Robos en la industria

Salmonicultoras se equipan para combatir delincuencia Los millonarios robos que afectan a la industria ocurren en diversas etapas del ciclo productivo: centros de cultivo, plantas de proceso, embarcaciones y distribución de productos, entre otros. Frente a un riesgoso escenario, los productores han optado por invertir en métodos de prevención desarrollados bajo altos estándares tecnológicos.

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Los robos en la industria del salmón representan aproximadamente el 1,5 % de la producción anual.

Considerando los últimos tres años, entre 2013 y 2015, la cifra suma cerca de 30 mil toneladas y en términos de mermas, significan US$ 135 millones[1].

De acuerdo con información entregada por la Policía de Investigaciones (PDI) de la Región de Los Lagos, desde el año 2010, se han registrado 194 denuncias a nivel regional. La Fiscalía destacó que el 62% de las causas investigadas han tenido un término judicial. El porcentaje más alto alcanzado en la materia.

Conforme a datos aportados por la Oficina Anti Robo de Salmón (OAR), la mayoría de las denuncias corresponden a hurto simple en centros de cultivo. En segundo lugar, se encuentran los robos en bien nacional de uso público, esto se refiere a sustracciones que se producen en ruta y/o puertos, mientras que muchas denuncias corresponden a delitos de receptación, que se producen cuando frente un control carretero no se puede explicar el origen de los peces transportados.

Modus operandi

Según el comisario José Sáez, de la Brigada Investigadora de Robos Puerto Montt, existen dos modalidades que predominan en este tipo de robos. La primera, que se ejecuta por mar, involucra directamente a lugares de cosecha.

La segunda se produce en la etapa del transporte. Se ha establecido que existen grupos organizados que se dedican a cautivar al chofer de la empresa de transportes que lleva el producto, mediante el ofrecimiento de sumas que fluctúan entre $ 1,5 y $ 2,5 millones en efectivo. Los choferes pasan a formar parte del ilícito, simulando haber sido víctimas de un robo, cuando realmente entregan voluntariamente el camión.

Matías Ruiz-Tagle, socio de la firma de abogados Méndez, Ruiz-Tagle y Cía., quienes prestan un servicio de persecución penal a la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (Salmonchile) y sus empresas asociadas, agregó que, “generalmente, hay reincidencia en este tipo de delitos, lo que compone un agravante en las condenas que, en este tipo de delitos, presentan cuantías muy bajas”.

Por lo general, las incautaciones ocurren bajo tres escenarios distintos: a través de la empresa afectada, quien denuncia el robo a Carabineros o la PDI; a través de la Autoridad Marítima, quienes sorprenden a embarcaciones con salmón robado; o a través de la fiscalización que realiza Carabineros a los camiones en las rutas.

Implementación de tecnología

“Gracias a las medidas de control que han implementado los productores en los centros de cultivos, plantas de procesos y transporte, sumado a la constante persecución penal de todos los delitos de robo de salmón denunciados por la industria, el número de denuncias ha disminuido en un 40% en los últimos tres años”, afirmó Felipe Manterola, gerente general de Salmonchile.

AST Technology Networks es una de las firmas que ofrece servicios de seguridad contra este tipo de robos. Mediante sistemas de vigilancia integrales que utilizan tecnología militar, la empresa ofrece cámaras térmicas, sistemas de iluminación y radares de observación y detección que no se ven obstaculizados por condiciones climáticas adversas, típicas de las regiones salmonicultoras. “El desafío para los sistemas de seguridad es la proactividad y la generación de acciones”, explicó Eduardo Rivera, gerente de la empresa.

A su vez, la compañía GPSur, orientada a la venta y servicio de sistemas de rastreo para transportes, ofrece dos unidades electrónicas “que permiten detectar desacoples del chasis, intervenciones maliciosas, y seguimiento de la carga, utilizando algoritmos complejos”, según reveló el gerente de la firma, José Anfossi.

En tanto, Fernando Miranda, gerente general de Reczoom, expuso que ofrecen sistemas de seguridad a fin de revisar los protocolos existentes en las empresas. Además, realizan estudios y auditorías de seguridad, proyectos de ingeniería en vigilancia electrónica, alarmas y monitoreo en tiempo real. La firma también dispone de un sistema de seguridad en el trasporte de containers.

Adriana Roa, subgerente comercial de la empresa de comunicación satelital Axesat, quienes trabajan con más de 50 centros de producción, explicó que “hoy, con una mayor importancia, la información viaja a través de los medios que han sido desarrollados para responder a este tipo de necesidades. Por ello, pensar en tener sistemas avanzados en los centros de producción remotos es posible, acompañados de un medio de comunicación estable”.

Petróleo

 El robo de petróleo también significa pérdidas considerables para la industria. Éste se produce mayormente en las embarcaciones y pontones. Según el gerente de Tecsat, Mauricio Tapia, en flotas de apoyo a la acuicultura y sólo en naves menores, el robo fluctúa entre los 2.000 y 3.000 litros al mes. En los pontones entre 1.000 y 2.000 litros al mes, y en naves mayores las sustracciones podrían alcanzar entre 6.000 y 10.000 litros al mes.

La compañía desarrolló el sistema Flowtrack, una solución de telemetría específicamente diseñada para monitorear de manera remota la ubicación/velocidad de la embarcación y los consumos individuales de todos sus motores y generadores en línea en tiempo real sobre la plataforma web de Tecsat.

En tanto, Alexis Paulone, gerente comercial de Teckfish explicó que “sabemos que las compañías que han determinado instalar algún sistema de monitoreo, como es el caso de nuestros aparatos, han logrado generar un 30% +/-, de ahorro, en el gasto del recurso”. La empresa dispone del sistema Fueltek, que permite monitorear en línea los parámetros de nivel de combustible y de manera adicional la curva de su consumo, especialmente, en los pontones de los centros de cultivo.

El tema en particular tiene muchas aristas, que según Paulone “no sólo están dadas por el robo, sino más bien por la falta de conciencia respecto del uso de este recurso”.

Recomendaciones

Desde la PDI revelaron que el 90% del producto robado es comercializado en el mercado, ya sea en ferias, caletas, restaurantes y hoteles. Agregando que, “en Chile las salmonicultoras exportan el 95% de su producción y el 5% restante es vendido a supermercados nacionales. En el país no existe la pesca artesanal de salmón, y cuando se hace con mosca, se autoriza la extracción sólo de dos piezas. Todo el salmón restante es ilegal”.

En cuanto a las medidas que podría tomar la ciudadanía para no fomentar este "mercado negro” de especies robadas, desde el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), explicaron que lo principal es no fomentar la cadena delictual, lo que se puede realizar al no comprar salmones de comercios que carecen de trazabilidad de sus peces.

Del mismo modo, para Sernapesca, es fundamental que las empresas desarrollen relaciones de trabajo de largo plazo con sus proveedores de servicios y así, “junto con sus trabajadores, entre todos cuiden su fuente de trabajo y sustento”.

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[1] Datos obtenidos de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (Salmonchile).