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Watermind y el desafío de convertir datos complejos en decisiones operativas para la salmonicultura

Raimundo y Fernando Manterola.

Reconocida a nivel latinoamericano, la compañía integra datos ambientales complejos para mejorar la gestión de riesgos en centros de cultivo, y avanzar hacia una acuicultura más resiliente.

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Watermind, startup chilena de base tecnológica enfocada en inteligencia ambiental aplicada a la acuicultura, fue recientemente seleccionada entre las 25 empresas del LATAM Cleantech Watchlist 2025, reporte liderado por Cleantech Group y apoyado por Breakthrough Energy Fellows. El reconocimiento consideró 330 nominaciones de 17 países y la evaluación de 14 expertos internacionales en innovación climática, validando el potencial de la compañía para generar impacto ambiental medible, particularmente en industrias intensivas en el uso del océano como la salmonicultura.

Para Fernando Manterola, gerente general de Watermind, el reconocimiento tiene un significado que trasciende lo empresarial. “Existe un relato instalado de que sustentabilidad y salmonicultura no conversan, y para nosotros es exactamente lo contrario. Somos una startup con foco en resolver problemas ambientales complejos, y lo hemos hecho trabajando muy apoyados por la industria salmonera”, afirmó, destacando que este tipo de reconocimientos visibiliza soluciones que nacen desde regiones y con fuerte vínculo productivo.

La historia de Watermind comenzó en 2023 y combina tecnología de frontera con desafíos ambientales concretos del sur de Chile. “Raimundo estaba trabajando en Silicon Valley desarrollando inteligencia artificial y empezamos a dimensionar la potencia que tenía esta herramienta, incluso antes de su masificación. En paralelo, los datos satelitales estaban mejorando muchísimo”, relató Manterola, explicando que esa convergencia abrió la posibilidad de aplicar estas tecnologías a problemas reales.

La industria acuícola apareció rápidamente como un espacio donde estas herramientas podían marcar diferencias relevantes. “Vimos que había intentos previos con datos satelitales, pero eran soluciones más básicas que no habían funcionado bien”, explicó. Según detalló, actualmente la tecnología permite objetivar el riesgo ambiental con mayor precisión, algo clave para una actividad que opera en entornos altamente dinámicos y expuestos a múltiples variables.

Foto: Watermind.
Foto: Watermind.
Foto: Watermind.

Uno de los hitos que marcó la validación temprana de la plataforma ocurrió durante una floración algal en abril de 2024, en la zona de Hornopirén. “Los métodos tradicionales de clorofila satelital no detectaron prácticamente nada, pero nuestro modelo, usando satélites de mayor resolución e inteligencia artificial, logró identificar toda la extensión de la floración”, señaló Manterola, recalcando que esta detección anticipada permitió visualizar el fenómeno antes de que se produjeran mortalidades masivas.

Alta resolución

La propuesta de Watermind se basa en integrar múltiples fuentes de información en un solo entorno. “Hoy la industria se apoya principalmente en muestreos en los centros, que son muy útiles, pero no suficientes”, explicó el gerente general. A ello se suman datos satelitales de alta resolución, modelaciones de corrientes en tiempo real, sensores ambientales y variables climáticas, conformando una visión integral del riesgo.

Desde el ámbito técnico, Raimundo Manterola, gerente Técnico de Watermind, enfatizó que la plataforma no solo es útil ante eventos extremos. “Muchas floraciones no matan peces, pero generan problemas de inapetencia, oxígeno y desafíos operacionales del día a día”, indicó, agregando que recientemente un cliente ajustó su estrategia de alimentación al anticipar el desplazamiento de una floración hacia un centro cercano.

La herramienta también permite descartar riesgos que no se materializarán. “Hay escenarios en que la información indica que una floración no va a afectar a un centro, y eso permite mantener la continuidad operacional", explicó Raimundo Manterola. En esa línea, Fernando Manterola añadió que contar con información objetiva evita decisiones costosas, como traslados innecesarios o suspensiones de alimentación que impactan directamente en los costos.

Otro de los focos de Watermind es resolver la fragmentación de datos que históricamente ha existido en la industria. “La acuicultura genera muchísima información, pero está muy disgregada entre sensores, laboratorios y plataformas que no conversan entre sí”, sostuvo Fernando Manterola. La plataforma integra estas fuentes, evitando que los equipos deban navegar entre múltiples sistemas para tomar decisiones operativas.

Respecto al análisis histórico, Raimundo Manterola explicó que la herramienta permite estudiar eventos pasados para entender patrones de riesgo. “No podemos decir qué va a pasar en dos años, pero sí analizar qué condiciones estuvieron presentes en floraciones anteriores”, indicó, citando fenómenos como La Niña y ciertos índices oceanográficos que ayudan a anticipar escenarios de cuidado en el corto y mediano plazo.

Adaptación de la plataforma

La modelación de corrientes marinas ha abierto, además, nuevas aplicaciones sanitarias. “Hoy estamos trabajando en modelar el contagio entre centros de cultivo de Caligus, porque no siempre los centros cercanos están realmente conectados”, explicó Fernando Manterola. Esta visibilidad permite definir mejor el momento y tipo de tratamiento, considerando un océano altamente dinámico.

En cuanto a su proyección, Watermind ha despertado interés fuera de Chile, especialmente en países salmonicultores, reforzando el potencial global de soluciones desarrolladas desde la Patagonia. “Hemos tenido conversaciones con Canadá y, más recientemente, con Noruega”, explicó Fernando Manterola. Según detalló, el aumento de eventos ambientales extremos ha puesto nuevos desafíos sobre la mesa. “Las floraciones algales, el alza de temperatura y otros fenómenos están empezando a ser prioridad”.

La capacidad de adaptación de la plataforma permite pensar en una expansión gradual, apoyada en las mismas bases tecnológicas y científicas desarrolladas en Chile. “Buscamos visibilizar amenazas ambientales en cuerpos de agua para tomar decisiones con tiempo y basadas en datos”, resumió Raimundo Manterola.