Imagen referencial de salmón. Foto: Archivo Salmonexpert.

Revelan cómo zinc y omega-3 fortalecen la piel del salmón

Noruega: Según científicos de Nofima, los peces que habían recibido dosis más altas de zinc y omega-3 soportaron mejor la transferencia al agua de mar.

Publicado Actualizado

Los científicos de Nofima llevaron a cabo un proyecto para evaluar cómo los diferentes niveles de zinc y ácidos grasos omega-3 marinos (EPA y DHA) en la alimentación del salmón afectan la función, las propiedades de barrera y los procesos de curación de heridas en la piel de estos peces. 

En el experimento de Nofima, cinco grupos de salmones recibieron alimentos con diferentes niveles de zinc y ácidos grasos omega-3 que oscilaron entre 100 y 300 mg de zinc y 0,5 y 2 gramos de ácido graso omega-3 por kilo de alimento, que están por encima y por debajo de lo que es común en la alimentación comercial de los peces en la actualidad.

Los salmones se estudiaron mediante smoltificación en agua dulce y se transfirieron a agua salada durante 10 semanas. Los resultados del experimento de los científicos de Nofima mostraron que las distintas capas del salmón se ven afectadas por los niveles de zinc y omega-3 en la alimentación.

Según Nofima, “los peces que habían recibido dosis más altas de omega-3 y zinc soportaron mejor la transferencia al agua de mar. Mientras que los niveles altos de omega-3 marino fortalecieron las capas inferiores de la piel, a través del tejido conectivo más grueso y las capas de grasa, los niveles altos de zinc afectaron a las capas externas, ya que la capa más externa, la epidermis, se volvió más suave y contenía más células productoras de moco. Estas diferencias parecen afectar la fuerza de la piel del pez y su capacidad para soportar tensiones externas”.

Asimismo, los científicos también vieron que las heridas en peces que habían recibido altos niveles de zinc y omega-3 en el alimento se curaron más rápido que las de peces que habían recibido niveles más bajos. La investigadora de Nofima, Elisabeth Ytteborg, afirmó que “cuando desafiamos a los peces en forma de exposición a agua salada o heridas, pudimos ver claramente que los niveles de zinc y omega-3 en el alimento tienen un impacto importante en la salud de la piel de los peces ”.

“El salmón se beneficiaría si se prepara con zinc y omega-3 antes de que se transfieran al agua de mar. Lo mismo puede aplicarse antes de que sean tratados por Caligus, trasladados a agua fría u otro evento estresante que sabemos que puede ser un reto para la salud de la piel. Sin embargo, todavía no sabemos lo suficiente. Hay restricciones estrictas sobre la cantidad de zinc que se puede usar en la alimentación del salmón, pero en lo que podemos seguir trabajando es hacer que el zinc que se permite sea más accesible para los peces ", admitió Ytteborg.