Dra. Doris Soto. Foto: Centro Incar.

“No se exige con efectividad inmediata evaluaciones de impactos por escapes”

Chile: Para la Dra. Doris Soto “es urgente mantener monitoreos permanentes de la fauna íctica asociada a los centros de cultivo y de las especies salmonídeas en vida libre”.

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En marzo de 2021, Mowi Chile recurrió al Tribunal Constitucional (TC) con un requerimiento de inaplicabilidad respecto del artículo 118 quáter de la Ley General de Pesca y Acuicultura, luego de que la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) multara a la empresa con más de $5.300 millones por un escape de 692.000 salmones en el 2018. Ahora, la entidad declaró inconstitucional la aplicación de esta importante normativa, sentando un precedente. 

¿Qué es lo que indica el citado artículo? “En caso de escape o pérdida masiva de recursos en sistemas de cultivo intensivo o el desprendimiento o pérdida de recursos hidrobiológicos exóticos en sistemas extensivos, se presumirá que existe daño ambiental de conformidad con la Ley Nº 19.300 si el titular del centro no recaptura como mínimo el 10% de los ejemplares en el plazo de 30 días contado desde el evento, prorrogables por una vez en los mismos términos”.

Frente a esto, la investigadora del Centro Incar, Dra. Doris Soto, planteó a Salmonexpert que “en realidad, el Estado no hace evaluaciones ambientales de los impactos de los escapes de peces ni las exige con efectividad inmediata y con seguimientos para verificar si hubo o no daño ambiental. Solamente se han hecho algunos estudios puntuales y no permanentes”. 

Para la Dra. Soto, la fuga masiva de Mowi Chile tuvo seguimiento / monitoreo de los potenciales escapados, que fue financiado por la empresa y liderado por Invasal, “pero debido a todos los requerimientos, permisos y organización necesaria, el seguimiento sólo comenzó casi cuatro meses después del escape, lo cual limitó los alcances y conclusiones del estudio”.

La investigadora del Centro Incar admitió que “no me parece que se le ha dado mucha atención al tema. Es urgente mantener monitoreos permanentes de la fauna íctica asociada a los centros de cultivo y de las especies salmonídeas en vida libre, especialmente en los ríos donde puede ocurrir reproducción. Se requieren mayores esfuerzos de investigación definitivamente”. 

“También es importante mantener informada a la población en forma abierta y transparente sobre potenciales efectos y formas de prevenirlos y mitigarlos”, de acuerdo con la especialista. Con un equipo de investigadores del Centro Incar, de Invasal y otras instituciones chilenas y extranjeras “hicimos el año pasado un extenso análisis de riesgo frente a los escapes de las tres especies de salmónidos que se cultivan hoy, y esperamos que esto se publique prontamente en una revista de circulación internacional”.

En este análisis, la Dra. Soto señaló que sólo describieron riesgos comparativos “porque no tenemos suficiente información en particular sobre los potenciales efectos del salmón Atlantico y en relación a la sensibilidad de ciertos hábitats y especies. Sin embargo, los niveles de riesgo se podrían traducir en medidas preventivas y sancionadoras. Imagino que eso hay que abordarlo adecuadamente en la nueva Constitución”.