Las tareas pendientes en sustentabilidad de la industria salmonicultora

Recientemente se llevó a cabo la tercera reunión de la mesa del sector salmonicultor.

Chile: Entre otras cosas, al sector acuícola no le gustaría verse expuesto por el uso de muchas hectáreas agrícolas, en desmedro de su utilización para la alimentación humana directa en Chile.

Múltiples brechas logró identificar el sector salmonicultor en el ámbito ambiental; en el contexto del Pacto por una Región Sostenible e Inclusiva; iniciativa que lidera el gobernador Regional, Patricio Vallespín y que sistematiza la Universidad de Los Lagos, como secretaría técnica.

Mediante un comunicado de prensa se informó que la tercera sesión de trabajo del sector se desarrolló recientemente en el Centro I-Mar de dicha casa de estudios; y en la ocasión se abordaron varias temáticas.

Por ejemplo, y en relación con los Objetivos y metas de desarrollo sostenible (ODS) que busca garantizar modalidades de consumo y producción sostenible, se estableció que el reemplazo de los aceites y harinas de pescado en la alimentación de salmones se está haciendo, y de forma eficiente.

Ante esto, surgió la pregunta ¿hasta dónde se quiere llegar con el uso de materias agrícolas?, admitiendo que a la industria no le gustaría verse expuesta públicamente en el futuro, por el uso de muchas hectáreas de suelo agrícola en desmedro de su uso para la alimentación humana directa. En base a lo anterior, surgen dos brechas que han perseguido a la industria durante su historia, como es la credibilidad y la falta de comunicación efectiva.

Falta de comunicación

Para Claudio Paz Torres, subgerente de Concesiones y Autoridades de Caleta Bay, uno de los principales problemas de la industria, ha sido desde siempre la falta de comunicación. “Esta es una industria que, si bien lleva más de 35 años, sigue siendo una industria joven. Siempre se nos está pidiendo hacer algo más para disminuir la pesca pelágica, tratar de mejorar algunos indicadores ambientales o la huella de carbono, entre otros; y en eso se ha trabajado, hay mucha investigación al respecto, hay inversión. Cuando uno mira lo que era la industria hace 10 o 20 años, a lo que es actualmente, hay cambios muy importantes, pero hemos pecado de falta de comunicación. Obvio que esa es una brecha. Necesitamos transmitir datos duros a las autoridades regionales, para conocer nuestros indicadores, para que nos puedan medir y tomar decisiones con base. Y eso creo va a ser unos de los resultados de esta mesa”.

En relación a la gestión ecológicamente racional de los productos químicos, la industria se encuentra regulada en el uso de antibióticos. De hecho, existe un plan de reducción del 50% al 2025; pero falta -manifestaron desde la mesa- una línea base del aporte antimicrobiano al ambiente por los diferentes entes que los usan (ganadería, lechería, avicultura, salmonicultura, aporte de ciudades, etc.). Y en este punto, la pregunta es, ¿quién lo realiza? Es allí que surge la necesidad que lo haga un ente autónomo como el Estado. De hecho, otra brecha planteada es que no hay un plan de monitoreo y seguimiento de la presencia de antibióticos en la fauna acompañante.

Informes de Sustentabilidad

En relación a la meta de alentar a las empresas a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad, en la actualidad la mayoría de las empresas realizan informes de sustentabilidad en los tres ejes (ambiental, económico y social), pero no existe un catastro común ni total de las empresas productoras, y con un estándar homogéneo, como el GRI, que es internacional, de manera que ahí hay una brecha que atender.

Y un desafío aún mayor está en la línea de las pequeñas empresas de la cadena de valor de la salmonicultura, quienes no realizan informes de sustentabilidad. Algunas cumplen con normas ISO, pero no así con informes de sustentabilidad, que son complejos y caros.

En consecuencia, la mesa advirtió como una brecha la necesidad de realizar una priorización de cuáles empresas de la cadena de valor debieran hacer informes, como las empresas de alimentos, talleres de redes, navieras, servicios, proveedores. Pero al mismo tiempo, es necesario fijar ciertos lineamientos de aquellos aspectos relevantes posibles de incorporar en dichos informes, para medianas y pequeñas empresas, entre los que se pudiesen considerar el número de empleados, equidad de género, inclusión, iniciativas para el cuidado del medio ambiente, entre otras.

Al mismo tiempo, se estableció que se pueda generar un mecanismo o plataforma para que las pequeñas empresas que realicen innovación y quieran contribuir a la sustentabilidad, puedan dialogar con las empresas productoras o gremios y en conjunto evaluar problemáticas y buscar soluciones, potenciando la sinergia de la industria.

Para ello también se propuso el desarrollo de una herramienta manejada por el Gobierno Regional, en donde los gremios y empresas reporten iniciativas e indicadores de sustentabilidad, cuestión que no sólo pudiese servir para la salmonicultura, sino que para todos los otros sectores productivos incluidos en el Pacto, donde se reporten indicadores como el número de trabajadores, de hombres y mujeres, edades, número de discapacitados, tasas de accidentabilidad.