Trabajos para extracción de Seikongen. Foto: Armada de Chile.

"Seikongen" será sacado por empresa que rescató al "Costa Concordia"

Chile: Paralelamente a la labor de monitorear el rescate, la Autoridad Marítima investiga qué pasó y quién es el responsable del accidente.

Publicado Actualizado

El miércoles 1 de noviembre la Gobernación Marítima de Castro aprobó el plan de acción para iniciar las labores de rescate del "Seikongen", wellboat que se siniestró el pasado 18 de octubre en la bahía de Terao, Chonchi, luego de realizar faenas de extracción de salmones desde el centro de cultivo Pilpilehue, propiedad de Salmones Camanchaca.

Estas labores tardarán 21 días y comenzaron el sábado 4 de noviembre sacando los salmones muertos de las bodegas del barco, para lo cual cuentan con la ayuda de Ardent, empresa holandesa que estuvo a cargo del rescate y reflotamiento del trasatlántico "Costa Concordia", que naufragó en enero de 2012 cerca de la isla de Giglio, en la Toscana (Italia).

"Nos da confianza que CPT esté siendo asesorada por Ardent. Creemos estar en las mejores manos", señaló Ricardo García, presidente de Salmones Camanchaca.

El capitán Héctor Aravena, gobernador marítimo de la V Zona Naval de Puerto Montt y encargado de supervisar el proceso, comentó que lo importante es que la extracción de la biomasa en descomposición se lleve a cabo de manera más idónea, “porque sacar los residuos orgánicos es la labor de mayor riesgo". Por tal razón solicitó información y detalles técnicos a la empresa.

Aravena detalló que el plan, que se aprobó el pasado miércoles, tiene tres etapas: retiro de los residuos orgánicos, después de los hidrocarburos y, por último, de la nave.

Burocracia

Alberto Camacho, gerente general de CPT, empresa dueña de la nave y responsable del rescate, explicó que, si se demoraron tanto en tener listo el plan y en que este fuese aprobado, fue porque "este plan se desarrolló de acuerdo con todas las normativas técnicas para minimizar los riesgos humanos o ambientales durante la operación". Hace ver que estas labores toman tiempo y ejemplifica que cuando naufragó en la Región de Magallanes el ferry "Amadeo", en 2016, su rescate tardó 14 meses, y el propio "Costa Concordia", en Italia, casi dos años.

Por su parte Ricardo García destacó que la experiencia internacional indica que para que sea exitoso el retiro, este debe hacerse con especial cuidado y con los tiempos que técnicamente se necesiten. "Partimos de la base de que las autoridades que intervienen en este caso están haciendo todo lo humanamente posible por entregar las respuestas que les competen en el mínimo tiempo, y solicitando acciones que sean materiales e importantes, para no entrabar los procesos".

Sin embargo, se han presentado complejidades burocráticas. Sernapesca denunció a Camanchaca porque no había retirado los salmones muertos en las 48 horas que establece la norma, pero la empresa responde que tal muerte ocurrió fuera de sus instalaciones, en una nave de otra empresa (CPT) y en la jurisdicción de la Armada. "Camanchaca no puede actuar libremente frente a un naufragio de este tipo y tomar medidas unilaterales por muy bien intencionadas que estas sean, sino que debe dar cumplimiento a las normas establecidas por los organismos del Estado pertinentes, en este caso la Armada de Chile", sostuvo Ricardo García.

Por ahora, la emergencia está controlada. “El buque "Seikongen" está en una zona de solo 10 metros de profundidad, cercana a la costa, monitoreada durante las 24 horas por un equipo de 35 personas, 8 embarcaciones y modernos equipos”, precisó Camacho.

"En los planes presentados por CPT, su ejecución podría tardar 21 días hasta la completa evacuación de riles y combustibles, toda vez que nos acompañen las condiciones climáticas y oceanográficas, y que no tengamos imponderables que afecten la planificación. Una vez eliminados los riesgos de contaminación ambiental, nos enfocaremos en la remoción de la nave de la bahía de Terao", puntualizó el ejecutivo de CPT.

Paralelamente a su labor de monitorear el rescate, la Autoridad Marítima investiga qué pasó y quién es el responsable del accidente.

Lea la nota original en El Mercurio.