece de manera silvestre en el desierto de Atacama, y produce un exudado resinoso que la recubre y lo utiliza como mecanismo de protección. Al percatarse de sus propiedades antioxidantes y anti-microbacterianas, la académica se propuso averiguar si el mecanismo sería útil para la defensa de animales.

En ese contexto, y luego que se desatara la crisis en la industria acuícola, tras los problemas derivados del virus ISA, la Dra. Modak, junto a un equipo multidisciplinario de la Facultad de Química y Biología de la USACh, comenzaron a realizar pruebas de laboratorio en peces, obteniendo resultados positivos. Los estudios continuaron con otros virus, como la necrosis pancreática infecciosa que también producía una alta mortalidad en la industria salmonicultora, en donde también obtuvieron buenos resultados.

Teniendo en consideración las propiedades antibacterianas de algunos compuestos de la planta, cuya actividad antibacterial y bioestimulante había sido comprobada con anterioridad, la académica presentó un nuevo proyecto Fondecyt, que inició en marzo del año 2014, con el objetivo de probar estos componentes en salmones ya infectados con Piscirickettsia Salmonis.

Dra. Brenda Modak, directora del departamento de Ciencias del Ambiente, de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago. Foto: USACh

Contra el SRS

Han transcurrido 3 años desde que comenzaron las pruebas con un selecto equipo de investigadores de los laboratorios de química de productos naturales, inmunología y virología. Según explica la Dra. Modak, los estudios partieron con pruebas simples, seleccionando los compuestos puros que podrían combatir el desarrollo de la bacteria.

“Nos fue relativamente bien y tomamos los compuestos que habían sido buenos. Como se trata de una bacteria intracelular no basta solo con probar si los compuestos son activos directamente sobre la bacteria, sino también hay que ver si son activos en la bacteria dentro de la célula”, indica la académica.

Luego, desarrollaron el crecimiento celular de la bacteria, para dar paso al trabajo in vitro, en donde obtuvieron varias pruebas positivas. Con los resultados obtenidos, dieron paso a las pruebas in vivo en peces de agua dulce.

“Suele ocurrir que los adyuvantes, (la sustancia que aumenta la formación de anticuerpos), cuando se le inyecta al pez deja una aureola marcada, que no es malo, pero es feo, y como los salmones se exportan, a los consumidores no le gusta que llegue con esa calidad. Entonces, lo primero que vimos cuando inyectamos bacterias con Filifolinona (extracto de la planta), es que no deja ninguna marca, lo cual era un gran resultado”, sostiene la investigadora.

Agrega que, pese a que ya cumplía las expectativas, descubrieron otros factores no esperados. “Además, la piel de los salmones se pone más brillante y bonita. Ese era un plus que no estábamos buscando, y hemos visto que, con este compuesto, las bacterinas (vacuna a base de células inactivadas), han aumentado también el efecto inmuno-estimulante frente a la infección de Piscirickettsia Salmonis”, explica.

Tras comprobar la efectividad de los compuestos resinosos, que demostraron una reducción del tamaño y desaparición total de la formación de células de bacterias en estudios in vitro e in vivo, la investigación atraviesa su etapa final, esperando concretar durante este semestre un acuerdo con alguna empresa salmonicultora para probar la inyección en salmones de cultivo en agua de mar.

La investigación es financiada por un proyecto Fondecyt Regular con una asignación de $160 millones y una proyección de 4 años. En tanto, la investigadora no descarta patentar la vacuna y crear consensos con la industria para utilizarla una vez finalicen los estudios.

“La investigación cobra especial relevancia para la industria ya que la salmonicultura es una de las principales entradas económicas de nuestro país, que compite directamente con Noruega en cuanto a producción de salmones a nivel mundial. De tal forma, todo lo que signifique avanzar en el control de enfermedades de salmones es de alta importancia”, explica la Dra. Modak.

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