Jaula sumergible de EcoSea. Foto: EcoSea.

Jaula sumergible chilena para salmonicultura oceánica revela positivos resultados

Chile: Los principales beneficios de esta tecnología offshore fueron el bajo nivel de estrés de los peces, elevadas tasas de crecimiento, y una reducción de un 18% en los costos de producción.

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EcoSea viene desarrollando desde 2007 sistemas de balsas-jaula con mallas de aleación de cobre antibacteriano y antifouling, minimizando las horas de buceo y de uso de embarcaciones, para la limpieza, mantención y recambio de mallas tradicionales de nylon, generando bajas importantes en los costos de operación.

La solución de EcoSea captó el interés de Corfo a mediados de 2018, iniciándose el Programa de Desarrollo Tecnológico para la Acuicultura Oceánica, con un horizonte de seis años de tecnología aplicada y una inversión de más de $6.300 millones.

“Somos un país con más de 4.200 kilómetros de costa. Tenemos posibilidades extraordinarias de transitar con éxito a una acuicultura más sostenible, lejos del borde costero y utilizando tecnologías de última generación que permitan el crecimiento sustentable de la industria”, asegura Fabián Avilés, director del Programa de Desarrollo Tecnológico para la Acuicultura Oceánica.

El consorcio tecnológico está integrado por EcoSea, que lo lidera; Invermar, como asociado; y las empresas y centros Innovex, Novatech, Fundación Fraunhofer, Aex group, Sitecna, junto con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. El programa cuenta con el apoyo de Sernapesca, Subpesca y el aporte financiero de Corfo.

Asimismo, el programa finalizó la prueba prototipo, con una jaula sumergible de 40 metros de diámetro desarrollada por EcoSea. Los principales beneficios fueron el bajo nivel de estrés de los peces (sin ataques de depredadores ni escapes); elevadas tasas de crecimiento, y una reducción de un 18% en los costos de producción.

Al comparar la performance de las jaulas sumergibles de EcoSea versus las tradicionales de nylon, se demostró que los salmones crecen a mejor tasa, porque si bien en ambos casos se obtuvieron ejemplares de tamaño similar, en las jaulas de aleación de cobre la siembra se realizó dos meses más tarde y con salmones 47,5% más pequeños; además tuvo una tasa de mortalidad 2% menor, y se estima que evitó la emisión de 27 toneladas de CO2.

"El ciclo productivo con la balsa-jaula sumergible mostró un rápido desarrollo del crecimiento, bajas cargas bacterianas y de parásitos (Caligus), y cero pérdidas por ataques de lobos marinos. Desde el punto de vista operacional, la tecnología es muy amigable, segura y eficiente, con muy baja adhesión de fouling, validando así un sistema de cultivo robusto y confiable,” señala Omar Cheuquepil, jefe de Producción de Invermar.

La prueba se realizó conforme el marco normativo de Subpesca, que regula la acuicultura experimental, en una zona de mar interior de Chiloé, con un paquete tecnológico que se avizora con mejores sistemas de fondeo y de mantenimiento, mejor provisión automatizada del alimento y suministro de oxígeno, y menores costos de producción.

El siguiente paso es la ejecución de más ciclos de cultivo, en los que se integrarán tecnologías que están desarrollando todas las empresas coejecutoras y EcoSea, enfocados en la automatización y operación remota para acuicultura offshore.