Pichia pastoris. Foto: Dennis Kunkel Microscopy/Science Source.

Científicos utilizan una levadura como vehículo para vacunas orales en peces

Dinamarca: Un estudio demostró que es posible utilizar la levadura Pichia pastoris como un encapsulador de antígenos para asegurar su presentación en la mucosa intestinal de tres especies de peces.

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Vacunas orales

La vía de administración es un factor importante que influye en la eficacia, protección y la viabilidad de las vacunas en peces. La vacunación oral es de gran interés porque puede usarse para la inmunización masiva de peces de diversos tamaños y edades, y dado que su administración es relativamente fácil y libre de estrés, estas tienen beneficios económicos y en el bienestar animal.

Sin embargo, diversas limitaciones pueden afectar la generación de una inmunidad protectiva, por lo que solo algunas vacunas orales están disponibles para la industria acuícola.

Las vacunas orales, que presentan el antígeno en la mucosa, necesitan inducir respuestas inmunes protectoras comparables a las desencadenadas por las vacunas inyectables al activar no solo la inmunidad específica, sino también la inmunidad innata.

Se han descrito algunos adyuvantes para estos propósitos en peces, pero con resultados contrastantes, y ninguno de ellos ha demostrado eficacia en los ensayos de campo.

La integridad del antígeno es otro factor importante, ya que debe superar barreras al interior del pez antes de ser presentado y genere una respuesta.

En peces, las nanopartículas y micropartículas de diferente composición, como alginato, quitosano y copolímeros (PLGA), han demostrado ser efectivas para encapsular ADN, antígenos solubles o bacterias.

En un nuevo estudio, científicos de Estados Unidos, Países bajos, España, Alemania y Dinamarca utilizaron la aplicabilidad de la levadura Pichia pastoris como vehículo para el suministro de antígenos vía oral.

Pichia pastoris como un encapsulador de antígeno

Sobre Pichia pastoris

Esta levadura tiene la particularidad de producir proteínas recombinantes con una alta tasa de replicación. Además, uno de los principales componentes de su pared celular es el β-glucano, conocido por su actividad inmunoestimulante en peces.

En su ensayo experimental, los investigadores alimentaron a larvas de platija (Platichthys flesus) y ejemplares de carpa (Cyprinus carpio L.) y trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) con una P. pastoris modificada para producir una proteína verde fluorescente (GFP) como antígeno, la que luego permitiría localizar y evaluar la respuesta en los animales.

De esta manera, fueron capaces de evidenciar la GFP en el epitelio intestinal de la carpa, la trucha e incluso en las larvas de platija.

“Esto confirma que P. pastoris es capaz de proteger el antígeno mientras viaja a través del tracto gastrointestinal, permitiendo que estos lleguen intactos a la parte posterior del intestino y aquí, interactúen con las células inmunes residentes” explicaron los autores.

En el caso de la trucha arcoíris observaron además, una activación del sistema inmune de la mucosa en diferentes segmentos del intestino, lo que sugiere refuerza la teoría de su papel como adyuvante para las vacunas orales.

Como conclusión, plantearon que “nuestros resultados destacan a P. pastoris como un vehículo prometedor (bioencapsulado y no encapsulado) para la administración de antígenos y potencial adyuvante para su uso en vacunas orales en la etapa temprana y tardía del ciclo de producción”.

Lea el abstract del estudio titulado “Pichia pastoris yeast as a vehicle for oral vaccination of larval and adult teleosts” aquí.