Ejemplares de trucha arcoíris con lesiones macroscópicas severas. A) pérdida de escamas y daño en la aleta caudal, B) pudrición del pedúnculo caudal, c) daño en la aleta caudal y C) hemorragia en el hocico con compromiso mandibular. La flecha muestra las alteraciones señaladas. Foto: Valdes y col., 2020.

Primer aislamiento en Chile de Tenacibaculum maritimum en trucha arcoíris

Chile: A partir de un brote ocurrido en marzo de este año, científicos chilenos lograron realizar la primera identificación de T. maritimum, como el agente causal de tenacibaculosis severa en trucha arcoíris del país.

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Recientemente fue dada a conocer la primera ocurrencia documentada de tenacibaculosis clínica causada por las especies T. dicentrarchi, T. finnmarkense y T. piscium en trucha arcoíris y salmón coho (Oncorhynchus kisutch) cultivados a nivel mundial.

Existe una continua sospecha que T. maritimum es responsable de brotes ocurridos en centros de salmón Atlántico desde 2012, con alrededor de 178 diagnósticos de esta especie reportados a Sernapesca para el período 2012-2018, algo que además fue publicado el año 2017 a partir de mortalidades de salmón Atlántico ocurridas en verano del 2016 a causa de floraciones algales de Pseudochatonella spp.

Sin embargo, no existen reportes de T. maritimum asociadas a infecciones de ejemplares de trucha arcoíris en Chile.

Eso hasta ahora, ya que científicos chilenos de la empresa FAV, la Universidad Andrés Bello y el Centro Incar, describieron en un artículo publicado en la edición aniversario de revista Salmonexpert, la primera identificación de T. maritimum como el agente causal de brotes severos ocurridos en trucha arcoíris en Chile.

Brote

En marzo de 2020, se produjo un brote de mortalidad en una población de alrededor de 17.554 truchas arcoíris (~250 gramos), correspondientes a dos jaulas, criadas en un centro de engorda de la región de Los Lagos, Chile.

El brote causó una mortalidad acumulada a la fecha de un 4,8% y 3,5%, los peces muertos mostraron mayoritariamente signos clínicos tales como pudrición de la cola severa, aletas deshilachadas y, ocasionalmente, mandíbula dañada.

El aislamiento de la bacteria se confirmó bioquímicamente y a través de PCR del gen 16S rRNA. Además, ensayos de inoculación in vivo mediante inmersión con uno de los aislados, reprodujo la enfermedad en ejemplares de salmón Atlántico sanos, lo que confirmaría los postulados de Koch.

Filamentos bacterianos observados con tinción con Naranja de Acridina de las lesiones obtenidas de las truchas arcoíris. Imagen: Valdes y col., 2020.

“El análisis microbiológico permitió aislar, identificar y caracterizar dos aislados de T. maritimum, codificados por Tm-035 y Tm-036. Además, pruebas de virulencia mediante inmersión en ejemplares de salmón Atlántico (~100-120 g) con el aislado Tm- 035, lograron reproducir los signos clínicos macroscópicos y producir un porcentaje de mortalidad de 70 ± 15% después de 11 días de inoculación”, explicaron los investigadores en el artículo.

En sus conclusiones, los expertos señalaron que sus resultados demuestran una distribución mucho más amplia de lo que se había estimado anteriormente a nivel de hospedero para este patógeno.

Lea o descargue la revista aniversario Salmonexpert para revisar el artículo completo titulado “Primer aislamiento y caracterización de aislados de Tenacibaculum maritimum recuperados de mortalidades de trucha arcoíris cultivadas en Chile” (páginas 84-90).

También, lo invitamos a leer el artículo “Situación actual de la tenacibaculosis en la salmonicultura marina de Chile” publicado en la edición especial Tecnología de revista Salmonexpert aquí (páginas 52-56).