Los niveles de omega-3 pueden influenciar la cantidad de minerales que son absorbidos a través del intestino, incluido el zinc. Foto: Salmonexpert.

La barrera tisular del salmón es influenciada por el zinc y el omega-3

Noruega: Los resultados de un estudio realizado por Nofima muestran que la interacción entre estos compuestos es importante para lograr una adecuada función de barrera protectora en distintos tejidos del salmón.

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Anteriormente, los científicos de Nofima descubrieron que la piel del salmón se fortalece cuando se administran suficientes cantidades de omega-3 y zinc en la alimentación, lo que ayuda a soportar mejor la transferencia al mar.

Ahora, en su sitio web presentaron la continuación del estudio y nuevos resultados asociados a la investigación.

Sabiendo que por un lado el salmón requiere del zinc en su dieta, es importante que el contenido del mineral se mantenga lo más bajo posible en lodos para poder utilizarlo como fertilizante.

"Entonces, cuando se trata de ácidos grasos omega-3 y zinc, quisimos probar si los cambios en las dietas podrían afectar la salud y la solidez del salmón", señala Gerd Marit Berge, científico senior de Nofima.

Las pruebas se realizaron en las instalaciones de Nofima, en Sunndalsøra, en salmones desde parr a post-smolt en un sistema de recirculación, donde se tomaron diversas muestras durante la duración del estudio.

Afecta la composición de la pared celular

"Hemos notado que es necesario tener suficiente omega-3 para utilizar mejor el zinc proveniente de la alimentación, y que el zinc es importante para lograr una buena composición de fosfolípidos, que a su vez proporciona una buena función de barrera", indica berge.

El contenido reducido de los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA en el alimento proporcionó un contenido reducido de los mismos ácidos grasos en los fosfolípidos de la piel, los intestinos y las branquias.

Sobre el proyecto

La investigación se llevó a cabo dentro del proyecto "La importancia de la nutrición para la salud de la piel, los intestinos y las branquias del salmón", donde Nofima colaboró con la Universidad de Gotemburgo y el Hospital Universitario de Oslo. El proyecto fue financiado por el Norwegian Seafood Research Fund (FHF).

La investigación muestra que menos omega-3 en la alimentación puede reducir la función de la barrera intestinal al interrumpir la absorción de líquidos y la regulación del balance de hidrosalino. Dado que la función intestinal cambia, se puede pensar que el nivel de omega-3 en la alimentación también puede afectar la absorción de nutrientes distintos al zinc.

Reorganización del tejido branquial

Diferentes niveles de zinc y omega-3 en las branquias llevaron a expresiones genéticas alteradas en un gran número de genes, especialmente cuando los peces se transfieren al agua de mar. Los genes estaban vinculados a funciones como la organización de tejidos, el metabolismo y la transmisión de señales.

"En general, los cambios en la expresión génica sugieren una reorganización integral del tejido de las branquias. Los salmones pasan por un proceso de cambios fisiológicos importantes antes de ser transferidos al agua de mar, y si podemos darles un tipo de alimento que cumple con las demandas de este período, puede contribuir a mayores tasas de supervivencia en el mar", expuso Berge.