Imagen referencial de salmones nadando. Foto: Archivo Salmonexpert.

Recomendaciones para transporte de peces en wellboat

Chile: Dos de las compañías más importantes de transporte de peces en wellboats de la región, entregaron su visión en relación a las recomendaciones de Sernapesca e Intesal, en cuanto a la navegación por la zona afectada con microalgas tóxicas.

Ante los recientes eventos de mortalidad de peces, debido a la presunta presencia del microalga Karenia mikimotoi, en el Golfo de Penas en la Región de Aysén, tanto el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) como el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal) recomendaron que mientras se confirma el tipo de alga involucrada, de manera preventiva, debe evitarse la navegación de los barcos de transporte de peces vivos  por la zona afectada o que, en caso de ser inevitable, lo hagan con sistema cerrado (sin recircular el agua), para disminuir así el riesgo de mortalidad de los peces que transporta.

Mauricio Labra, gerente general de Patagonia Wellboat. Foto: Archivo Salmonexpert.

A juicio de Mauricio Labra, gerente general de Patagonia Wellboat, “navegar la zona de conflicto con la nave cerrada evita que el alga llegue a los peces. No obstante, lo anterior, dependiendo de la especie transportada, densidad, temperatura del mar y condición general de los peces, la autonomía de las naves para permanecer cerradas es limitada y en general los wellboat que no tienen sistemas de eliminación de CO2 ni tienen sistemas de enfriado, solo podrán permanecer cerradas por espacio de un par de horas, posterior a ese tiempo la condición del agua en las bodegas será progresivamente crítica para los peces transportados. Considerando que la información existente da cuenta de un área con presencia del alga que toma más de 8 horas de navegación trasponerla, el tipo de wellboat sin los sistemas mencionados no son una opción”, explicó, agregando que es diferente la situación de wellboats con sistemas de eliminación de CO2 y enfriamiento de agua. “La autonomía es superior al tiempo requerido para pasar la zona afectada por el alga, y se puede navegar de manera cerrada sin consecuencias adversas para los peces transportados”, puntualizó.

Solvtrans

Por su parte, el gerente general de Solvtrans, Víctor Vargas, comentó que la navegación cerrada se debe subclasificar en navegación cerrada sin enfriamiento de agua y navegación cerrada con enfriamiento de agua.

“Los beneficios de la navegación cerrada son múltiples. En primer lugar, dándole un uso apropiado, permite mejorar la calidad del producto final, ya que reduce los niveles de estrés en los peces. El sistema cerrado con frío, permite regular la temperatura del agua protegiendo el wellfare de los peces”, recalcó Vargas.

El ejecutivo igualmente destacó que la navegación cerrada, minimiza los riesgos de transmisión cruzada de enfermedades, permitiendo transportar de forma segura peces enfermos, para descargarlos directo a planta.

“A su vez, esta modalidad de navegación impide la transferencia de porciones de aguas de un punto geográfico a otro, con lo cual, en casos de presencia de bloom de algas o contaminación, los peces se mantienen siempre protegidos del exterior. En términos de bioseguridad, permite mantener siempre la misma agua abordo durante todo el proceso, especialmente durante la descarga, con lo cual es posible, posterior a la descarga, realizar un tratamiento de esa agua antes de devolverla al mar”, expresó Vargas.

Víctor Vargas, gerente general de Solvtrans. Foto: Archivo Salmonexpert.

Sistemas

Según el directivo de Solvtrans, el sistema abierto de transporte el wellboat no existe más, y solo existen los sistemas semicerrados y cerrados. “Nuestra experiencia nos dice que la principal diferencia es que el sistema semi-cerrado permite un contacto con el medio en todo momento, es decir, entra y sale agua desde el wellboat. Sin embargo, en un sistema cerrado no existe contacto con el medio desde que el wellboat zarpa desde el centro de origen hasta que arriba al acopio de destino”, dijo.

En tanto, Mauricio Labra comentó que la diferencia entre un sistema navegación abierto o cerrado, radica, fundamentalmente, en la capacidad de transitar por áreas con riesgo sanitario y/o bloom de algas. “En condición cerrada, evitando riesgo de la carga, el costo de operación es más alto y requiere mayor inversión, pero la nave seguirá siendo una herramienta eficaz frente a las contingencias. La operación de los wellboats en modo abierto es la forma más habitual de operación y en ausencia de problemas ambientales es la más eficiente, tanto desde el punto de vista económico como biológico”, expresó.

Recomendaciones

Para el gerente de Solvtrans, las recomendaciones son un constante monitoreo de la zona en general, además de la comunicación y coordinación de la información, al menos entre productores y proveedores de wellboats, para así tener información lo más actualizada de las zonas de riesgo. “Sin duda que la navegación cerrada es la mejor solución para esta problemática. Sin embargo, se debe ser consecuente con las capacidades técnicas de cada wellboat antes de cerrar el barco por varias horas, ya que no todos los wellboats pueden estar cerrados por más de 4 horas continuas”, explicó.

Misma opinión tiene el gerente de Patagonia Wellboat, quien recomienda, para estos casos, utilizar solo wellboat con autonomía cerrados, superior a 8 horas de navegación. “Y por supuesto, mantener un monitoreo permanente de la zona amagada, para tomar decisiones informadas del punto de cierre y posterior apertura de las naves”, recalcó.