Economía circular y eficiencia energética: el nuevo estándar del sector marítimo en Los Lagos
El Acuerdo de Producción Limpia (APL) articula a navieras y servicios logísticos para reducir emisiones, gestionar residuos críticos y fortalecer la sostenibilidad del clúster marítimo-portuario del sur austral.
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En un escenario de mayores exigencias ambientales y de eficiencia operativa para el sur austral, el sector marítimo-portuario de la Región de Los Lagos dio un paso estratégico con la suscripción de un Acuerdo de Producción Limpia (APL), orientado a acelerar la transición hacia la economía circular y la neutralidad climática. El instrumento busca ordenar metas, procedimientos y responsabilidades comunes, considerando el rol estructural que cumple esta macrozona en la cadena logística del país y, particularmente, en el soporte operativo de la salmonicultura.
Denominado “Estrategia de Economía Circular y Neutralidad Climática del Sector Marítimo-Portuario de la Región de Los Lagos”, el APL es promovido por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), en articulación con empresas navieras, puertos, astilleros y servicios logísticos. Su diseño contempla ocho metas y 35 acciones específicas, abordando eficiencia energética e hídrica, gestión de residuos críticos y la construcción de una gobernanza ambiental común para el borde costero sur austral.
Desde la experiencia de Frasal, su fiscal corporativo, Marcelo Gallardo, explica que la decisión de sumarse activamente al acuerdo se conecta con una trayectoria de largo plazo en sostenibilidad. “Nuestra compañía ha impulsado políticas fundadas en un compromiso autoimpuesto con el desarrollo de nuestra actividad, con pleno cumplimiento normativo y una marcada visión preventiva”, señala, agregando que el APL permite canalizar de manera más ordenada y robusta objetivos que la empresa viene trabajando desde los años noventa.
En el plano operativo, Gallardo destaca que la compañía dispuso a sus equipos técnicos para cumplir todas las etapas del proceso, tanto en reportabilidad energética como en gestión de residuos e innovación. “Este proceso involucra un desafío administrativo importante, pero también un fuerte estímulo para avanzar en eficiencia dentro de la actividad marítima”, afirma, subrayando que el APL actúa como un marco que impulsa mejoras internas con impacto ambiental concreto y medible.
Entre las medidas ya implementadas, el ejecutivo menciona la incorporación de baterías de litio en naves menores durante 2024, con el objetivo de reducir el uso nocturno de generadores a combustión y, con ello, las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, resalta que en 2022 Frasal fue “la primera empresa del rubro en implementar registros electrónicos de asistencia en el 100% de la flota”, alineando su operación con criterios ambientales, sociales y de gobernanza.
Desde la mirada de Danae Cerda, gerente de Operaciones de Naviera La Península, la adhesión al APL responde a una estrategia profundamente arraigada en el grupo empresarial. “El respeto por las personas y el entorno son pilares fundamentales, y el futuro de la industria en la Región de Los Lagos y la Patagonia está intrínsecamente ligado a la sostenibilidad y la excelencia operativa”, sostiene, destacando que el acuerdo permite fijar metas concretas en economía circular, eficiencia energética y reducción de GEI.
La ejecutiva agrega que el APL cumple un doble propósito: consolidar liderazgo ambiental y avanzar hacia procesos más eficientes y competitivos. “Nos entrega una hoja de ruta concreta y medible para reducir nuestra huella, estandarizar prácticas e incorporar tecnologías más limpias”, afirma, recalcando que la participación en este instrumento es también una señal clara de que “la colaboración público-privada es el camino más efectivo para alcanzar una producción verdaderamente limpia y responsable”.
Finalmente, Cerda enfatiza que el acuerdo no marca un punto de partida, sino una continuidad fortalecida de un trabajo previo en optimización operacional y medición de huella de carbono. “El APL viene a estructurar, estandarizar e impulsar mejoras concretas, permitiendo trazabilidad total y un desempeño ambiental auditable”, señala, proyectando impactos verificables en reducción de combustibles, manejo de residuos y una mayor competitividad para servicios logísticos cada vez más demandados por la salmonicultura.
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