Científicos chilenos identifican aislados bacterianos multirresistentes en salmón Atlántico

La acuicultura no está exenta del uso de antibióticos; sin embargo, para evitar consecuencias nocivas en la salud humana y el medio ambiente, se debe promulgar el uso controlado.

A pesar de las vacunas, los antibióticos siguen siendo la mejor herramienta para el tratamiento de la enfermedad provocada por Piscirickettsia salmonis, patógeno responsable de más del 80% de las mortalidades en la industria, lo que significa que en los últimos 40 años se han utilizado una gran cantidad de estos fármacos.

El alimento, es la principal vía de administración utilizada en la acuicultura, no obstante, el alimento medicado no se digiere completamente y, en muchos casos, es poco digerida y metabolizada, con la consiguiente liberación constante de antibióticos al medio ambiente.

Por otro lado, la alimentación medicada también afecta fundamentalmente a la microbiota intestinal de los peces, ya que la exposición constante conduce a la selección de bacterias resistentes y a un aumento en la transferencia horizontal de genes de resistencia a los antibióticos (ARG). En última instancia, esta situación significa que las fecas son ricas en ARG.

Ante esta problemática y con la intención de demostrar el impacto de alto uso de antibióticos en la microbiota intestinal de los peces, es que investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Andrés Bello y del Millenium Nucleus on Interdisciplinary Approach to Antimicrobial Resistance realizaron un estudio en el cual caracterizaron bacterias multirresistentes aisladas desde el intestino de salmones cultivados en Chile.

Para ello, seleccionaron cuatro centros de cultivo de la región de Aysén con una biomasa similar de salmones Atlántico los cuales utilizaron tratamientos con altas dosis de antibióticos.

Luego, seleccionaron 15 peces sanos de cada centro para recolectar muestras de fecas e intestino de donde aislaron bacterias resistentes oxitetraciclina y florfenicol mediante la técnica de Concentración Mínima Inhibitoria (MIC por sus siglas en inglés). Los aislados resistentes luego fueron probados contra otros seis antibióticos para determinar su múltiple resistencia.

Los expertos encontraron 47 aislados resistentes a florfenicol y 44 resistentes a oxitetraciclina, y de estos, seis mostraron elevada multiresistencia contra todos los antibióticos analizados.

“Esta resistencia fenotípica se verificó a nivel genotípico ya que la mayoría de los aislados mostraron ARG para florfenicol y oxitetraciclina” expusieron los investigadores, agregando que “específicamente, el 77% de las bacterias resistentes a los antibióticos mostraron al menos un gen de resistencia al florfenicol y el 89% mostró al menos un gen de resistencia a la oxitetraciclina”.

Los científicos denominaron a estas bacterias “superresistentes” y señalaron que sus resultados “demuestran que el alto uso de los antibióticos florfenicol y oxitetraciclina tiene, como consecuencia, la selección de bacterias multirresistentes en la microbiota intestinal del salmón Atlántico en la etapa de agua de mar”, y que además, la resistencia fenotípica de estas bacterias se puede correlacionar con la presencia de genes de resistencia a antibióticos.

Por último, también descubrieron que casi el 100% de los aislados resistentes poseian Integrones de clase 1, elementos peligrosos implicados en el fenómeno de resistencia debido a su capacidad de dispersión.

Revise el artículo completo titulado “Extended antibiotic treatment in salmon farms select multiresistant gut bacteria with a high prevalence of antibiotic resistance genes” aquí.