Samuel Valdebenito, gerente de I+D de Veterquímica. Foto: Daniella Balin, Salmonexpert.

Programa de control de riesgo para IPNv

Chile: Después de diez años de trabajar en la aplicación de la vacuna IPE-VAC, Veterquímica expuso mayores detalles sobre su programa de control de riesgo para Necrosis Pancreática Infecciosa (IPNv).

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Durante el tradicional seminario de Veterquímica, realizado en el hotel Park Lake de Pucón, Samuel Valdebenito, gerente de I+D de Veterquímica, expuso acerca del programa de control de riesgo IPN que están llevando a cabo.

“El IPNv es un virus hábil. Llevamos diez años trabajando con la vacuna IPE-VAC y más de 1.000 millones de peces han sido vacunados bajo nuestros programas, es la mayor contribución al control de esta enfermedad. La recomendación es aplicar planes de vacunación diferenciados”, comentó Valdebenito.

Samuel Valdebenito, gerente de I+D de Veterquímica. Foto: Daniella Balin, Salmonexpert.

IPE-VAC, de acuerdo con datos de Veterquímica, ha apoyado a reducir significativamente la presencia de virus IPNv en la industria, detectándose un aument de la inmunidad en masa, provocando una reducción drástica de las mortalidades. El porcentaje de mortalidad de las tres especies llegó a 1,4% el 2016, frente a un 84% en el 2005.

QTLs

Sobre la relación entre el trabajo genético en QTLs y los programas de vacunación, el gerente de I+D de la firma dijo que, “aunque los peces tengan QTL-IPN igual pueden enfermar y se puede ver afectada la calidad de los smolts. En Chile, la introducción de los peces con QTL-IPN es reciente y es un aporte positivo que se complementará con las vacunaciones y manejos productivos que se realicen en las pisciculturas”.

“Existen diferentes niveles de riesgo, es necesario establecer una estrategia para peces con QTL y otra para ejemplares sin QTL”, añadió.

Encuesta

Veterquímica encuestó a veintiséis pisciculturas que tenían 100% programa de peces QTL-IPNv, seis de recirculación y veinte de flujo abierto, para evaluar el nivel de riesgo de contagio y dispersión de IPNv.

Dentro de los resultados de la encuesta, se destacó que el 100% de las pisciculturas de recirculación y el 50% de las pisciculturas de flujo abierto fueron clasificadas como “bajo riesgo”, mientras que la otra mitad de flujo abierto fue calificada como “alto riesgo”.

Las pisciculturas clasificadas como riesgosas cuando evaluaron como positivos cuatro o más de los siguientes factores: historial clínico de IPNv (55%), alta densidad (35%), oscilaciones térmicas (50%), presencia de otros patógenos (65%), ingresos de otro origen (40%), estrategia productiva (40%), all in all out (65%), recambio en especies (55%), turbias (60%), bioseguridad insuficiente (20%), calidad del agua (30%).

Seminario de Veterquimica en el Hotel Park Lake de Pucón. Foto: Daniella Balin, Salmonexpert.

Recomendaciones

De acuerdo con Valdebenito, las recomendaciones frente a esta realidad pensando en esta matriz de riesgo son las siguientes:

  • Al tener un historial clínico de IPNv, en el centro se debe caracterizar el aislado y saber sobre su frecuencia de aparición y épocas del año.
  • Al detectar presencia de otros patógenos inmunosupresores es necesario reducir la carga o infección, realizar diagnósticos tempranos, pesquisar y buscar casos subclínicos.
  • Si se practican medidas como all in all out se requieren limpiezas doble, mayor desinfección, y más atención en el secado y preparación de las áreas.
  • En caso de detectar oscilaciones térmicas se debe tener registros por época del año para observar y analizar el comportamiento.
  • Si en las instalaciones hay recambio especies de cultivo, es ideal tener registros por época del año y analizar el comportamiento.
  • En caso de haber turbias recurrentes hay que evitar manejos y tener plan de contingencia.

“Nuestro mensaje es que siempre será necesario evaluar la presencia de IPN y condición sanitaria ambiental productiva para aplicar en forma correcta la matriz de riesgo”, concluyó el especialista.