Álvaro Montaña, geógrafo oriundo de Curaco de Vélez y representante de la organización “Defendamos Chiloé” de la Región de Los Lagos . Imagen: Daniella Balin, Salmonexpert.

Panel técnico y comunidades costeras analizaron impacto de salmonicultoras

Chile: El pasado 19 de enero el Archivo Nacional de la Biblioteca de Santiago fue el escenario donde se desarrolló el encuentro “Salmonicultura en Chile: Salud Pública, Medio Ambiente y Derechos Ciudadanos”.

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Durante el encuentro, especialistas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO)  y el Colegio Médico abordaron el uso de antibióticos en salmonicultura. La actividad también contempla la participación de la periodista argentina, Soledad Barruti, autora del libro “Mal Comidos” y de dirigentes de comunidades costeras, tales como Abraham Fuentes, del Consejo de Defensa Territorial de Los Lagos, Marcos Caucamán, de la Unidad Territorial Antihue y Sergio Quinan, del Consejo Territorial Lafkenche de Valdivia, región de Los Ríos y César Águila, representante del Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura.

Primer panel del encuentro. Foto: Ecocéanos.

Encuentro

Luego del encuentro, Juan Carlos Cárdenas, médico veterinario y director del Centro Ecocéanos, comentó que, “entre las presentaciones del panel técnico y el de las comunidades de pueblos originarios, organizaciones ciudadanas y movimientos sociales se percibió complementariedades en las necesidades de intercambio de información, capacitación y desarrollo de propuestas para soluciones integrales al problema de la salmonicultura y el empleo abusivo de antimicrobianos”.

Cárdenas compartió con Salmonexpert sus principales conclusiones luego del encuentro:

  • “La resistencia bacteriana junto con el cambio climático, la crisis del agua, la degradación de los océanos y la pandemia de la obesidad, constituyen los mayores desafíos que enfrentan de cara al Siglo XXI la sociedad chilena y los sistemas acuáticos y terrestres que sustentan la vida en el planeta”.
  • “Es necesaria una articulación entre la sociedad civil informada, organizada y propositiva y los organismos internacionales, para crear el liderazgo y la voluntad política necesaria, que permita que el Estado chileno cumplir con sus compromisos internacionales e implemente de manera real y verificable. Se debe escuchar el llamado global de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Organización Internacional de Salud Animal (OIE), para la protección de la inocuidad alimentaria, el control de la resistencia bacteriana y la eliminación del empleo abusivo de antimicrobianos tanto en la salud humana, como en los sistemas de producción industrial de proteína animal”.
  • “Destaco la importancia de educar y movilizar como mecanismo para fortalecer el derecho de los ciudadanos de disponer de alimentos sanos, nutritivos y seguros, y de los consumidores de acceder a información veraz, suficiente y oportuna sobre el origen y las características de sus procesos productivos en relación a sus impactos a sus ambientales, sanitarios y sociales”.
  • “Se debe valorar la actual tendencia en los mercados internacionales de optar por el consumo de pescado libre de antibióticos y promoverlo a nivel nacional, como un mecanismo efectivo de defensa del medio ambiente, la salud pública y los derechos ciudadanos”.

FAN en Chiloé

Álvaro Montaña, geógrafo oriundo de Curaco de Vélez y representante de la organización “Defendamos Chiloé” de la Región de Los Lagos comentó que “los chilotes hemos terminado siendo inquilinos en nuestra propia casa. El mar de Chiloé está sobreexplotado, privatizado y contaminado”.

Montaña definió el evento de Floraciones Algales Nocivas (FAN) de 2016 como una crisis institucional, “ya que las empresas y el Gobierno demostraron no tener una capacidad adecuada de reacción, no tenían sitios suficientes para disponer mortalidades de salmones y tampoco protocolos adecuados para disponer la mortalidad, y siguen sin tenerlos”.

“No se evaluó la capacidad del sistema ante un evento de mortalidad masiva (cantidad y capacidad diaria de vertederos, plantas de proceso, los propios sistemas de ensilaje, el transporte de mortalidad, el retiro de peces muertos de balsas jaula, distribuidoras de bolsas o bins y centros de acopio, incluso, estos últimos no se evalúan en ninguna RCA”, concluyó.