Informe financiero asegura fuerte crecimiento del sector salmonicultor chileno
El reporte de Renub Research anticipa que el valor la industria se duplicará en diez años, en un escenario donde nuestro país deberá compatibilizar competitividad, modernización y exigencias ambientales.
La salmonicultura chilena parece estar ad portas de una nueva etapa. Un reciente estudio elaborado por la consultora internacional Renub Research anticipa que el mercado vinculado al salmón producido en Chile podría casi duplicar su valor en menos de 10 años, impulsado tanto por la demanda internacional de proteínas saludables como por la posición que el país ha logrado consolidar en el abastecimiento global.
De acuerdo con el análisis, el valor de mercado proyectado pasaría desde aproximadamente US$188 millones en 2024 a cerca de US$399 millones en 2033, lo que equivale a una tasa anual de crecimiento compuesta de 8,73% entre 2025 y 2033. Esta curva ascendente sugiere un ciclo en que la expansión no sólo será medible en cifras, sino también en transformaciones estructurales al interior de la cadena productiva.
El contexto internacional ayuda a explicar el escenario descrito. En distintos mercados, el salmón mantiene un ascenso sostenido que responde a cambios en los hábitos alimentarios y a una creciente preocupación por la salud, el bienestar físico y la calidad nutricional de los alimentos. El producto se ha instalado como una proteína valorada por su aporte en omega-3 y por su menor impacto ambiental comparado con carnes de origen terrestre.
A ello se suma su versatilidad, que permite llegar al consumidor en presentaciones que hoy definen la pauta de consumo: porciones premium, formatos ahumados, productos listos para cocinar o listos para comer y alternativas orientadas al segmento gourmet y al canal de conveniencia. Chile, como uno de los polos salmonicultores más importantes del mundo, ha capitalizado este proceso con envíos que en el último año superaron los US$6.500 millones, ubicándose en la cúspide de las exportaciones alimentarias nacionales.
Las proyecciones también se sostienen en la estabilidad con que el salmón chileno abastece a destinos internacionales. Estados Unidos continúa encabezando la lista de compradores, impulsado por una creciente incorporación del producto en hogares, supermercados, aplicaciones de delivery y cadenas de restaurantes. Brasil, por su parte, avanza como un mercado dinámico donde el consumo se ha extendido más allá de las capitales, y tanto Japón como China presentan un escenario de recuperación y nuevas oportunidades, especialmente en nichos que valoran trazabilidad, frescura y atributos vinculados a sostenibilidad.
Para Renub Research, el crecimiento a futuro no será solamente en volumen, sino también en la capacidad del país de adaptarse comercialmente, capturando mayores márgenes mediante formatos diferenciados, valor agregado y estrategias orientadas directamente al consumidor final.
Un crecimiento que exige condiciones para sostenerse
Sin embargo, el horizonte no está libre de desafíos. La industria tiene frente a sí un escenario marcado por el cambio climático y la mayor frecuencia de eventos oceanográficos impredecibles, que pueden presionar la productividad y requerir inversiones en monitoreo, tecnología y manejo preventivo. En paralelo, los debates sobre regulación, uso del borde costero y ordenamiento territorial siguen siendo determinantes para definir con qué velocidad y bajo qué condiciones puede expandirse la producción en aguas abiertas.
Los mercados internacionales, por su parte, elevan sus exigencias en aspectos como bienestar animal, reducción de uso de antibióticos y certificaciones ambientales, factores que con creciente frecuencia inciden directamente en decisiones de importación, fijación de precios y acceso a segmentos premium.
En este contexto, distintas voces del sector han planteado que el desafío para Chile no radica únicamente en sostener el crecimiento económico, sino en construir una trayectoria que armonice competitividad, sostenibilidad y legitimidad social. La incorporación de tecnologías digitales, la automatización de procesos, la inteligencia artificial aplicada a alimentación y biomasa, y el desarrollo de instalaciones complementarias como sistemas de recirculación en tierra (RAS), aparecen como componentes que podrían otorgar resiliencia y modernización a una actividad que debe responder simultáneamente a exigencias ambientales, regulatorias y de eficiencia operacional.
Si las proyecciones de Renub Research se cumplen, el país podría cerrar la próxima década con una presencia aún más determinante en la acuicultura mundial. No obstante, el tamaño del mercado no será el único parámetro relevante. La forma en que Chile gestione su expansión será un indicador igualmente decisivo. La salmonicultura entra así a un período que no solamente medirá cuánto crece, sino también cómo lo hace, en una década que podría definir su lugar definitivo en el mapa global de las proteínas acuícolas.