Preocupación por resistencia a antiparasitarios

Chile: En el marco del seminario internacional sobre “Uso de medicamentos veterinarios en salmonicultura", especialistas concluyeron que la resistencia a antiparasitarios es un hecho evidente y se deben buscar alternativas.

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El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), en conjunto con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, organizaron el "Seminario internacional uso de medicamentos veterinarios en salmonicultura", que se realizó el día lunes 17 de octubre 2016 en la ciudad de Puerto Varas y que contó con la presencia de destacados expositores nacionales e internacionales.

Dr. Stian Johnsen, representante de la Norwegian Food Safety Authority.

La resistencia de los piojos de mar a los tratamientos antiparasitarios es un tema alarmante a nivel internacional. En Noruega existe bastante preocupación según lo expuesto por el representante de la Norwegian Food Safety Authority, Dr. Stian Johnsen en su presentación “Lineamientos de la Autoridad noruega en el control de Sea Lice”. Según Johnsen, actualmente se han registrado, en promedio, más piojos en todo el país en comparación con años anteriores, empeorando la situación desde mediados de agosto a octubre. “La mayoría de los centros se encuentra en el límite de los piojos, pero en algunas zonas la situación es crítica”, señaló.

Dra. Kari Olli Helgensen, Norwegian Veterinary Institute.

En tanto, la investigadora del Norwegian Veterinary Institute, Dra. Kari Olli Helgensen, en su presentación “Monitoreo de sensibilidad a antiparasitarios, experiencia Noruega”, reveló que los porcentajes de resistencia estudiados por métodos moleculares para azametifos han aumentado de 22% en el 2014 a 56% en el 2015. Asimismo, para deltametrina, se han registrado porcentajes de resistencia de 15% el 2014 y 37% durante el 2015. Finalmente, concluyó que el nivel de resistencia varía dentro de las regiones y que no es posible controlar los piojos de mar solo con tratamientos químicos. Sin embargo, también argumentó la existencia de resistencia a los tratamientos no farmacológicos, como agua dulce, laser y tratamientos térmicos.

En Chile, la jefa Departamento de Salud Animal del Sernapesca, Marcela Lara, que expuso acerca de los lineamientos de la Autoridad chilena para el control de Caligidosis. Lara destacó que la Caligidosis se encuentra controlada desde el año 2013, siendo la carga promedio en el último año menor a tres hembras ovígeras, sin embargo, espacialmente existen algunos barrios que presentan mayor carga.

Lara llamó a estar atentos al incremento en el uso de azametifos. “Hay una disminución del uso de piretroides en contraste con el aumento de azametifos. De los 1.352 tratamientos realizados el año 2015, el 77% correspondió a azametifos, 15% a deltametrina y 8% a cipermetrina”, reveló.

Marcela Lara, jefa Departamento de Salud Animal del Sernapesca.

En cuanto a los tratamientos no farmacológicos, la representante de Sernapesca dijo que durante el año 2015 se realizaron 92 tratamientos no farmacológicos, de estos, el 98,8% consistió en tratamientos con H2O2, mientras que el 2,2 lo hizo con Thermolicer. En el primer semestre del 2016, el uso de Thermolicer aumentó a un 14%.

Por su parte, la directora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt, Sandra Marín, realizó una revisión del estado actual del monitoreo de sensibilidad de Caligus rogercresseyi. La investigadora detalló que un análisis de sensibilidad in vitro es aquel que evalúa la respuesta de un grupo de organismos cuando es expuesto a un gradiente creciente de concentraciones de un químico que causa efectos deletéreos. “Estos efectos pueden ser letales, y hablamos de Concentraciones letales (CL) y en caso de ser otro efecto que no es letal, hablamos de Concentraciones efectivas (CE). Usualmente las concentraciones letales son mayores que las concentraciones efectivas”, precisó Marín.

En cuanto de la utilidad de este tipo de análisis en el contexto de la Caligidosis, Marin dijo que es un método que permite detectar tempranamente cambios en la respuesta del parásito a los antiparasitarios, pero también, como se realiza in vitro, permite controlar efectos que en los centros de cultivos no se pueden controlar y que muchas veces son causa de malos resultados del tratamiento y no necesariamente representan  un cambio en la respuesta del parásito asociado con una pérdida de sensibilidad.

Sandra Marín, directora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt.

“En Chile, se comenzó a realizar este tipo de análisis de sensibilidad en el año 2007, a través de un proyecto Fondef adjudicado a la Universidad Austral de Chile y dirigido por la Dra. Sandra Bravo. “En este estudio se reportó una reducción de la sensibilidad en base a resultados de tratamientos en centros. Con esto nos dimos cuenta que no teníamos un punto de comparación, como para pensar en qué estado estábamos en este proceso de cambio de sensibilidad y comenzamos a comparar la información generada con valores obtenidos en Lepeophtheirus salmonis y para un parásito nativo llamado L. mugiloidis. A partir de esto, el Estado respondió con una serie de acciones y también hubo colaboraciones entre la universidad y empresas productoras y laboratorios”.

Entre las principales conclusiones, la investigadora de la Uach dijo que el conocimiento de la sensibilidad de C. rogercresseyi a los distintos antiparasitarios usados para su control se encuentra limitado a iniciativas aisladas. “Estas iniciativas han permitido generar información puntual y de más largo plazo respecto de EC50 para benzoato de emamectina, cipermetrina, deltametrina, azametifos y peróxido de hidrógeno”.

“Al comparar la sensibilidad en el tiempo, los resultados sugieren que el EC 50 para benzoato de emamectina habría disminuido en el tiempo en algunas localidades de la Región de Los Lagos, en tanto, para el caso de piretroides la tendencia es a un aumento en el tiempo, mientras que para azametifos la tendencia no es clara debido a que distintos monitoreos sugieren distintas tendencias”, detalló la profesora Marín.

También reveló que se ha observado una respuesta diferencial entre machos y hembras para los distintos antiparasitarios que es consistente con lo reportado previamente para L. salmonis.

Sin embargo, aclaró que bajo el escenario actual, no existe una proyección del análisis de sensibilidad como herramienta para la prevención y control de la Caligidosis. “Necesitamos conocer la distribución espacia y temporal de la sensibilidad de C. rogercresseyi a distintos fármacos, así como integrar la información que se está generando sobre la expresión génica y los mecanismos de respuesta del parásito a los antiparasitarios para transitar hacia herramientas que permitan detectar cambios en sensibilidad más eficientes y efectivos”, manifestó la especialista.

Finalmente, el grupo de expositores concluyó que existe la necesidad de fomentar buenas prácticas en el uso de productos veterinarios, con un enfoque preventivo (vacunas, calidad de smolt, alimentos funcionales, bienestar animal y coordinación entre los actores.