Detectaron presencia de ácido sulfhídrico en envíos de mortalidad

Chile: Las primeras mediciones establecen "altos niveles de descomposición", por lo que no descartan enviar esos peces mar adentro, lo que están revisando con la autoridad marítima. 35 mil toneladas de biomasa es la pérdida estimada. Hasta el miércoles 9 de marzo, habían salido del mar unas 24 mil toneladas. 60 millas de la costa es el límite para verter desechos en el mar, según indica el Protocolo de Londres.

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Con preocupación, está observando el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) el probable escenario de tener que lanzar al mar parte de la mortalidad de salmones, afectados por el florecimiento del alga Chatonella en centros de cultivo del Seno del Reloncaví, según informó El Llanquihue.

El director regional de ese servicio, Eduardo Aguilera, afirmó ayer que han recibido reportes de "altos niveles de descomposición" y que también detectaron la presencia de ácido sulfhídrico en los peces que están siendo enviados a plantas de reducción para transformarlos en harina y aceite de pescado.

El personero dijo que "es altamente probable que en las próximas horas ya pudiéramos tener una situación de esa naturaleza, que obligara a disponer del vertimiento en el mar".

El director regional de Sernapesca reconoció que buscan evitar que queden expuestos a ese ácido tanto los tripulantes de los barcos que transportan la mortalidad, como los operarios que tienen a su cargo la reducción de esas cargas.

"En la carga que están llegando para harina de pescado, hemos detectado algunas con niveles altos (de ácido sulfhídrico)", admitió. Por ello es que están verificando esa información junto con los encargados de las plantas reductoras. "La salud de los trabajadores es lo primero y hay que resguardarla", afirmó.

En los barcos

Aseguró que la industria pesquera tiene capacitación y conocimiento del riesgo de estas faenas, por lo que cuentan con medidores de ácido sulfhídrico y equipos de respiración que permiten trabajar bajo esas condiciones. Asimismo, en sus tratamientos están usando agua a baja temperatura, "para enfriar y detener los procesos de descomposición. Eso podría ayudar, pero hay que ir evaluando carga a carga".

Aguilera manifestó que a la fecha hay 12 Pesqueros de Alta Mar (PAM) trabajando en estas labores, que han retirado a la fecha cerca de 24 mil toneladas de la biomasa perdida.

"Son barcos de mil y hasta mil 800 toneladas de capacidad de bodega, por lo que esperamos que esta tarea se siga ejecutando con la mayor celeridad y ojalá no pasemos más allá del lunes de la próxima semana con el retiro de la mortalidad desde las jaulas", agregó.

Eduardo Aguilera precisó que ésta es una alternativa que buscan evitar y que se trata de la última instancia, pero que no la descartan ya que la autoridad marítima dispuso la posibilidad de proceder en ese sentido, aunque hasta ayer ninguna empresa afectada había formalizado una solicitud en tal sentido.

A la Directemar

Al respecto, el gobernador marítimo de Puerto Montt, capitán de navío (Lt) Pedro Valderrama, afirmó que se han coordinado con el Sernapesca para visitar los centros afectados y establecer un catastro de la situación.

Reveló que informaron a la Dirección General del Territorio Marítimo (Directemar) "la idea de poder, en una eventualidad, llevar esa mortalidad hacia un punto en el mar, donde los estudios oceanográficos indican que las corrientes no vienen a la costa".

La autoridad marítima precisó que de esa manera se puede aprovechar el oleaje, la salinidad y la radiación para "que los restos de estos peces se descompongan y sean abatidos finalmente por la matriz acuática y del aire, para que se vuelvan a incorporar a los cuerpos de agua como nutrientes y no como un efecto nocivo para la salud de la gente", resumió.

Estimó que después de 15 días la mortalidad de peces entrega un bajo aporte proteico, por lo que subrayó que en esas condiciones "es preferible no hacerlo pasar por los sectores urbanos".

El gobernador marítimo explicó que el ácido sulfhídrico surge a partir de la descomposición de la grasa de los peces.

Destacó que los pesqueros industriales (PAM) disponen de la posibilidad de refrigerar sus bodegas "lo que hace que este proceso se produzca lentamente. Y tienen sistemas de aireación y de llenado que permiten que, tras la descarga, sacar todas las partes de gas y no poner en riesgo a las personas", enfatizó Valderrama.