Ministro e Ciencias y Tecnología, Andrés Couve, conoció la tecnología de Tequia. Foto: Diario Concepción.

Empresa regional negocia con salmonicultoras para convertir desechos en fertilizantes

Chile: La compañía Tequia puso en marcha su catalizador “Tcast Cata”, el cual transformó mortalidad de sardinas en un potente abono, que fue aplicado en un campo de avena exitosamente. 

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La gran varazón de sardinas que ocurrió en los ríos Laraquete y Carampangue en la provincia de Arauco, hecho que igualmente se repitió en las costas de Tomé, Tumbes y Coronel causó gran preocupación en la región del Biobío, en febrero pasado.

Sin embargo, el hecho fue tomado como una oportunidad por la empresa de remediación medioambiental Tequia, que puso en marcha su catalizador “Tcast Cata”, el cual dio respuesta a las cerca de 4.000 sardinas varadas en Arauco, convirtiendo los desechos orgánicos en un potente fertilizante, que luego fue aplicado en el suelo agrícola del Fundo San Osvaldo, propiedad de Juan Pablo Barrueto, según lo publicado por Diario Concepción.

Lo anterior, a través de un proceso de conversión del desecho en pudrición, generando la maduración de la materia orgánica transformándolo en un fertilizante muy potente para las siembras, labor que demoró semanas, evitando así la aparición de ácido sulfhídrico, gas que de ser inhalado por humanos puede incluso llegar a causar la muerte.

Estos avances fueron reconocidos esta semana por el ministro de Ciencias y Tecnología, Andrés Couve, quien visitó el fundo, donde analizó en terreno los desarrollos de la empresa tecnológica. “Es importante ver como la investigación y el desarrollo se vincula con las personas y las comunidades, para agregar valor a los productos, en este caso en particular, estamos junto a este emprendimiento que mejora la producción y la calidad de los suelos, a través de material orgánico, en un campo de avena fertilizado con sardinas, es decir, la investigación científica al servicio de la provincia de Arauco”.

“Esta vez fueron sardinas, pero estamos capacitados para asumir otros desafíos, ya sean salmones o bovinos. Si bien en el caso de los salmones, el tamaño es sustancialmente mayor a lo aplicado en el Fundo San Osvaldo, la materia orgánica es la misma. En ese sentido, ya estamos en conversaciones con las organizaciones que dirigen la salmonicultura, haciendo demostraciones para transformar sus desechos en fertilizantes y lograr lo que hicimos en Arauco”, sostuvo desde Tequia su director ejecutivo, Iván Vega.