Nova Austral pide al Tribunal no poner la lápida a la empresa

Aún están pendientes las audiencias por la caducidad de los permisos ambientales de Cockburn 14 y Aracena 10.

Chile: El abogado de la salmonicultora afirmó que la revocación del permiso ambiental del centro Cockburn 23, por sobreproducción, es una medida que no sería proporcional.

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En manos de los jueces del Tercer Tribunal Ambiental quedó la decisión sobre la que ha sido una de las sanciones más altas aplicada por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) a una empresa por infracciones a la normativa ambiental.

En julio del año pasado la SMA sancionó a Nova Austral por sobreproducción en los centros de cultivo de salmones Cockburn 14, Cockburn 23 y Aracena 10, ubicados en el Parque Nacional Alberto de Agostini de la región de Magallanes, con la revocación de sus respectivas Resoluciones de Calificación Ambiental.

La empresa acudió a la justicia y hay tres causas en el Tribunal Ambiental en las que intenta revertir ese castigo. Este martes se celebró la audiencia de alegatos de la primera de estas causas en la que Nova Austral pretende dejar sin efecto la resolución sancionatoria que afecta al centro de cultivo Cockburn 23 por exceso de producción de 2.100 toneladas entre enero de 2016 y noviembre de 2017.

El abogado de Nova Austral, Julio Recordón, acudió a diversos argumentos para exponer que la revocación del permiso ambiental de Cockburn 23 es una medida que no sería proporcional y tampoco sería útil porque no cumpliría con una función preventiva.

En este punto, insistió en que la empresa hoy actúa de una manera completamente diferente a como lo hacía años atrás, cuando se cometieron las infracciones, y que prueba de ello es que en su momento reemplazaron a todos los ejecutivos involucrados en los casos de sobreproducción, adoptaron distintas medidas para ajustar su producción a la normativa y no han incurrido en infracciones desde el 2017.

“Nova Austral está consciente de la responsabilidad que implica operar en un área de alto valor ambiental y, con ello en vista, ha adoptado varias medidas para reconvertir su actuar y transformarse en una empresa que actúa con altos estándares éticos y de cumplimiento especialmente en materia ambiental”, planteó el abogado de la empresa.

Y agregó que la “Nova Austral está plenamente consciente de que eso no la exime de responder en este caso, no desconoce la existencia de una sobreproducción, pero solicita al Tribunal que se imponga una sanción justa, proporcional, acorde a derecho, y no se ponga una lápida a una empresa que desarrolla todas las acciones necesarias para operar con los estándares más altos de la industria”.

Aseguró que de mantenerse la caducidad de los permisos de los tres centros de cultivo la empresa no podría seguir operando y mencionó las dificultades económicas tras dos años con pérdidas y los efectos negativos que su cierre tendría en la comuna de Porvenir que depende en gran medida de Nova Austral como fuente de empleos.

Las contrapartes, la SMA por un lado y la organización Greenpeace junto a comunidades indígenas, por otro, defendieron a su turno la caducidad de los permisos ambientales de Cockburn 23 y desestimaron que los cambios de ejecutivos y medidas adoptadas por la empresa sean suficientes para asegurar que no haya nuevas infracciones a las normas ambientales. Igualmente, mencionaron que Nova Austral enfrenta otras causas en la justicia penal por daño ambiental y fraude al fisco.