La estrategia en acuicultura de Cargill

A más de un año de oficializarse la compra de Ewos por parte de Cargill, David MacLennan, CEO de la firma internacional elaboradora de alimentos para vacuno, cerdos, pollos y ahora peces, se reunió con el equipo chileno y estuvo en las instalaciones del Centro de Innovación de Cargill.

El principal ejecutivo de la empresa visitó un centro de cultivo de Salmones Aysén, además de reunirse con Felipe Céspedes, ministro de Economía, autoridades de Sernapesca y representantes de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio.

Siguiendo los pasos de su padre, quien desarrolló casi toda su carrera en Cargill, David MacLennan se integró a la firma en 1991. Su experiencia en la empresa estuvo interrumpida entre 2000 y 2002, cuando trabajó como máximo directivo en U.S. Bancorp Piper Jaffray en Minneapolis. Cuando volvió a Cargill, logró ascender al principal cargo ejecutivo de la compañía, y hoy está a cargo de un conglomerado de 150 mil empleados y una organización que elabora 1,2 millones de toneladas métricas de alimento para salmones al año.

¿Cuál es el interés de Cargill en la industria acuícola?

Tenemos un gran interés en acuicultura. Como todos saben, adquirimos las instalaciones de Ewos y ésta ha sido la segunda adquisición más grande en la historia de Cargill. El mundo necesitará más peces y salmón, por lo que pensamos que es una buena decisión para el negocio.

Recientemente hemos visto la inversión de US $ 10,5 millones en el Centro de Innovación Cargill,  ¿Por qué hacer una inversión tan grande en la acuicultura?

Es parte de nuestra estrategia en acuicultura. Parte de nuestro foco está puesto en la innovación e incursiones en el mercado, como parte de nuestros valores. Reconocemos que en esta área, debemos seguir buscando nuevas ideas y productos para mantener a nuestros clientes satisfechos. Es nuestro compromiso con la propiedad intelectual para realizar mejores productos.

¿En qué están frente al desafío de reducir partes animales en la comida para peces y aumentar las vegetales?

Estamos enfocados en esto, creamos un joint venture llamado Feed Kind junto con Calysta, que representa nuestro compromiso con las cadenas de suministro sustentables. Además, una manera de satisfacer la creciente demanda de salmón es a través productos provenientes de la agricultura.

En el último mes, Europa y Canadá aprobaron la inclusión de insectos en la alimentación animal,  ¿Cuál es la posición de Cargill en esta tendencia global?

Estamos estudiando insectos, como grillos y saltamontes. Nuestro trabajo como firma elaboradora de alimentos es buscar fuentes alternativas de proteínas para incluir en nuestros productos. Esto apoya la sustentabilidad. En otros centros de I+D estamos trabajando en la investigación de diversos insectos como fuente para nuestro alimento.

¿Cuál es la posición de Cargill sobre el uso de organismos genéticamente modificados (GMOs) en la alimentación animal?

Hay personas que no quieren comer GMOs, y respetamos eso. Estamos en proceso de desarrollar cadenas de suministro libres de ingredientes GMO. Un ejemplo, es un importante cliente que quería alimentos libres de esta denominación, y fuimos capaces de desarrollarlo, incluyendo aceite de soja no modificado genéticamente.

Pensamos que los GMO son una buena herramienta para la sustentabilidad, es un apoyo para la resistencia y a las enfermedades, pero reconocemos que hay una gran parte de la población que no quiere alimentos que contengan GMOs, por eso podemos trabajar en cadenas libres de GMO y en alternativas.

¿Cómo crees que las políticas y posición de Donald Trump pueden afectar a esta industria y al mapa de proveedores de la acuicultura?

Estoy preocupado por el proteccionismo y aislación a nivel mundial. Es algo que ha ocurrido durante la historia, pero nuestra posición se basa en creer en el comercio abierto y en la importancia del intercambio entre países. También sabemos que el libre comercio tiene aspectos a mejorar.

Actualmente, la administración de Trump solo tiene un poco más de 60 días, por lo que no hay grandes cambios por el momento. Sin embargo, haremos que nuestra voz y opinión sea escuchada. Fuimos grandes partidarios del TPP, y nos vimos decepcionados cuando el Gobierno estadounidense decidió no participar.

¿Cuál es la postura de Cargill frente a iniciativas de colaboración?

Es crucial, porque no somos los suficientemente inteligentes para saberlo todo, ni tan buenos para tener todas las habilidades para ser exitoso, por eso hemos establecido socios para la cooperación.

El joint venture con Calysta es un ejemplo, también tenemos acuerdos para el vacuno en Australia y hemos tenido reuniones para cooperar con Copersucar, una firma elaboradora de azúcar de caña en Brasil. Alianzas con organizaciones medioambientales como "Nature Conservancy", WWF y también nos apoyan a ser más responsables medioambientalmente, somos humildes y reconocemos que no podemos tener todas las respuestas y necesitamos tener socios para resolver las cosas.